México, D F, 12 de noviembre (apro)- Una de las imágenes más impresionantes que asombra al turista de visita por la pequeña Casa Museo Carlos Pellicer Cámara, en la Zona Luz de Villahermosa, es ver el retrato de las inundaciones ocurridas el año de 1927 en aquella capital tabasqueña, hoy anegada por crecientes fluviales cuya magnitud no se registraba tan alta desde hace 50 años
Como si el signo de la diosa Ix-Bolón rigiese nuevamente en Tabasco Capaz de dar y quitar la vida, simboliza para los mayas peninsulares a Ix-Chel, señora de la fecundación, los romances ilícitos, la medicina y los tejidos; su sombra en luna llena dibuja a una bella mujer que se agacha para hilar y desea ser advertida por los hombres Como Ix-Bolón descendió de las alturas para bañarse en aguas tabasqueñas: sapiente reina de los océanos, fatal Hora de Junio del soneto pelliceriano:
Vuelvo a ti, soledad, agua vacía
agua de mis imágenes, tan muerta,
nube de mis palabras, tan desierta,
noche de la indecible poesía
Al genio de Carlos Pellicer debe el Distrito Federal en Coyoacán la Casa Museo Frida Kahlo Y fue justamente en Villafea (como llamaba a Villahermosa), donde El poeta de América plasmó dos legados amorosos de preservación museística olmeca y maya chontal: el Parque Museo La Venta, al aire libre en la Laguna de las Ilusiones, y el Museo de Antropología de Tabasco, al cual dotó de invaluables tesoros prehispánicos con figuras que él mismo rescató
En la seda desnuda de las aguas
dejó el tiempo una flor interminable
Estado con 90% de precipitación pluvial, cada año Doña Bolón (como la gente se refiere a Ix-Bolón en ciénagas de Centla) se baña en las corrientes del Grijalva y del Usumacinta Pellicer acaso pensaba en ella al redactar una estrofa bien conocida por el pueblo tabasqueño, grabada al pie de su estatua en la plazuela del recinto arqueológico junto al arrullo del Grijalva, en el Centro de Estudios e Investigación de las Bellas Artes:
Agua de Tabasco vengo,
agua de Tabasco voy
De agua hermosa es mi abolengo
y por eso es que aquí estoy,
dichoso con lo que tengo
Cantos del Tabasco acuático
Ante Pellicer, un músico popular con la estatura del prolífico Lauro Aguilar Palma desfallece, por los tonos inocentes del doctor Edmundo Sol En la orillita del mar:
He soñado una casita junto al mar,
mi adorada princesita,
donde quisiera bañarte al despertar
Darte un beso en el piquito
cual zenzontle enamorado;
en ese piquito rico de claveles perfumado
La Internacional Sonora Santanera surgió en la barra costeña de Tabasco, arenas que inspiraron jacarandosa rítmica Santaneca a Pedro Gutiérrez Cortes, protegido del exgobernador Tomás Garrido Canabal:
Al compás de alegre remar
que se escucha en la inmensa laguna,
forjaré mi sentido cantar al caer por la noche la luna
A lo lejos, las aves marinas de sus nidos emprenden el vuelo
y se extienden las playas perlinas del oleaje lumínico
Agustín Lara con su íntima pieza Veracruz provocó que lo imitara un compositor y pianista en la capital tabasqueña Manuel Pérez Merino acompasó de frescura su bolero Villahermosa, como homenaje idílico:
Villahermosa,
se vistió de fiesta la naturaleza
Son tus tardes remansos tranquilos
de rara belleza
El Grijalva canta su canción eterna
rendido a tus pies
A éste himno regional se agregan otros dos: uno, del oasis con añoranza por un cariño lejano que permanece perfumando la noche melancólica del poeta, gracias a las flores de Blancas Mariposas (planta del Himalaya adoptada en Tabasco, Hedychium coronarium Koen Zyngiberaceae), música de Cecilio Cupido (hijo) y letra de César Enríquez Y, por supuesto, el gustado edén guapachoso de Pepe del Rivero con la sabrosura, Vamos a Tabasco:
Dice por ahí un consejo que lo he aprendido del viento:
Si quieres llegar a viejo, si quieres vivir contento,
si quieres ver las estrellas más lindas del firmamento,
ven a Tabasco
Murmurador es el río, impetuosa la corriente;
es como el cariño mío apasionado y ardiente
Porque el amor tabasqueño se entrega
siempre con todo y dueño
Paloma mía, ven a mi lado,
que es miel en penca el amor robado
Te espera el boga del otro lado
Otro médico prestigiado en su tiempo fue como el escritor yucateco José Peón Contreras, autor de alabanzas al Grijalva para vals de Gil María Espinosa:
Dicen que tienes juncos y flores en tus orillas,
que en ellas cantan los ruiseñores cosas sencillas
Y que en los médanos de tus arenas
doblan su frente las azucenas
reproducidas en tu raudal
José Luis Peña V, afina loa por su "tierra" perpetua:
Es mi Villahermosa vergel del Sureste
para quien yo rimo mi eterna canción,
donde ha platicado la comba celeste
con el verde manto del regio playón
A su frente, corre apacible el Grijalva,
en él juguetean jacintos en flor
y es donde se escucha, despuntando el alba,
de pájaros miles su eterna canción
Y José E Narváez M navega marismas policromas:
Eres Tabasco brava tierra sensual,
tierra de sol, de llano, de selva y mar
En el Usumacinta y en el Grijalva
copias la risa verde del platanal
Murmullos del Usumacinta flotan en vals de Julián Urrutia Burelo:
Corre veloz, hacia el mar, el río Usumacinta
y en su clara linfa, retrato el palmar
El soberbio febo vierte allí su luz
y quiebra sus rayos en la linfa azul;
mientras las piraguas bogan sin cesar,
las piraguas que se van para siempre al mar
Usumacinta inspirador de dulces trovas y amor,
hay en tu vaivén y en tus murmullos
misteriosos, gratos recuerdos
de un pasado viril y hermoso
Zapateo final
Dejando abusos del hipérbaton y versos culteranos, el tabasqueño es incomparable cuando la marimba arranca movidísimos zapateos
Samuel Magaña Cortés comienza El popalito y anima el bailongo:
No temas niña querida al hermoso sol ardiente;
vente conmigo, mi vida, que el agua no está caliente
Y oirás allá en la cañada al popalero cantor
José Luis Inurrieta prosigue cortejo y zapateo:
Ya no canta el sinsontle al fresco de la laguna
Pa? verte en el horizonte se está asomando la luna
Magaña Cortés retorna su picardía:
¡Qué bonita la ribera de aquél río cristalino!
¡Ay, que serpea entre manglares del lugar donde nací!
Ribereña, ribereña, morenita angelical:
Tus ojos me tienen preso, no me trates ya tan mal
Si me quieres, ribereña, cuando sople el vendaval,
nomás que te haga una seña
¡Y nos vamos al jacal!
Es hora de soltar una "¡bomba!" que Inurrieta desglosa:
Tanto bailé con la hermana del cura,
tanto bailé que me dio calentura
Tanto bailé con chontal y bordón,
tanto bailé que me dio comezón
Cuando te bañas en río, no se puede navegar:
los duendes de la corriente se detienen a mirar
El choco común de la Chontalpa no cesa sus lances felinos por aferrar la cintura de palmera que gira su bella choca tabasqueña, en Juan Cenizo:
Ya viene lloviendo por aquella loma
¡Ay, que se me moja, se me moja mi linda paloma!
Ya viene lloviendo por aquella cañada:
¡Ay, que se me moja, se me moja mi prenda dorada!
Ya viene lloviendo por aquel arroyito:
¡Ay, que se me moja, se me moja mi lindo sapito!
Triste paradoja
Noviembre ha comenzado con una tragedia acuática para Tabasco Pero ya lo dijo el ilustre grabador Férido Castillo (1942-2002), artista quien hallara en el río Bernete, actual Francisco J Santamaría, de su Cacaos natal, a la diosa hechicera Ix-Bolón, para impulso de sus cuadros llenos de misterio y claroscuros:
"Seguiré plasmando la selva tabasqueña y sus lagunas, aunque no existan en el futuro, porque yo sé que los paisajes del Tabasco que vi de niño están condenados a esfumarse, arrasados por la modernidad que impone la muerte injusta que nos traerá la ambición del petróleo y los crímenes acabando con la generosidad de la Madre Naturaleza Es el precio de la modernidad"