Supercool, una película de adolescentes para adultos

lunes, 15 de octubre de 2007 · 01:00
México, D F, 15 de octubre (apro)- Es realmente absurdo que una película dirigida a adolescentes, propiamente Supercool (Superbad, EU, 2007), sea clasificación C Y también es una lástima puesto que, a pesar de que esta teen movie maneja un lenguaje sumamente soez, es sumamente conservadora en su resolución Si aquellos que dieron la clasificación se hubieran tomado la molestia de ir más allá de los comentarios sucios de los protagonistas --comentarios absurdos, hechos para resaltar las inquietudes adolescentes--, hubieran encontrado que la película está lejos de ser una mala influencia para los jóvenes, al contrario En Supercool, dirigida por Greg Mottola, dos chicos poco populares, Seth (Jonah Hill) y Evan (Michael Cera) buscan hacer el amor (o tener sexo) con las chicas por las cuales se sienten atraídos Ellos están a unos días de salir de la prepa, así que su oportunidad de llegar vírgenes a la universidad es sumamente alta Situación que, según el fanfarrón de Seth, no es nada deseable Su destino cambia cuando son invitados a una fiesta, y cuando su amigo Fogell (Christopher Mintz-Plasse) --mucho más nerd que ellos-- consigue una identificación falsa Así pues, Seth y Evan desean congraciarse con las susodichas, llevando alcohol a dicha celebración Hay que recordar que en Estados Unidos los jóvenes no pueden comprar alcohol hasta los 21 años Los tres amigos vivirán una verdadera odisea antes de poder cumplir sus metas Más allá de que la preocupación de no llegar virgen a la universidad sea un tema más cercano a la cultura estadunidense, hay una cosa que no hay que perder de vista: los adolescentes hablan de sexo, y lo hacen mucho (no tan exagerado como en la película), y también sienten curiosidad y sienten deseo, y se las ingenian para ver películas porno y le ven los senos a la chica que les gusta Es decir, la cinta gira en torno de temas comunes para los adolescentes, y si bien en un principio podría espantar a unos cuantos, al final el mensaje es sumamente moral, sin mencionar que la única "amenaza real" es el lenguaje altisonante, porque ni siquiera hay desnudos Pero eso, cuando los sábados en la mañana aparecen mujeres semidesnudas alborotando la hormona de niños y jóvenes por igual, en un par de programas "familiares" por televisión abierta, entonces nadie dice nada Pero cuando dos jóvenes salen hablando de sexo en una película y, al final de ésta, encuentran respuestas políticamente correctas, entonces sí hay que ponerle una clasificación C y no dejar entrar a menores de edad En fin, para aquellos que sí pueden entrar, basta decir con que Supercool es una cinta sumamente divertida e irreverente que nos hará recordar viejas épocas preparatorianas y nos hará fantasear con amores pueriles

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