* Prolifera el narcomenudeo Acapulco, Gro , 26 de mayo (apro)- Ante el clima de violencia que azota este puerto vacacional, habitantes de la colonia La Garita demandaron hoy la presencia de miembros del Ejército mexicano en la zona, donde prolifera el narcomenudeo Es precisamente en esta zona donde se ha registrado este año el mayor número de casos de violencia, como la balacera del 27 de enero, en la que murieron cuatro presuntos narcotraficantes "Creo que una de las soluciones con las que nos sentiríamos seguros los vecinos de La Garita es con la presencia de militares, que pongan un retén o patrullen nuestras manzanas", dijeron vecinos de esa colonia, en la que viven desde hace 40 años "Otra de las opciones sería que el patrullaje lo hiciera la Policía Federal Preventiva, porque nosotros estamos inseguros", añadieron Ayer, el agente investigador ministerial, Hugo Sergio Lara, fue muerto a balazos y tres elementos resultaron heridos Ante lo ocurrido la madre superiora de la escuela "Zumárraga", Rita Esperanza, refugió a los padres de familia y a los alumnos en el interior del plantel, y todos rezaron un rosario para invocar la protección divina "La Garita siempre fue una colonia tranquila, donde la mayoría de la gente es profesionista: maestros, médicos, enfermeras, gente trabajadora, pero últimamente han llegado a vivir aquí gente de fuera "Actualmente, ya la tomaron como un campo de batalla, donde se disparan delincuentes profesionales Nosotros, desde nuestras casas, con nuestros hijos, nos escondemos debajo de las camas, de las mesas", dijo una mujer, que omitió su nombre Una enfermera, que también pidió el anonimato, recordó cómo el pasado 27 de enero, cuando policías municipales dieron muerte a cuatro supuestos narcos, en La Garita "se vivieron 35 minutos de balacera y explosiones" "Las balas rebotaban en las casas y hubo varias personas inocentes que resultaron heridas", añadió El 26 de febrero, cuatro jóvenes, que cuidaban una narcotiendita, en la esquina de Bugambilias y Palmas, fueron baleados Posteriormente, el 20 de marzo, fueron colocadas en la esquina de Farallín y Cuauhtémoc las cabezas de dos hombres asesinados