Chile: Mehuín contra Goliat

lunes, 28 de agosto de 2006 · 01:00
Valparaiso, Chile, 28 de agosto (apro) - Un enfrentamiento de insospechadas consecuencias se está produciendo entre miles de pescadores del sur de Chile y la familia Angelini, dueña de Forestal Arauco, a raíz del intento de ésta última de evacuar en el mar los deshechos no tratados de la planta Valdivia, de su propiedad El conflicto se agrava aún más, debido a que los pescadores se han mostrado dispuestos a todo con tal de preservar su hábitat A través de un ducto de 35 kilómetros, se quiere transportar 950 litros por segundo de deshechos químicos, que en 2004, al ser depositados en el Río Cruces, provocaron en sólo unos meses la destrucción del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter La colonia de cisnes de cuello negro más grande del mundo, que habitaba allí, sucumbió ante el embate de masas enormes de sulfatos y deshechos clorados El Santuario Anwandter era un humedal de importancia internacional adscrito a la Convención Ramsar El Estado chileno tenía el compromiso de mantener sus condiciones ecológicas, según convenio firmado en 1981 y que es ley de la República No sólo los cisnes murieron Centenares de especies vegetales y animales fueron afectadas El daño es irreparable Tanto o más grave fue el aumento de la mortalidad entre las personas, debido a enfermedades bronco-pulmonares El aire se hizo irrespirable en los sectores aledaños y su mal olor es perceptible a 60 kilómetros de distancia, dependiendo de los vientos La pestilencia y las imágenes de las hermosas aves agonizantes calaron hondo en la comunidad valdiviana, la que masivamente se movilizó para exigir el cierre de la planta Aunque en enero de 2005 la planta ?que produce pasta de papel-- fue clausurada por resolución ambiental durante poco más de un mes, actualmente se encuentra operando Sin embargo, está obligada a encontrar a la brevedad un nuevo lugar donde evacuar sus deshechos tóxicos: puede hacerlo en el Río Cruces hasta diciembre de 2008 El presidente Ricardo Lagos ?cuyo gobierno en todo momento apoyó a la Celulosa--, poco antes de dejar el cargo, dijo que los contaminantes debían ir al mar El desastre del santuario Anwandter y el conflicto de Mehuin están poniendo en jaque la institucionalidad ambiental chilena, la cual se ha mostrado ineficaz para frenar el daño provocado por un modelo depredador de las riquezas naturales Los orígenes En 1995, la Celulosa Arauco del grupo Angelini, hizo público su interés por instalar en Valdivia --ciudad fluvial ubicada a 800 kilómetros al sur de Santiago--, una fabrica de celulosa, que sería la más grande de Sudamérica La inversión estimada: mil 500 millones de dólares La Comisión Nacional de Medio Ambiente ofreció a la Celulosa dos posibilidades para arrojar los residuos industriales líquidos: el río Cruces, previa purificación de los fluidos, o simplemente arrojar los deshechos en el mar La empresa optó por la segunda alternativa Era más económica Sólo tendría que construir un ducto hasta Mehuín, ubicado a 35 kilómetros de la Planta En mayo de 1996, los pescadores de Mehuín ?localidad de campesinos y pescadores de mil 700 habitantes--, conocieron los planes de Arauco, compañía que se disponía a realizar mediciones para su Estudio de Impacto Ambiental (EIA), el cual es requerido por ley La comunidad decidió impedir las mediciones Consideraron que la institucionalidad ambiental chilena era permeable al cabildeo de las empresas y que los EIA eran un mero formalismo: casi sin excepción son aprobados Arauco ofreció el oro y el moro: mejorar la escuela y el liceo de la localidad, hacer un nuevo muelle a los pescadores, comprarles a éstos herramientas y motores para sus lanchas La comunidad no aceptó Por el contrario, los habitantes de la zona, en su mayoría habitada por el pueblo originario mapuche-lafquenche, formaron el Comité de Defensa del Mar, que agrupó no solo a los habitantes de Mehuín, sino a buena parte de las poblaciones costeras del sur de Chile, desde Concepción hasta Chiloé Arauco intentó hacer las mediciones de manera secreta Sus enviados fueron descubiertos y expulsados Entonces, optaron por hacer las mediciones en contra de la voluntad de la comunidad Ésta se opuso En agosto de 1997 se verificó lo que se ha conocido en el mundo del ambientalismo, como el combate naval de Mehuín Un centenar de funcionarios técnicos y marineros contratados por Celco intentó llegar a la zona de prospecciones en dos barcos que portaban lanchas Zodiac Fueron detectados por los vigías, quienes dieron la alerta Pescadores de varias localidades salieron a hacerles frente armados de hondas y palos Atacaron a los invasores Hubo enfrentamientos y heridos Después de varios intentos, la empresa desistió Este triunfo de los pescadores de Mehuín es considerado emblemático por las comunidades en conflicto con empresas contaminantes Batalla por la vida La historia se repite Celulosa Arauco otra vez acecha la zona lafquenche (gente del mar, en mapudungun, el idioma de los mapuches) Estima que ésta vez podrá hacer los estudios técnicos que permitan conocer el lugar adecuado para ubicar el ducto y obtener la aprobación ambiental Pero la oposición es total Sindicatos pesqueros de regiones del sur de Chile han enviado contingentes, que por mar y tierra han partido a la zona del conflicto, para unirse a la lucha de los "combatientes de Mehuín", como ya se les conoce Arauco también ha pedido apoyo Y es la Marina de Guerra (Armada) del Estado de Chile quien se lo ha brindado El pasado 15 de agosto, dos remolcadores contratados por Arauco a la empresa Ultragas, el Pangui y la Pulli, llegaron al sector de Chan Chan escoltados por dos lanchas patrulleras de la Armada: La Antofagasta y la Chiloé De lejos, un buque de gran calado, también de la Marina, seguía la maniobra Fueron avistados por los vigías del comité, quienes hicieron sonar las sirenas que tenían dispuestas "En 20 minutos ya estaban levantando la defensa del mar cerca de 50 embarcaciones", según relató el presidente de la Federación de Pescadores de Mehuín, Joaquín Vargas, en entrevista con Apro "Impedimos el paso de los remolcadores con nuestras lanchas, les tiramos piedras, todo con tal que no pusieran sus instrumentos", detalló Los pescadores saltaron al abordaje de los remolcadores y con cuchillos rompieron los botes Zodiac y destruyeron el instrumental que había a mano Los marinos salieron en ayuda de los funcionarios de la empresa Intentaron reducir a los pescadores con disparos y abordando sus botes No pudieron Fueron repelidos a palos y pedradas Vargas cuenta que tres días estuvieron en esto cuando les llegaron más refuerzos por mar Dice que hubo numerosos heridos entre sus hombres En tierra, mientras tanto, unos 500 pobladores impedían la entrada al pueblo de autobuses y vehículos lanza agua de la policía, enviados de Temuco con el fin de someter a la población Otra vez vencieron los pescadores Los remolcadores y el personal de la Armada y de la policía abandonaron la zona Pero el conflicto está latente En cualquier momento se espera una nueva arremetida de la Celulosa Arauco Vargas criticó la actuación de la Armada, puesto que, dijo, se puso del lado de Arauco Piensa que no habían razones legales, "ni de ningún tipo", para que actuaran como lo hicieron Y manifiesta que "costará mucho que los pescadores volvamos a confiar en la Armada" Ésta institución castrense emitió, el 16 de agosto, un comunicado en el que reconoce su participación en ese operativo Señala también que actuaron en cumplimiento de una orden emitida por la fiscal de San José de la Mariquina, Paola Varela Expresaron que los disparos que hicieron fueron posteriores a los realizados por los pescadores Vargas negó esta acusación: "Nosotros no utilizamos armas de fuego ni (bombas) molotov, que es lo que pretenden que hagamos, para después aplicarnos la ley antiterrorista y meternos a todos presos" Señala que los pescadores han dejado de trabajar para dedicarse a las tareas de protección, pero cuenta que han recibido un apoyo de muchas personas y que están "dispuestos a hacer ese esfuerzo, no solamente por el bienestar de Mehuín y de la gente de la costa, sino por el bien de todo nuestro país" Dice que, según la Constitución, es responsabilidad del Estado "proteger que las personas vivan en un ambiente libre de contaminación", pero estima que en Chile "el Estado se ha quedado ciego ante lo que sucede, por lo que hemos tenido que salir nosotros a cuidar nuestro ambiente Y lo hacemos con mucho sacrificio "Vamos a ganar esta lucha cueste lo que cueste", augura Vargas Las forestales En el proceso de contrarreforma agraria que sobrevino después de la caída del gobierno de la Unidad Popular (1973), y gracias al apoyo de la dictadura de Augusto Pinochet, dos grupos económicos --Matte y el Angelini-- expandieron su producción forestal Inmensas porciones de terrenos les fueron entregadas y muchas otras pudieron adquirir gracias a subsidios estatales a la producción de especies exóticas --no originarias de Chile--, como el pino radiata y el eucalipto Entre 1980 y 2004, los monocultivos forestales aumentaron de 220 mil hectáreas a 23 millones Las exportaciones de madera y celulosa en ese mismo periodo creció 13 veces, alcanzando en la actualidad los 3 mil 500 millones de dólares El resultado medioambiental de la irrupción del monocultivo forestal es simplemente desolador: parte importante de los cursos de aguas se han secado Las zonas aledañas a las plantaciones forestales se han vuelto inadecuadas para la agricultura e, incluso, para la vida humana La situación no ha cambiado mayormente desde la llegada de los gobiernos democráticos de la Concertación Los subsidios a las plantaciones forestales se mantienen y la gran propiedad crece sin freno Surgen nuevas plantas de celulosa que contaminan gravemente el entorno Sin embargo, la actitud de las comunidades ha cambiado Resisten cada vez con más fuerza Los mapuches han ocupado la primera fila en esta lucha En 1992, comandados por el werken (mensajero) Aucán Huilcamán comenzaron el proceso de recuperación de tierras, el que, con altibajos, se ha mantenido Enfrentamientos con carabineros, quemas de camiones y casas patronales, ocupaciones de fundos, bloqueos de caminos y denuncias en foros internacionales, han sido parte de esta brega Cerca de un centenar de mapuches paga con prisión o es actualmente procesado por revelarse ante la expansión forestal El Estado ha favorecido a las forestales La situación es tan crítica que ameritó la designación de un relator de Naciones Unidas, Rodolfo Stavenhagen, quien en un informe de 2004 cuestionó severamente el trato que el Estado de Chile da a los pueblos originarios Uno de los aspectos más criticados de su informe es el hecho de que la justicia chilena, a instancias del ejecutivo, halla juzgado como "terrorista" la lucha de los mapuches por la obtención o recuperación de tierras El informe reconoce que el Estado de Chile ha hecho un esfuerzo por adquirir tierras para los mapuches Sin embargo, considera que éste esfuerzo resulta insuficiente ante la magnitud del problema En entrevista con Apro, el economista de la Fundación Terram, Rodrigo Pizarro, pone en contexto el conflicto de Mehuín: el problema "es que nuestra institucionalidad ambiental no es apta para internacionalizar adecuadamente los conflictos territoriales y ambientales que se están produciendo" Y añade: "Lo que ocurre en la práctica es que aquellos que tienen mayor poder ejercen presión para generar una actividad económica y traspasar gran parte de los costos de ésta actividad a los sectores más vulnerables" En el caso de Mehuín, señala que "estamos observando el desarrollo de una actividad económica extremadamente contaminante que ya generó una catástrofe ambiental, y que se ha visto imposibilitada de solucionar sus dificultades, por lo que intentan traspasar los impactos ambientales a una comunidad cuya importancia económica es pequeña" Señala que se considera la visión económica, pero no el impacto "humano, social y cultural" El conflicto de Mehuín, a su entender, "instala y transparenta un debate de fondo sobre nuestra institucionalidad ambiental" Dice que éste caso es emblemático porque es una comunidad que se ha manifestado dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias en una confrontación violenta y organizada frente a una gran empresa" Pizarro piensa que el conflicto de Mehuín tiende a agudizarse e "inevitablemente va a terminar en actos de violencia"

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