¿Será así?

lunes, 3 de julio de 2006 · 01:00
México, D F, 3 de julio (apro)- ¡¡¡Sorpréndete!!! ¡¡¡Admirable!!! (así, con tres signos de admiración por delante y otros tres por atrás, pues el hecho lo merece) es, a mi parecer, el benéfico influjo del poder sobre algunos humanos? Me refiero a esas persona, hombres y mujeres que se hacen no solamente ricos, sino inmensamente ricos? cuando alguno de sus parientes o un su muy buen amigo ejercen el poder político? ¡y lo hacen con insólita rapidez! Porque la neta, estimados lectores, esta es una verdad que, como el Sol, no se puede tapar con un dedo y que ocurre en todos los países, así en los del llamado de primer mundo como en sostenidos por pobres, en los considerados en desarrollo como en los denominados emergentes, como lo confirma la frecuencia de escándalos que desencadena este hecho en todos ellos ¿Lo pueden negar? Lejos está de mi intención, ¡Dios me libre de ello!, de querer explicar tal hecho por los impulsos que mueven a los frustrados y resentidos; de los que dicen que se deben al nepotismo, a ese acto de corrupción que consiste, por parte de las personas en el poder político, en favorecer a los parientes, en el grado que lo sean, con ventajosos empleos en la administración pública? o haciéndoles llegar o permitiéndoles el acceso a información privilegiada, con lo que les convierte en avisados agentes del tráfico de influencias o a privilegiarlos que, con ello, se conviertan en los más favorables y seguros vencedores en licitaciones de jugosos contratos en la administración y/o en la obra pública Dios me libre, repito, de semejantes razones Como hombre moderno que soy, o sea, neoliberal y partidario de la globalidad, que quiere liberarse de esa nefasta herencia, la de la vieja cultura del pasado que fomentaba el odio a la propiedad? claro, mientras no fuera la propia; que, por otra parte, incitaba a la envidia de los legítimos éxitos del prójimo y que ofrecía el fácil y cómodo escape a la responsabilidad del fracaso en las acciones personales adjudicándolo a la aviesa actividad de otros Por esto y como globalófilo y neoliberal que me empeño en ser, considero improbable que el súbito enriquecimiento de algunos lo deban al llamado "amiguismo" Tampoco concibo y menos creo, como globalófilo y neoliberal, en los "hombre de paja", a los conocidos como "prestanombres", en los que dan su nombre y apellido para enmascarar, y así legitimar e incluso legalizar, fortunas mal habidas por otros? generalmente políticos poderosos ¿Pero porqué pensar mal por ello? Reflexionen y comprobarán que este hoy en que vivimos, de globalidad neoliberal, al estimular la iniciativa individual y la libre competencia propicia el enriquecimiento aunque a veces de manera inequitativa? tengan en cuenta que la globalidad neoliberal, con eso de la libre empresa y la libre competencia, poderoso instrumento de la búsqueda del máximo beneficio con la máxima eficiencia, con el menor esfuerzo, al que todo humano es proclive, establece, fomenta, hace posible y hasta legaliza los casos de fabuloso enriquecimiento Y no olviden que la globalidad neoliberal, al ser una manera de ver e interpretar al mundo y a la historia desde el punto de mira de la economía, lo mismo hace con la política, la cultura e incluso la moral En la práctica, ¿no admite que lo que no está prohibido, esta permitido? En la práctica, ¿no justifica y hasta legitima acciones que pueden ser inmorales, pero no ilegales? ¿O acaso no explica enriquecimientos como los citados e, incluso, los legaliza, diciendo que son el resultado de actos que pueden ser atípicos, pero no ilegítimos? ¿Entonces? A lo anterior hay que añadir que la globalidad neoliberal que hoy vivimos, tiende a favorecer, y favorece, no a los más sino a los menos? ¿Pues no, según estadísticas de reconocidas instituciones internacionales constatan que en la misma se está concentrando cada vez más la riqueza en menos manos? Por lo expuesto, digo y sostengo que el único defecto que se les puede reprochar a los políticos en candelero con parientes con tanta habilidad, con tanta iniciativa y competencia que los convierte en genios financieros capaces de lograr ingentes fortunas en poco tiempo, es que no los nombren secretarios o ministros de economía de sus países, por el bien del interés colectivo ¿No les parece una buena idea? ¿Qué dicen? Espero que la presente les sirva para que reflexionen, comprendan mejor la globalidad neoliberal en la que hoy respiramos y ello les ayude a ser ciudadanos modernos Sin más por el momento, de ustedes su seguro servidor El Tío Lolo

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