La historia oculta del narcoavión

domingo, 16 de julio de 2006 · 01:00
Solamente hasta que pasaron los comicios presidenciales del 2 de julio fueron reactivadas las investigaciones en torno al avión DC-9 detenido hace tres meses en Campeche con un cargamento de cocaína De acuerdo con fuentes cercanas a la averiguación, ese compás de espera formó parte de una estrategia del gobierno federal para ocultar la presunta implicación de altos mandos de la PFP en el narcotráfico Altos mandos de la Policía Federal Preventiva (PFP) podrían estar implicados en una de las más grandes operaciones de narcotráfico en este sexenio: el cargamento de cinco toneladas de cocaína que llegó el pasado 9 de abril al aeropuerto de Ciudad del Carmen, Campeche, a bordo de un avión DC-9, procedente de Venezuela, y que puso en evidencia la utilización de la red aeroportuaria del país al servicio de los cárteles de la droga Según la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/071/2006, agentes de la PFP realizaron diversas maniobras al menos en los aeropuertos de Toluca, Estado de México, y de Monterrey, Nuevo León, con el objetivo de sobornar a efectivos militares, policías fiscales y autoridades de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), a fin de que a su arribo el avión cargado con droga no fuera revisado De acuerdo con datos del expediente, dicha aeronave ya había realizado otros vuelos de Sudamérica hacia México con cuantiosos cargamentos de droga que, presuntamente, pertenecían al cártel de Sinaloa, la poderosa organización que encabeza el llamado capo del sexenio, Joaquín El Chapo Guzmán En vísperas de las elecciones del 2 de julio, la Procuraduría General de la República (PGR) cerró todos los caminos a los abogados que pretendieron conocer la averiguación previa y el contenido de las acusaciones contra sus clientes arraigados Recurrieron a los amparos y a las que- jas, pero todo fue inútil Personal de la Sub-procuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) habría recibido instrucciones de no dar acceso al expediente y, según algunos litigantes consultados, la decisión de la PGR tuvo como propósito evitar un escándalo antes de los comicios federales del 2 de julio, debido a la presunta implicación de algunos mandos de la PFP en la protección del cargamento de droga Proceso obtuvo parte del expediente integrado por la SIEDO y, con base en las declaraciones de los testigos y otros elementos, reconstruye aquí lo ocurrido el 11 de abril, tanto en Venezuela como en México, antes del aterrizaje del avión: En el aeropuerto de Maiquetía, cerca de Caracas, Venezuela, el movimiento aéreo era intenso aquella mañana del 11 de abril Miguel Vicente Vázquez Guerra había llegado muy temprano a la terminal aérea para revisar el avión DC-9 que horas después despegaría con destino a la ciudad de Toluca capitaneado por José López, quien dos días antes había contactado a su copiloto para realizar el viaje Vamos a México, amigo Es un vuelo de carga y habrá buena paga, le dijo López a Vázquez Guerra, sin darle mayores detalles José López amarró el trato con Vázquez, previo arreglo económico: le ofreció 200 dólares por hora Además, le daría 250 dólares diarios, más viáticos y trato especial a su llegada a México, como hospedaje en hotel de lujo, entre otras atenciones Y enseguida, el capitán López entregó a su compañero 2 mil 500 dólares como adelanto por sus servicios Cerca del mediodía, los pilotos se dirigieron al avión DC-9 matrícula N900SA, que estaba en el aeropuerto venezolano Vázquez Guerra realizó las revisiones de rigor: verificó las llantas, midió la cantidad de combustible, recorrió la aeronave para verificar si no tenía golpes o alguna avería y luego subió a la cabina, donde se encontraba el capitán José López, presunto contacto de los narcotraficantes receptores de la droga Al mirar hacia el lado izquierdo del pasillo, Vázquez Guerra observó que esa área se encontraba atiborrada de maletas azules y negras Según afirma en su declaración ministerial, no preguntó nada sobre su contenido y enseguida se acomodó en su asiento Prendieron las turbinas del aparato; aparentemente, no presentaba ninguna falla En México, se afinaban los detalles para recibir la droga Con varios días de anticipación, al menos cuatro agentes de la PFP, actualmente prófugos y cuyos nombres se mantienen bajo reserva, realizaron diversas maniobras Presuntamente por instrucciones superiores, negociaron el otorgamiento de facilidades para el aterrizaje del avión en algún aeropuerto del país donde las revisiones no fueran tan rigurosas o se pudieran evadir El nombre de uno de los agentes, que en los primeros días de abril fue visto por testigos en las terminales de Toluca, Monterrey y Ciudad del Carmen, Campeche, es Policarpio En la investigación se le describe como un sujeto de unos 34 años, gordo y de tez morena, quien tuvo frecuentes acercamientos con policías fiscales y militares, con el objeto de llegar a un arreglo económico para permitir el aterrizaje de la aeronave con la droga Según se asienta en la averiguación, los ofrecimientos económicos habían resultado insuficientes para comprar la protección Algunas horas previas al despegue del DC-9, el agente ofreció a elementos de la Policía Fiscal hasta mil 500 dólares por cada kilogramo de cocaína, pero no tuvo éxito Según se desprende de la indagatoria, los policías rechazaron la oferta bajo dos argumentos: les pareció poco el dinero y consideraron demasiado riesgosa la operación Pese a ello, tampoco denunciaron el hecho Los movimientos Casi al mismo tiempo que se gestionaba la protección en las terminales aéreas mencionadas, el 10 de abril agentes de la PFP arribaron al aeropuerto de Campeche y mostraron una actitud extraña, según declaró José Ángel Uc May, quien días antes había sido comisionado, con otros militares, como canófilo (inspector apoyado con un perro) en dicha terminal aérea Ante la SIEDO, dijo: Que tiene aproximadamente 10 días que fui comisionado como canófilo en el aeropuerto de Ciudad del Carmen, Campeche, en compañía de siete elementos más del Ejército Mexicano, siendo mi función como canófilo manejar al canino de nombre Destreza y con él revisar las maletas de los pasajeros, cuando se trata de un avión mexicano, pero en el caso de aeronaves extranjeras se revisan tanto el avión como las maletas, esto con la finalidad de detectar algún tipo de droga Según su testimonio, un día antes del aterrizaje del DC-9 llegó al aeropuerto de Ciudad del Carmen otro avión, un Falcon piloteado por Fernando Poot Pérez y Marcos Pérez de Gracia, ambos empleados de la Comisión Nacional del Agua (CNA) Pero lo más extraño -dijo el testigo- fue el comportamiento de algunos agentes de la PFP en dicha terminal aérea Así lo refiere: El lunes 10 de abril del año en curso, siendo aproximadamente las cuatro de la tarde, me percaté de la presencia en el aeropuerto de tres personas del sexo masculino, de las cuales una de ellas iba con camisa de botones color blanca, con una estrella en la bolsa delantera derecha, con pantalón oscuro, identificando a dicha persona por el uniforme de la Policía Federal Prevenida, de estatura media, gordito, tez morena, el cual recuerdo conocí días antes en el aeropuerto de Campeche y portaba el mismo uniforme y el cual al platicar conmigo me empezó a preguntar acerca del canino que estaba bajo mi resguardo; qué aromas identifica, que si tenía grabados el aroma de la orina, mariguana y cocaína, a lo que le manifesté (que) sí, y luego él me empezó a decir que ellos tenían un perro que identificaba dichos aromas En la misma terminal aérea se encontraba otro agente de la PFP que fue visto, muy nervioso, un día antes del aterrizaje del DC-9 Se movía de un lado para otro, hablaba con la gente y con personal de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), a quienes hacía preguntas Este policía es descrito por Uc May como de tez morena y de 170 de estatura Y respecto de su comportamiento, el testigo afirma: También entabló plática conmigo, pero sus preguntas tenían el mismo sentido que la otra persona Posteriormente me alejé de dichas personas y caminé hacia donde estaban mis compañeros En el camino me topé con otro uniformado que también se mostraba sospechoso y hacía preguntas raras Todos se habían identificado como agentes de la Policía Federal Preventiva Luego me empezó a preguntar que si era la perra con la que siempre andaba, a lo que le manifesté que no era mía y que me la habían dejado de encargo, diciéndome que si él me guardaba una muestra (de cocaína) la detectaba, a lo que le señalé que sí, pero que no le tenía mucha confianza Me alejé de ellos y luego se volvieron acercar Luego se despidieron y no se les volvió a ver en el aeropuerto Jorge Pérez Ochoa, otro funcionario del aeropuerto de Campeche, dijo que en vísperas del aterrizaje del DC-9 se presentó al aeropuerto Ramón González Virgen, quien manifestó ser miembro del área de Inteligencia de la PFP El motivo de su presencia, dijo, era instalar un servicio para registrar los aterrizajes, y señaló que necesitaba hablar con todos los funcionarios de la terminal También declaró que lo acompañaban dos agentes más, pero que no estaban debido a que en el hotel Hacienda Real, donde se hospedaron, les habían robado un portafolio A las 12:00 horas -tiempo de Vene-zuela-, despegó el avión DC-9 con 128 maletas repletas de cocaína con destino a la ciudad de Toluca El agente de la PFP mencionado en las investigaciones como Policarpio aún no tenía la certeza de que la operación estuviera arreglada en dicha terminal aérea: la Policía Fiscal no había querido entrar al negocio y, al parecer, algunos militares adscritos ahí también habían rechazado la oferta económica Ante las dificultades que se presentaron, los pilotos del DC-9, que ya habían despegado, presuntamente fueron advertidos de ello en Toluca y tuvieron que regresar a Maiquetía, con el pretexto de que la aeronave tenía una falla en el tren de aterrizaje La reparación demoró varias horas, aunque existe la sospecha de que sólo se trató de una maniobra para dar tiempo a que se realizaran los arreglos en México Entonces se puso en operación la segunda fase del plan: evitar que la Policía Fiscal -responsable de los vuelos internacionales- revisara el avión DC-9 Para ello, la aeronave tendría que realizar una escala en algún aeropuerto mexicano a fin de que el vuelo fuera registrado como nacional para seguir su itinerario hacia Toluca y entregar la droga En principio, se pensó que la terminal de Mérida, Yucatán, sería la idónea, pero de última hora decidieron bajar en Campeche Ante tantos cambios de ruta -los cuales sólo se realizan por fallas mecánicas o por violaciones a la ley; en este caso, todo indicaba que se trataba de lo segundo-, la aeronave fue detectada por los radares de intercepción y fue así como la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) mantuvo bajo observación su trayectoria sospechosa El cambio de ruta hacia Campeche fue la razón, de acuerdo con la investigación de la PGR, de que el avión Falcon 20 despegara de Toluca el domingo 9 de abril con cuatro pasajeros a bordo, quienes fueron recogidos en Santa Fe Dicha aeronave era piloteada por Fernando Poot Pérez y Marcos Pérez de Gracia, pilotos oficiales de la Comisión Nacional del Agua (CNA) Dichos pasajeros iban a esperar la droga que venía en el DC-9 El avión aterrizó el domingo 9 de abril a las 18:00 horas Los pilotos se reservaron los nombres y la nacionalidad de las personas a quienes transportaron, según denunció a la PGR Luis Alfonso Canto de Gante, empleado adscrito a la comandancia del aeropuerto De acuerdo con Canto de Gante, Poot Pérez y Pérez de Gracia dijeron que saldrían ese mismo día hacia Toluca El funcionario de ASA les indicó que los esperaría hasta las 19:00 horas para que le confirmaran su salida y cobrarles los derechos correspondientes Cuando se imprimía la forma de pago, ordenaron cancelar la extensión Saldrían el lunes 10 a las 9:00 horas Sin embargo, ese día acudieron al aeropuerto hasta las 18:30 horas para presentar su plan de vuelo (Campeche-Toluca); decidieron que su salida sería a las 21:00 horas Dice Canto de Gante: Estábamos haciendo ese trámite (y) se acercó una persona de camisa verde, tez morena, cabello rubio, de unos 40 años, robusto, el cual me indicó que iban a recibir otro vuelo procedente de Mérida, Yucatán, con matrícula americana La aeronave, añadió, sólo haría una escala técnica para recargar combustible y seguir hacia Toluca En realidad, el aterrizaje formaba parte del plan de convertir en nacional el vuelo y evadir las revisiones al llegar a su destino final Cuando el funcionario de ASA avisó a la Torre de Control que llegaría el DC-9, le respondieron que la aeronave se encontraba a cinco minutos de aterrizar y que una de sus llantas venía echando humo Por ello, dijo el representante de ASA, la torre autorizó el aterrizaje porque las personas con las que se comunicó le dijeron que ya habían legalizado la internación de dicho vuelo a Mérida, Yucatán Sin embargo, indicó el mismo funcionario, eso no era cierto, pues lo que pretendían era pagar los derechos aeroportuarios en dólares, a lo que él, sostiene, se negó debido a que esa entidad no recibe moneda extranjera El sujeto de cabello rubio dijo entonces que buscaría al capitán del Falcon para cambiar el dinero; pero había otro problema: al aterrizar, el avión DC-9 sufrió un desperfecto en una manguera de los frenos Ante tantos movimientos extraños, pocos usuales en su rutina diaria, Canto de Gante telefoneó al Ministerio Público Federal y de inmediato el aeropuerto fue acordonado por agentes federales y militares Antes, la DEA -como siempre ocurre en México- ya había alertado del aterrizaje de la aeronave con droga Los pilotos del DC-9 se percataron del problema en el tren de aterrizaje En la cabina, José López le dijo al copiloto Vázquez Guerra que iría a realizar el plan de vuelo y el papeleo para Toluca Ya no lo volvió a ver En esos momentos, llegaron elementos del Ejército, subieron al avión, revisaron las maletas y confirmaron que estaban llenas de cocaína El copiloto venezolano fue detenido y se deslindó de la operación, pues negó haber hecho el plan de vuelo y dijo desconocer quiénes eran las personas que los esperaban en Campeche En sus declaraciones ministeriales, los pilotos del Falcon 20, Fernando Poot Pérez y Marcos Pérez de Gracia, negaron tener vínculos con el DC-9, aunque aceptaron que realizaban vuelos privados sin autorización de sus jefes de la CNA Pérez de Gracia dijo que fue piloto del cantante Marco Antonio Solís; en el interrogatorio al que fue sometido por la SIEDO, entró en crisis nerviosa y manifestó que no quería seguir contestando preguntas Curiosamente, las investigaciones del caso se reactivaron después de las elecciones del 2 de julio Una vez que ya se cumplieron los tres meses de arraigo a los que fueron sometidos los implicados en el caso, el lunes 10 la PGR consignó el expediente respectivo ante un juzgado federal de Toluca l

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