Líbano: La impiedad
NICOSIA, Chipre ? En la guerra desigual que mantienen contra Líbano, las fuerzas armadas israelíes realizan bombardeos sistemáticos no sólo contra blancos militares, sino contra centros de producción alimentaria El objetivo es "hambrear" a los libaneses, denuncia la ministra de Asuntos Sociales del país árabe, Nayla Moawad, en tanto que la Organización de las Naciones Unidas califica la situación de "catastrófica"
Más de de una semana después del inicio de los ataques israelíes, el 70% de la población del sur de Líbano ?bastión de Hezbollah? había huido de sus casas, según reportó la policía libanesa Fue una reacción natural ante la amenaza del gobierno de Israel: vaciar los pueblos de esa región para impedir que la milicia chiita utilice a los habitantes como escudo para lanzar misiles hacia el norte del país hebreo
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó ya el grito de alarma: más de medio millón de personas han sido desplazadas Esta gente abandonó sus propiedades y sus empleos, en tanto que las instituciones libanesas reconocen que no tienen capacidad para atender las necesidades básicas de alimentación y salud La ONU califica la situación de "catastrófica"
Nadine, Liliane, Bruno y Habit son cuatro ciudadanos libaneses cuya vida se ha trastocado por los ataques de las fuerzas armadas israelíes
Habit cuenta que los suburbios del sur de Beirut ?de población mayoritariamente chiita? se han convertido en una "ciudad fantasma" Por ejemplo, indica, el barrio Haret Kreik ?donde se encontraba el cuartel general de Hezbollah y la sede de su televisora, Al Manar? está completamente destruido: los edificios, las casas, los centros comerciales? todo Placas de hormigón cubren las calles Algunos automóviles reducidos a chatarra asoman entre los escombros Volutas de humo se levantan hacia el cielo veraniego de Beirut
El mismo joven chiita, de 24 años, dice que las zonas cristianas del país, consideradas como más seguras, están atiborradas de gente Las escuelas y los jardines públicos se han convertido en improvisados refugios que son rápidamente rebasados por la cantidad de personas que quieren permanecer en esos lugares "Cada familia tiene cuatro, cinco o seis hijos", comenta a su vez Nadine, una joven de 21 años de edad
Según Bruno, de 28 años, hay dos tipos de refugiados: los que se buscan sitio en una escuela pública o con otras familias, y los que tienen dinero y pueden pagar una renta en pueblos de las montañas, donde creen que no habrá bombardeos En estos poblados, que hace poco tenían escasos habitantes, "ahora hay miles de desplazados" Allí, "la renta se ha triplicado: subió de 300 a mil dólares Es imposible que una familia libanesa de clase media pueda pagar esta renta Así que ahora las familias se apiñan en una sola casa", explica Bruno a la revista Proceso, que amplía esta historia en su número 1151