"Estamos atrapados en un circulo vicioso, el problema principal, la debilidad de las instituciones":

jueves, 8 de junio de 2006 · 01:00
* Hace recomendaciones y coincide con las tesis de Felipe Calderón * "Gobiernos autoritarios y buenas políticas nunca vienen en paquete", dice México, D F, 7 de junio (apro)-- Luego de hacer un balance sobre la economía global, en la que los países latinoamericanos son los que peor están ?las economías más cerradas y menos competitivas, el crecimiento económico más lento, el ingreso per cápita más bajo--, el expresidente Ernesto Zedillo no pudo contenerse e hizo una serie de recomendaciones y observaciones sobre la vida política y económica del país, que lo hicieron coincidir con los postulados del candidato presidencial panista, Felipe Calderón, y criticar los del perredista Andrés Manuel López Obrador "Irónicamente, son los más pobres, cuya protección es fuertemente enarbolada por los escépticos de la economía de mercado, quienes más sufren las consecuencias de la falta de libertad económica y competencia que todavía obstruye a nuestras economías", dijo Zedillo durante su participación, este miércoles, en la Expo Management 2006, en el marco de una serie de conferencias magistrales dictadas por especialistas internacionales, entre los que están, entre otros, Colin Powell, el exsecretario de Estado estadunidense Nunca se refirió Zedillo ?que se vio relajado, con muchas tablas-- a México en particular, sino a "nuestros países latinoamericanos" Pero ni falta hizo Quedaba claro que se refería a López Obrador, cuando señaló, por ejemplo, que en América Latina "los gobiernos autoritarios y las buenas políticas nunca vienen en paquete" De su exposición de una hora, ante unas dos mil personas en el Centro Banamex, que debieron pagar casi 20 mil pesos por asistir miércoles y jueves a las conferencias, Zedillo sintetizó "un largo listado de políticas públicas y reformas institucionales que nuestros países debieran asumir para garantizar un claro despegue económico" Entre ellas, el fortalecimiento de la disciplina macroeconómica para reducir la vulnerabilidad de las economías latinoamericanas a los choques y ciclos económicos, hasta los cambios legales e institucionales indispensables para desarrollar a plenitud y hacer incluyente a la economía de mercado en los países de la región "El catalogo incluiría ?dijo-- asuntos espinosos como las reformas tributarias pendientes?en la mayoría de nuestras naciones; el fortalecimiento de las disposiciones en materia de responsabilidad fiscal para los poderes Ejecutivo y Legislativo; la solvencia de los sistemas de pensiones; la profundización de la apertura comercial; el diseño y financiamiento de políticas sociales más ambiciosas y efectivas; la transformación de nuestros aparatos de justicia y seguridad, etcétera" Sin embargo, señaló, "los recursos, incluido el capital político para emprender políticas y cambios institucionales, son limitados, por lo que es ineludible fijar prioridades" Y lo que pareció un mensaje a los candidatos presidenciales: "Es inútil hacer un catálogo exhaustivo e interminable de todas las cosas buenas que pensamos que nos servirían, porque después de todo no vamos a poder hacer esas cosas No hay ni capital económico ni capital político para emprender todo ello al mismo tiempo Es decir, no se pueden hacer reformas al mayoreo No se puede hacer todo al mismo tiempo, por lo que el paquete que comprenda las tareas más urgentes y provechosas será distinto en cada país, dependiendo de las circunstancia de cada uno Añadió: "Nunca, nunca, nunca nos pondríamos de acuerdo en lo que puede y debe de hacerse La polarización política que se vive en casi todos nuestros países hace imposible llegar a los acuerdos que permitan las reformas indispensables" Zedillo reconoció que no faltará el que insinúe "que el problema se encuentra realmente en nuestra democracia" Y recordó un reciente estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre la democracia en América Latina, en que se encontró que casi 45% de los ciudadanos no cree que la democracia solucione los problemas de su país; además, algo más de la mitad de los encuestados afirmó que apoyaría un gobierno autoritario si éste resuelve los problemas económicos También, dijo, hay personas con la vista puesta en la experiencia asiática, que prefieren subrayar que los países en desarrollo que van teniendo existo son aquellos donde las buenas políticas fueron llevadas acabo por gobiernos no precisamente democráticos "A esos suspicaces de nuestra tierna democracia ?dijo Zedillo-- habría que recordarles que, durante casi dos siglos de vida independiente, los latinoamericanos hemos probado ad nauseam que de este lado del mundo los gobiernos autoritarios y las buenas políticas nunca vienen en paquete "No debiera costarnos trabajo reconocer que hoy los mayores absurdos en el manejo económico están donde la democracia o no existe o amenaza con hacerse más pequeña Digámoslo claro: el problema no es cómo disminuir sino cómo mejorar nuestras democracias para que entreguen mejores resultados Pero lograr estos resultados requiere de acuerdos sobre políticas públicas específicas, acuerdo que no parecemos alcanzar en nuestros países", añadió Sostuvo que "estamos atrapados en un circulo vicioso El problema mayor no es que nuestros políticos, ni nuestros partidos y nuestras sociedades sean poco proclives a ponerse de acuerdo El problema principal está en la debilidad de nuestras instituciones Esa debilidad hace más difícil lograr los acuerdos fundamentales, magnifica el riesgo y el costo de los errores políticos y, cuando excepcionalmente alcanzamos algunos acuerdos sobre las políticas necesarias, tenemos muy poco margen para aplicarlas adecuadamente, simplemente porque nuestras instituciones son incapaces de aplicar esas políticas" Explicó: "El circulo vicioso se genera porque la debilidad institucional lleva a malas políticas Las malas políticas arrojan malos resultados Y ante los malos resultados la gente se enoja, se molesta, menoscaban la democracia y, al ocurrir esto, la debilidad institucional se acentúa" Y Zedillo ?que al llegar al estrado fue recibido con un prolongado y aplauso que él mismo se encargó de detener: "No me metan en problemas", dijo y arrancó la risa de todos--, se puso en plan de consejero nacional: "Dónde romper este círculo vicioso es nuestro principal reto ¿Será la solución seguir debatiendo las políticas públicas hasta ponernos de acuerdo? Francamente no lo creo", sentenció Encarrerado en el ánimo de dar lecciones, dijo: "Por supuesto, debatir, diferir, conceder? siempre es necesario en la democracia, pero el valor de los acuerdos sobre las políticas económicas y sociales está limitado por la capacidad institucional para aplicarlas con efectividad y perseverancia "Es decir, podríamos incluso ponernos de acuerdo en las políticas públicas necesarias y de todas manera fracasar, porque algo más importante, más fundamental, que es el aspecto institucional, no nos permite aplicar con eficacia esas políticas que hipotéticamente podríamos convenir "Sin limitar el necesario debate y la valiosa negociación política, dejemos que al final la democracia decida quién merece la oportunidad de demostrar que su propuesta es la buena, pero asegurémonos que las instituciones sean suficientemente sólidas, primero para que el gobierno democráticamente electo tenga la oportunidad efectiva de aplicar su plataforma y segundo para prevenir una catástrofe si esa plataforma resulta errada "Lo que sugiero es que el circulo vicioso que he descrito debe romperse no en el eslabón de las políticas, sino en el eslabón de nuestra debilidad institucional "Alguien dirá: si no nos ponemos de acuerdo en las políticas económicas y sociales que debemos cambiar, cómo podríamos ponernos de acuerdo sobre las instituciones que debemos reformar Es verdad, no podemos ponernos de acuerdo en todas las reformas institucionales que requerimos, pero creo que si existe una en la que no sólo todos podemos convenir, sino que además es probable que sea con mucho la más decisiva para romper el circulo vicioso en que ahora se encuentra atrapado nuestro enorme potencial de desarrollo" Y enseguida, una tesis que lo acercó a las que ha venido sosteniendo Felipe Calderón, el candidato panista a la presidencia de la República: "Me refiero con absoluta convicción al estado de derecho Como regla, el estado de derecho es palmariamente deficiente en todos nuestros países Todos sabemos que no obstante algunas reformas de años recientes nuestro sistema de seguridad, procuración y adjudicación de justicia está muy lejos de garantizar la igualdad efectiva ante la ley de todas las personas, de proteger con eficacia los derechos de la gente, incluyendo los de la seguridad en su persona y en su patrimonio, y de hacer que la justicia sea un vehículo efectivo para que los ciudadanos cumplan la obligaciones que les corresponden ante las instituciones y la sociedad" Y, como Calderón, defendió la economía de mercado, competitiva: "Ningún país ha logrado ser próspero sin una economía de mercado No hay uno solo Más aun, ningún país permanecerá próspero sin una economía de mercado, inserta eficientemente en la economía global Ningún país subdesarrollado ha dejado de serlo, ni superado la pobreza, sin una economía de mercado, dinámica e incluyente "La economía de mercado no puede desarrollarse a plenitud ni con oportunidades para todos sin un sistema legal sólido Es decir, con reglas justas y transparentes y con mecanismos que aseguren su aplicación justa y expedita Y, elípticamente, contra López Obrador: "Son los pobres quienes más sufren la falta de libertad económica y de la exclusión de las oportunidades que provee la economía de mercado Esto ocurre no sólo porque un limitado acceso a ciertos bienes como la salud, la educación, la infraestructura básica, los deja en una situación de desventaja para participar en la economía de mercado, sino también porque el sistema legal, lejos de protegerlos, los discrimina en el ejercicio de sus derechos de propiedad y de iniciativa" "Sigamos discutiendo todo --recomendó Zedillo--, desde las reformas que hacen falta, sobre el sistema político que más nos conviene, sobre las instituciones que debemos crear o reformar, pero unámonos en cada uno de nuestros países, con firme convicción, para construir la legalidad que hasta ahora nos ha eludido Creo que si lo logramos habremos roto el círculo vicioso en el que ahora estamos atrapados"

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