Ajedrez a la ciega

lunes, 15 de octubre de 2007 · 01:00
México, D F, 15 de octubre (apro)- Existen muchas modalidades de ajedrez Algunas son más recreativas que el ajedrez competitivo, donde los jugadores buscan, por todos los medios, vencer al rival Por ejemplo, existen las simultáneas de ajedrez, donde un avezado jugador (normalmente un maestro), juega al mismo tiempo contra 10, 20, 30 ó 40 competidores Aquí, los aficionados intentan vender al maestro de ajedrez, y en ocasiones un par de jugadores lo logran aunque, en general, los maestros ?gracias a su experiencia en el tablero? logran la mayoría de los triunfos También existen modalidades artísticas Por ejemplo, concursos de problemas y estudios en ajedrez, donde las ideas más sorprendentes, más sutiles, cobran vida en el tablero Es tan interesante esta forma de ajedrez que incluso hay grandes maestros de la composición ajedrecística Kasparián o Kubbel, por ejemplo, son dos de los compositores de problemas de ajedrez más importantes que haya tenido jamás el juego- ciencia Hay, sin embargo, otra modalidad de ajedrez, de la que se habla poco y quizá con razón Se trata de jugar el ajedrez a la ciega; es decir, sin tener a la vista un tablero con sus piezas Hay que considerar que si el tablero de ajedrez contiene 32 piezas y 64 casillas, quien juega "de memoria", sin ver el tablero, debe acordarse dónde están las piezas propias y rivales en cada momento Esto, dicen los psicólogos, se hace en la memoria de corto plazo, pues una partida de ajedrez es un evento dinámico que dura unas cuantas horas Si consideramos que hay estudios que indican que las personas comunes y corrientes pueden recordar hasta siete datos de una sola vez (es por ello que no es fácil recordar a la primera oportunidad un número de teléfono), entonces el jugar ajedrez apelando solamente a la imaginación de dónde están las piezas, puede considerarse una labor muy compleja, por decir lo menos Por ello, cuando se hace una demostración pública de alguien jugando una partida de ajedrez con los ojos vendados, no nos resta más que admirarlo Esta es la pregunta que surge: ¿es posible aprender a jugar a la ciega? Y si esto es así, ¿qué beneficios/perjuicios se pueden tener por esta actividad? Para quienes jueguen competitivamente al ajedrez, es evidente que el poder jugar a la ciega, al menos limitadamente, nos permite "mover" las piezas en la cabeza sin moverlas en el tablero, porque bien sabemos que pieza tocada es pieza jugada, y esa regla es absoluta y sin excepciones Así, si tuviéramos la capacidad de ver cómo quedará el tablero sin mover las piezas en el mismo, tendríamos una ventaja sobre muchos de nuestros adversarios Esta práctica de visualizar el tablero se hace frecuente en la medida que uno compite en torneos Poco a poco, con práctica, trabajo constante, estudio de muchas posiciones sin mover las piezas, los ajedrecistas dedicados logran empezar a ser eficientes en este cálculo mental de jugadas Obviamente, la mayoría no logra poder calcular todas las posibles posiciones que pueden darse en una partida de ajedrez, pero sí profundizar a un nivel en donde se puede tomar la decisión si una jugada es correcta o no La habilidad del cálculo a la ciega es algo que todo jugador debe saber realizar Como una habilidad más, puede aprenderse, sin lugar a dudas, aunque para ello se requiere de paciencia y trabajo cotidiano Aquí no se trata de simular esas hazañas como la del "viejo" Najdorf, el gran maestro polaco-argentino, quien pudo jugar hasta 45 partidas a la ciega, simultáneamente, perdiendo dos, ganando 39 y empatando 4 Una hazaña que le llevó más de 20 horas y, que después de ello, el ajedrecista no durmió las siguientes 48 horas, pues su cerebro mostraba cada partida como una película en cámara lenta Najdorf aseveraría más adelante que "una locura como esa no la vuelvo a repetir" De hecho, los jugadores de la escuela rusa prohíben el espectáculo de las partidas a la ciega por considerarlo dañino a la salud, aunque no sé de muchas experiencias que demuestren esto (aunque acabo de recibir un correo electrónico de Javier González Solabarría, que me dice: "soy un jugador de categoría preferente y desde hace años practico simultáneas de ajedrez a la ciega Mi récord es de hace dos años donde jugué con nueve oponentes de diversas categorías Hace tres años, al finalizar unas simultáneas con ocho adversarios, me puse malo y conseguí a duras penas llegar a casa") Si desea aprender la habilidad de jugar a la ciega, escríbame a morsa@la-morsacom y le mandaré gratis un software de mi propia invención que puede ayudarle en este sentido, pero que, conste, evite estos espectáculos de jugar a la ciega públicamente Úselo para desarrollar su capacidad de análisis en ajedrez Verá con el tiempo diferencias al respecto

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