Madrid, 31 de julio (apro) - "No me preocupa nada", contestó escuetamente el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado 25 de julio, al ser interpelado acerca de las declaraciones reiteradas del embajador de Israel en Madrid, Víctor Harel, quien dos días antes dijo que las relaciones entre España e Israel "no se encontraban en su mejor momento", y quien con posterioridad había calificado de "infames" las declaraciones públicas de José Blanco, secretario de Organización del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Blanco había declarado: "No se ataca a Hezbollah, sino a todo un país Los muertos civiles en Líbano son un objetivo buscado, no daños colaterales"
Tal enfrentamiento verbal fue uno de varios que sostuvieron la embajada israelí y el gobierno español, que de manera aparente se saldó el pasado 25 de julio, después de una llamada telefónica de Blanco a Harel, en la que el dirigente socialista español "contextualizó" sus palabras, pero sin ofrecer la rectificación exigida por la legación diplomática hebrea
El embajador declaró que se había puesto "punto final" a la cuestión y aseguró contar con la activa participación española para resolver el conflicto, especialmente por la aportación que podría realizar el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien durante muchos años fue el representante especial de la Unión Europea en Medio Oriente, y a quien Harel considera "el mejor conocedor europeo de la situación en esta zona"
La posición española parece muy firme El presidente Rodríguez Zapatero ofreció su respaldo a las declaraciones de Blanco Dijo: "el partido (PSOE) cuando habla, habla siempre por boca del secretario de Organización"
Enfrentamiento verbal
La tensión entre ambos países inició el 13 de julio, un día después de que Israel comenzó sus ataques contra la Franja de Gaza y Líbano El secretario general del Partido Socialista en la Comunidad Autónoma de Madrid, Rafael Simancas, acusó al Estado hebreo de llevar a cabo "un genocidio"
El 19 de julio, durante su intervención en un acto internacional de las juventudes socialistas de diversos países, celebrado en Madrid, el presidente español censuró al gobierno de Tel Aviv por el empleo de "una fuerza abusiva" que "no permite defenderse a seres humanos inocentes" Argumentó, además, que la presión diplomática debería ser más intensa ante un país democrático, como es Israel, y que el resto de las democracias tenían la obligación de hacérselo saber: "Hay que decirles que por ahí no, que se equivocan", aseguró en ese acto
Aunque no deja de ser anecdótico, al finalizar el encuentro internacional, un muchacho de las juventudes de Al Fatah le colocó a Zapatero una kufiya (pañuelo tradicional árabe) sobre los hombros y se tomó una fotografía con él
El hecho fue interpretado por el Partido Popular (PP) como un gesto de "toma de partido" del presidente en un momento delicado
El pasado 20 de julio se vivió otro momento de tensión En el transcurso de un desayuno de trabajo realizado por el Foro Nueva Economía ?una organización empresarial en la que se debaten estrategias de desarrollo?, y ante la presencia del ministro español de Asuntos Exteriores y del embajador de Israel, el empresario judío español Mauricio Hatchwell Toledano (comerciante de petróleo y materias primas) tomó la palabra para protestar por lo que consideró "declaraciones anti?israelíes y antisemitas que no podemos tolerar", en clara referencia a las dichas por el presidente Rodríguez Zapatero
Ahí mismo, Moratinos respondió contundente al empresario: "No voy a tolerar, como gobierno socialista y como gobierno español, que indiques públicamente que el presidente del gobierno es antisemita Que sea la última vez que denuncies, condenes y te expreses de esa manera"
En el seno del PSOE se asocia directamente lo que sucede en Gaza y en Líbano con la estrategia estadunidense de guerra global contra el terrorismo, de la que Rodríguez Zapatero discrepa abiertamente De hecho, el presidente español hace gala de haber cumplido inmediatamente su compromiso electoral de retirar las tropas de Irak, medida apoyada por más de dos tercios de los españoles, según encuestas Para él, el saldo más destacable de esa invasión al país mesopotámico es "100 muertos al día"
Esta apuesta del PSOE por un papel diferenciado en la política internacional, en la que la Unión Europea como entidad parece quedar en tierra de nadie, es firme
La secretaria de Relaciones Internacionales de la Ejecutiva del PSOE, Trinidad Jiménez, aseguró a Apro: "Hemos estado junto a Israel cuando ha sido atacado y seguiremos a su lado para conseguir unas fronteras seguras y vías que conduzcan a la paz definitiva, pero la solución que ahora está buscando esta nación creemos que es errónea y que perjudica sus propios intereses Con esta actitud lo único que va a conseguir es incrementar, aún más, la violencia y la inseguridad en la zona"
Para la dirigente socialista, la actuación del gobierno español en esta crisis, exigiendo que "cesen los ataques", es lo único que cabe esperar de "un gobierno responsable", teniendo en cuenta, además, que Israel es "quien tiene una mayor capacidad en el uso de la fuerza"
Jimenez señaló que España sigue siendo un "actor fundamental para la paz", debido a que mantiene un "papel de moderación" España ?aseguró? es "uno de los pocos países con capacidad de interlocución, con Israel y con los países árabes"
El pasado 20 de julio se realizaron varias manifestaciones en diversas ciudades españolas para protestar contra los ataques israelíes a Gaza y Líbano Miles de personas se concentraron en las calles Fueron convocadas por varias organizaciones Destacaron el PSOE, Izquierda Unida y los dos mayores sindicatos nacionales: Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores Entre los numerosos asistentes se encontraban conocidos dirigentes pertenecientes a la Ejecutiva socialista
Incluso, el 24 de julio el expresidente Felipe González, bajo cuyo mandato se establecieron las relaciones diplomáticas con Israel ?el régimen de Franco jamás reconoció al Estado hebreo?, calificó de "error" la actitud israelí y aseguró que este país practica "un nacionalismo con un componente étnico?religioso excluyente"
EL PP, pro?israelí
El PP, por su parte, criticó abiertamente la posición del gobierno Su líder, Mariano Rajoy, opinó que el presidente Rodríguez Zapatero había convertido a España en "el primer país de la Unión Europea que organiza una manifestación tan ridícula, tan grotesca, tan antigua y tan paleta"
Otros dirigentes del PP se sumaron a la calificación de "antisemita" hacia el presidente del gobierno Pero el expresidente José María Aznar fue más lejos Entrevistado por la BBC británica el 23 de julio, dijo estar convencido de que Israel debía ser un país integrante de la OTAN, y que, "si fuera necesario", apoyaría que fuera la propia Alianza Atlántica quien bombardeara Líbano
Tampoco se quedó atrás el portavoz del PP en el Parlamento Nacional, Eduardo Zaplana, quien acusó al PSOE de "convocar manifestaciones antisemitas"
"Ya sabíamos que Zapatero se había convertido en un presidente exótico, tipo (Hugo) Chávez o (Fidel) Castro, pero fuera de España no se sospechaba que sus meteduras de pata o salidas de tono podían ser tan alarmantes", dijo
Curiosamente, hace cuatro años, cuando Zaplana era presidente del gobierno de la Comunidad Autónoma Valenciana, se pronunció en sentido contrario En aquella época Valencia albergaba la cumbre de los entonces 15 ministros de Asuntos Exteriores de la UE, así como de los 12 de los países de la ribera sur del Mediterráneo (todas ellas naciones árabes) En un momento de recrudecimiento de la tensión entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina, con constantes incursiones de castigo hebreas sobre los territorios ocupados, Zaplana declaró: "El continente de la civilización (Europa) no va a consentir que un pueblo, sea cual sea, e independientemente de la valoración de sus errores, de sus dirigentes o de las responsabilidades de cada uno, vaya a desaparecer () Somos los garantes de la pervivencia del pueblo palestino, como Europa lo fue en otro momento de otro pueblo perseguido en la II Guerra Mundial ?en referencia a los judíos? () La Unión Europea tiene la obligación de inmiscuirse en la solución de este conflicto"
En mayo pasado se cumplieron 20 años del inicio de las relaciones diplomáticas entre España e Israel Hubo diversos actos conmemorativos al más alto nivel en varias ciudades españolas Sólo dos meses después, estas relaciones se tambalean, y pese a la obligada formalidad en las declaraciones que anuncian "total normalidad y cordialidad", las distancias crecen cada día
España, junto con Francia, son las más claras defensoras de una solución que contempla un alto al fuego inmediato e incondicional Tal propuesta se encuentra en el extremo opuesto de la posición estadunidense e israelí España también pide la interposición de fuerzas internacionales, incluso al margen de la OTAN, integradas fundamentalmente por tropas provenientes de países europeos, bajo mandato exclusivo de las Naciones Unidas
Paradójicamente, el mismo día en que tenía lugar la conversación telefónica entre el número dos del PSOE, José Blanco, y el embajador israelí en Madrid, Víctor Harel, la aviación hebrea bombardeó una sede de Naciones Unidas en Beirut, provocando la muerte de cuatro observadores internacionales
Por si quedaba alguna duda acerca de un posible cambio en la posición española, fue el mismo José Blanco quien, nada más conocerse la noticia del ataque a la sede de la ONU, aseguró: "Después de escuchar a Kofi Annan, después de saber que la ONU pidió a Israel que dejara de bombardear su base en Beirut, uno se sigue haciendo la misma pregunta: ¿se buscaba el daño colateral, o al fin y al cabo era un objetivo con un fin?" En un conflicto en "el que todos los días vemos mujeres llorando y niños con sangre"
Para Blanco queda claro que la reacción israelí es "desproporcionada"
En un céntrico bar madrileño, un grupo de turistas escoceses contemplaba un noticiario en televisión en el que se daba cuenta del conflicto y de la posición española Comenzaron a comentar con algunos españoles a su alrededor Uno de ellos dijo: "El alcalde de mi ciudad
?Glasgow, Alex Mosson? es socialista, pero socialista de Zapatero, no de Tony Blair"