UNAM, el gran elector
México, D F (apro)- Colocada nuevamente de forma positiva en el escenario internacional, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) llega a un nuevo proceso sucesorio que la coloca en una paradoja
Innegable impulsora de la democratización en México, sus métodos internos de designación de autoridades están lejos de ser abiertos y transparentes
Integrada por 350 mil personas, entre estudiantes, maestros y trabajadores, sólo 15 de ellos, agrupados en una obscura Junta de Gobierno, son los encargados de decidir quién habrá de reemplazar al rector Juan Ramón de la Fuente para el periodo 2007-2001
Desde hace 62 años, cuando el mundo entraba a la ya desaparecida "Guerra Fría", esa pequeña junta de "notables" ha tenido en sus manos la designación, aunque durante el régimen priista la decisión pasaba por el presidente de la República
Juan Ramón de la Fuente fue el último rector de ese régimen autoritario, pero la UNAM en nada ha avanzado en la democratización de su vida interna
Agotado el régimen presidencial del PRI, ahora el espacio para la designación del rector lo tiene De la Fuente, sobre todo después de su gestión reconocida como exitosa aún por sus críticos dentro de la Universidad
Bajo su rectorado se renovaron 13 de los 15 integrantes de la Junta de Gobierno, siete de los cuales participaron ya sea en su primera designación o lo ratificaron para un segundo periodo Por eso no es extraña la sospecha sobre la aspiración sucesoria de José Narro Robles, director de la Facultad de Medicina, y colaborador directo en los últimos 13 años de Juan Ramón de la Fuente, tanto en la secretaría de Salud, en el gobierno de Ernesto Zedillo, como en la UNAM
Sin duda, Narro tiene sus propias credenciales para llegar a la rectoría De los contendientes es el que conjunta la operación política, el conocimiento administrativo y el respeto profesional
Fue nada menos que negociador de la Rectoría durante los movimientos del Consejo Estudiantil Universitario, a principios de los noventa, y del Consejo General de Huelga, a fines de la misma década Primero en el rectorado de José Sarukhán y luego con De la Fuente
En dos ocasiones ha sido secretario general de la UNAM, además de funcionario público Sus propios interlocutores lo tienen como conciliador; pero los méritos que pueda tener en caso de llegar a la rectoría estarán eclipsados por la forma de designación, propia de un concilio vaticano, en el que el grupo de notables "ausculta" a la comunidad, entrevista a los aspirantes, decide candidatos y entonces designa a uno de ellos
Nada más antidemocrático y antiguo para una institución que pretende estar a la vanguardia en el siglo XXI
Si bien el rectorado que termina tenía la urgente tarea de estabilizar a la máxima casa de estudios del país después del paro de casi un año de 1999 y una vez logrado se empeñó en recuperar el prestigio internacional de la UNAM, la gestión de De la Fuente deja el gran pendiente de la discusión sobre la renovación de sus órganos de gobierno y formas de representación (12 de octubre de 2007)
Comentarios: jcarrasco@procesocommx