El desafió de Irán
México, D F, 8 de mayo (apro)- Durante su visita a Sofía, Bulgaria, la última semana de abril, para reunirse con cancilleres de la OTAN, los periodistas asediaron a la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, con la pregunta de si estaba negociando con el país anfitrión, además de Grecia y Turquía, el permiso para que Estados Unidos lance, desde esos territorios, una ofensiva aérea contra Irán
Y es que el pasado 28 de abril, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) presentó un esperado informe, en el que acusa a Irán de incumplir un ultimátum del Consejo de Seguridad de la ONU para detener "todas la actividades ilícitas" relacionadas con su programa nuclear, como el enriquecimiento de uranio, material con el que se pueden producir armas nucleares
El tono sombrío del informe hizo recordar el escenario previo a la invasión estadunidense de Irak De nuevo, un "régimen rebelde" que desafía a la comunidad internacional tratando de adquirir armas de destrucción masiva, y una administración, la de George W: Bush, dispuesta a utilizar la fuerza para obligarlo a retractarse
Sin embargo, Rice urgió a los periodistas a no buscar similitudes con Irak "Sé que eso está en la cabeza de la gente", dijo en una conferencia de prensa "Pero nosotros estamos comprometidos con una ruta diplomática que, con suficiente unidad, fuerza y motivación común, permita convencer al gobierno iraní"
Después de la presentación del reporte de la AIEA, el Consejo de Seguridad debe reunirse para decidir cómo proceder con Teherán
Los cinco integrantes del Consejo muestran diferencias sobre el curso exacto que debe tomar la crisis en esta nueva etapa pero, en contraste con lo que ocurrió con Irak, éstas no parecen insalvables
Según de desprende de declaraciones oficiales y como resultado del discurso crecientemente beligerante de Teherán, China, Rusia, Francia y el Reino Unido no rechazan la posibilidad de aplicar sanciones, como pide Estados Unidos al Consejo, aludiendo al Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas
Pero los cuatro países creen que cualquier resolución que contenga advertencias severas para Irán, debe incluir también el compromiso de realizar esfuerzos diplomáticos más intensos para convencerlo de abandonar sus aspiraciones nucleares El llamado al diálogo estaría dedicado en particular a Estados Unidos
"Lo que Irán quiere al mostrar sus músculos es que se le reconozca el papel central que debe jugar" en el reacomodo de poder que tiene lugar en el Medio Oriente tras el derrocamiento de Saddam Hussein, explicó a Le Monde un diplomático europeo
No hay mejor manera de lograr ese reconocimiento que hablando directamente con Washington, el principal promotor del reacomodo y también el más severo crítico del programa atómico iraní
Pero esta solución requiere que Estados Unidos haga un cambio tan drástico en su política hacia Irán que equivaldría casi a una revolución Desde su ascenso en 1979, Estados Unidos identifica en el régimen islámico a uno de sus principales enemigos, al que acusa de agravios, como el secuestro de funcionarios estadunidenses en la Embajada en Teherán y la autoría del más devastador atentado terrorista contra sus ciudadanos en el extranjero, en Líbano
Peor pesadilla
¿Porqué el belicoso gobierno de Bush accedería a usar la diplomacia para convencer a los mulás de cancelar el programa atómico?"
El verano pasado, cuando ya se gestaba la actual crisis internacional por Irán, Richard Haass, director de planeación de políticas del Departamento de Estado durante el periodo de la invasión de Irak y hoy presidente del think tank Council on Foreign Relations, reconoció en un artículo en la revista Foreign Affairs que la política de "ataques preventivos" y "cambio de régimen" que el gobierno de Bush aplicó con Irak, no sería viable para enfrentar la indisciplina de Irán
Haass explica que la pesadilla de la posguerra en Irak no sería nada comparado con lo que ocurriría en Irán, ya que ahí la población es mucho más numerosa (tres veces la iraquí), está más cohesionada y es mucho más nacionalista y anti norteamericana A esto agrega cuestiones técnicas tan contundentes como el hecho de que una acción militar contra Irán no garantizaría el fin de sus aspiraciones nucleares
En este sentido, especialistas militares ?algunos citados en un reciente y polémico reportaje de Seymour Hersh en The New Yorker-, advierten que es muy probable que Irán tenga dos programas nucleares: uno civil, que es el que ha logrado conocer la AIEA, y otro militar secreto, del cual prácticamente nadie sabe nada, comenzando por dónde se localizan sus instalaciones
En The New Yorker hay expertos que, incluso, afirman que esta infraestructura militar es subterránea, vulnerable sólo a armas nucleares tácticas, y que se construyó con ayuda de Rusia y tecnología de la "Guerra Fría"
Para lidiar con Irán, Richard Haass propone en cambio una política de "evolución del régimen": algo similar a lo que durante la mayor parte de la "Guerra Fría" Washington practicó con la URSS, y que consiste en mantener un diálogo directo y productivo en cuestiones vitales, como, precisamente, el desarme, y por otro lado apoyar, cuando sea posible, las actividades de los disidentes del régimen enemigo
Algo parecido tendrían en mente Francia y el Reino Unido, los países de la Unión Europea que encabezan los esfuerzos en esa región para desactivar la crisis iraní
El diplomático citado en Le Monde dice que también el modelo de relaciones pragmáticas que Estados Unidos mantiene con China, su rival estratégico, desde del gobierno de Richard Nixon, serviría de ejemplo para un acercamiento con Teherán
"Es el momento de que Estados Unidos acepte entrar en pláticas directas con Irán, de que le otorgue al régimen de los mulás el reconocimiento al que aspiran, de romper, en suma, con la política de aislamiento", afirmó
Hay especialistas, como Jessica Mathews, presidenta de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, que creen incluso que si Estados Unios logra aplicar con éxito la diplomacia en la solución de la crisis de Irán, evitaría no sólo el surgimiento de un nuevo Estado nuclear "ilegal", sino de "hasta 30", considerando que el régimen chiíta iraní despierta la animadversión de vecinos como Egipto, Arabia Saudita y Turquía, que no dudarían en adquirir su propio armamento nuclear para hacerle frente
"La decisión para Washington es simple: ¿Desea detener las aspiraciones de Irán para adquirir armamento nuclear lo suficiente como para dialogar con su gobierno?", resume Mathews
Hay muchas buenas razones para que Estados Unidos dé un viraje de 180 grados ante Irán, pero la administración Bush no ha dado señales de estar lista para ello, aunque tampoco lo ha descartado, a juzgar por las declaraciones de Rice en Bulgaria
Por lo pronto, hay actores políticos influyentes de Estados Unidos que avalan la idea de romper con el status quo e iniciar un diálogo directo Entre ellos están los senadores Richard Lugar, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, y el demócrata Christopher Dodd "Creo que se necesitan pláticas directas Eso no quiere decir que estemos de acuerdo con ellos, pero la opción existe", dijo Dodd