Condolencias y agradecimiento 2

lunes, 15 de octubre de 2007 · 01:00
México, D F, 15 de octubre (apro)- Pues sí, jodidos descendientes, como ya lo hicimos, volvemos a darles nuestras más sinceras condolencias, y ustedes, a su vez, deben de feliciarnos, pues resulta que esos estudiosos de nosotros, sus tatarabuelos prehistóricos ?N Sahlins, R Rudgley, M, N Cohen, M Harris y otros más--, han descubierto que no lo hicimos tan mal Es más, puede decirse que lo hicimos muy bien sin eso que ustedes llaman Estado, sin jefes, sin jueces, sin castas sacerdotales, sin leyes, sin policías, sin cárceles ni comercio ni propiedad privada sobre praderas, montañas, ríos, lagos y costas Sin ninguna de esas jerarquías, instituciones y establecimientos, sin los cuales ustedes no pueden vivir, fuimos muy capaces de vivir y transmitir la vida por milenios, simplemente cazando y recolectando lo que la naturaleza nos administraba Luego, como ustedes saben, hace unos 8 ó 10 mil años, algunos y en varios lugares, fueron descubriendo, inventando la agricultura y la ganadería, actividades base del Estado, los jefes, las castas sacerdotales, las leyes, los jueces, la policía, la cárcel, los ejércitos, las guerras, el comercio y la propiedad privada de todo lo habido y por haber ¡Que cambio! Muchos de ustedes creen, porque así se lo han enseñado, que fue un gran progreso ¿Es cierto eso? ¡Sorpresa! ¡No es así! Contra lo que se creía hasta ayer, los nuevos estudios de nuestro tiempo, de la prehistoria, cuestionan tal creencia, ponen en duda que fuera un progreso el que pasáramos de la dependencia de la caza y la recolección para vivir, pasáramos a la dependencia de la agricultura y la ganadería para lo mismo ¿Hay razones para pensar así? ¡Por supuesto! La agricultura y la ganadería significaron una mayor inversión del trabajo humano, dieron por resultado un empeoramiento del régimen alimentario y una mayor vulnerabilidad de la salud humana Estudiosos del tema, como M N Cohen, han descubierto y resaltan que los restos de los cazadores-recolectores que sobreviven en esos días de ustedes, ingieren una mayor cantidad de calorías que los ciudadanos de muchos países del Tercer Mundo y los pobres de los llamados Países Emergentes e, incluso, que los urbanos pobres de los países considerados del Primer Mundo Todo lo que acabamos de exponer, ¿no será un error de cálculo o una fantasía de los estudiosos de la prehistoria? En modo alguno Los que entre ustedes piensen así, deben de saber que, en un congreso de paleopatólogos, es decir, de especialistas en enfermedades en los restos humanos antiguos y prehistóricos, llevado a cabo hace unos años, puso al descubierto que, de 13 regiones situadas en diversos puntos del planeta, sometidas a diversos análisis y estudios, 10 de ellas confirmaron que la esperanza de vida disminuyó en los humanos con la adopción de la agricultura y la ganadería; también que, en muchas de las mismas, se produjo una disminución de la estatura en muchos de ellos, así como de la solidez y volumen de sus cuerpos Dicho congreso también confirmó que la domesticación de los animales, junto con beneficios, también propició que numerosas enfermedades de los mismos se transmitieran a sus dueños, al hombre; enfermedades, entre otras, como el beriberi, el raquitismo, la lepra y la difteria Estos hechos, expuestos a grandes rasgos en la presente, han llevado a estudiosos de los mismos a pensar que la prehistoria ha sido la única sociedad de la abundancia y la equidad, esto por la sencilla razón de que, como señala M Harris: "La gente ofrecía porque esperaba recibir y recibía porque esperaba ofrecer Dado que el azar intervenía de forma tan importante en la captura de animales, en la recolecta de alimentos silvestres y en el éxito de las rudimentarias formas de agricultura, los individuos que estaban de suerte un día, al día siguiente necesitaban pedir" Y no faltan entre esos estudiosos los que piensan que la pobreza es creación e imposición de sociedades ricas y que el sistema industrial y libre comercio en que viven ustedes, nuestros tataranietos, está llevando la pobreza a un punto al que no llegó ninguna de las sociedades que la han precedido Puede que muchos de ustedes no estén de acuerdo con estas últimas opiniones Están en su derecho, pero, bueno, será que no olviden y tengan presente a los millones de jodidos que buscan trabajo sin encontrarlo, a los millones que mueren de hambre todos los años en ese su mundo global y de libre comercio en el que se mueven, mientras los pocos y marginados cazadores y recolectores que aún subsiste en el mismo, ingieren más calorías que muchos ciudadanos del Tercer Mundo, que los pobres de los llamados Países Emergentes e, incluso, que los pobres de las ciudades del considerado Primer Mundo Por esa realidad irrefutable, es que les damos nuestras más sinceras condolencias A los científicos sociales que están descubriendo y dando a conocer que no éramos tan bestias, ni tan crueles, ni tan ineptos como nos presentaban hasta ayer, nuestro agradecimiento En nombre de todos nosotros, sus tatarabuelos prehistóricos, que esperamos que la presente les sea de utilidad en sus vidas GAR-CAR, del Clan del Perro

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