Divino Pastor Góngora
México, D F, 31 de julio (apro)- En 2001, el estreno de Divino Pastor Góngora, monólogo escrito por Jaime Chabaud, actuado por Carlos Cobos y dirigido por Miguel Ángel Rivera, causó polémica por la mención en el texto de un personaje virtual: el censor Diego Fernández de Zevallos (quien sí existió, según consta en el Archivo General de la Nación), y que en la obra de Chabaud persigue a un actor por dar lo mejor de sí en una obra supuestamente subversiva
Sin embargo, este dato anecdótico, relacionado con el conocido político panista, homónimo de aquel censor, pronto pasó a un segundo término ante la calidad de la puesta y el extraordinario desempeño escénico de Carlos Cobos, para que brillara exclusivamente el valor teatral de este trabajo que representará a México en el Fringe Festival de Edimburgo, en una temporada que se realizará del 7 al 26 de agosto próximo en el complejo de teatros Pleasance Dome en Edimburgo, donde ofrecerá 18 funciones
Cobos encarna a 12 personajes, baila y canta con el público, representando la tragicómica historia de Divino Pastor Góngora, un actor del México colonial que, después de acariciar la fama, huye perseguido por el mencionado inquisidor
El espectáculo nos presenta la caída de éste ficticio actor de la Nueva España del siglo XVIII Se le acusa de compartir la vida licenciosa que en la época se atribuía a los artistas del teatro También, de traidor, al participar en los primeros círculos de conspiradores por la independencia de México En su azarosa huida, Pastor Góngorarepresenta, narra y canta en humildes poblados y mesones, fragmentos de su alucinante vida teatral, junto a sainetes, canciones y otros versos, originales de la época, que nos revelan a un actor virtuoso, pero también a un divertido antihéroe enamorado y sensual
En el espectáculo se integran textos del México Colonial como El alcalde Chamorro, de José Macedonio Espinoza, censurado en la época por su pasajes de erotismo exaltado y festivo; El cantar del preso, de autor anónimo, también censurado por la Inquisición, y el soneto Ante el cadáver de una actriz, de Luis de Sandoval y Zapata
No obstante las referencias históricas, el unipersonal de Divino Pastor Góngora es una puesta en escena contemporánea que disloca la unidad espacio-temporal Plantea varios planos de representación y lleva a Cobos a expandir los límites de su reconocido talento Un espectáculo que imagina y fantasea al mundo teatral novohispano, a uno de sus actores, y reflexiona sobre el valor lúdico, erótico y libertario del teatro, para dar paso a la magia, ese elemento tan ausente de nuestros escenarios
En este sentido, Divino Pastor Góngora es una celebración del teatro a través de un actor que, metido en una celda, lleva al espectador, a partir de sus minuciosos recursos expresivos, al Coliseo Nuevo, a un pueblo en la legua, para cantar y hacer cantar al público Es, definitivamente, una puesta hecha en el cuerpo del actor
La obra (traducida hasta ahora al checo, portugués, francés e inglés) ha probado su eficacia ante el público en escenarios como Festival de las Artes, en Cali; el Festival Internacional de Manizales; el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, y el Festival Don Quijote de París, además de las más de 250 funciones en diversos foros de México