UNAM, el gran pendiente

sábado, 17 de noviembre de 2007 · 01:00
México, D F (apro)- Cuando la mañana del martes José Narro Robles jure como nuevo rector de la UNAM, tendrá que empezar a desmarcarse política y administrativamente de la sombra de Juan Ramón de la Fuente Visto como "el delfín" del exrector, de quien en los últimos 13 años estuvo subordinado en la Secretaría de Salud y en la UNAM, Narro está urgido de desmarcarse políticamente del ahora consejero de la Universidad de las Naciones Unidas Político pragmático forjado en el PRI y en los conflictos universitarios, Narro ha demostrado que es capaz de despojarse de su pasado para hacerse de posiciones de poder Si se quitó la piel del salinismo que tanto defendió para sumarse al gobierno de Ernesto Zedillo, y ahora ve en Felipe Calderón cambios en su posición de favorecer a las universidades privadas, nada la costaría hacer lo que legalmente está en sus manos: reestructurar la burocracia universitaria Más allá de la vieja amistad que lo une con De la Fuente, el exdirector de la Facultad de Medicina tiene ahí uno de sus principales retos, pues en la reestructuración de ese aparato dejará ver de qué manera querrá conducir a la Universidad Entre los actuales funcionarios se encuentran quienes operaron las reformas que en materia de investigación hicieron que la UNAM recobrara prestigio internacional, lo que fue explotado hábilmente por De la Fuente, aunque al final su gestión sufrió un desdoro cuando la institución cayó 118 lugares en una lista internacional Pendientes se quedaron las reformas a la licenciatura y el bachillerato, aunque en el caso de este último empezó a ser gestionada por la anterior administración La reestructuración pasa por las condiciones laborales de los académicos Actualmente, 80% de la planta de poco más de 30 mil profesores es de asignatura; eso significa que no son profesores de carrera Si se busca la excelencia en la docencia, Narro tendrá que enfrentar la presión que existe por las condiciones laborales de los académicos, pues su profesorado de carrera es una planta laboral que está envejeciendo y muchos de ellos no piensan en el retiro debido a la precaria jubilación Es, sin duda, un problema de recursos Narro tendrá un mayor margen de actuación en el tema que es el gran pendiente de la UNAM: la representación de la comunidad universitaria en los órganos de gobierno de la Institución Si en 1990 salió de la UNAM en medio de versiones de su enfrentamiento con el entonces rector José Sarukhán porque favorecía un cambio en la designación del rector, Narro tiene la oportunidad de ser el último "jefe nato" de la Universidad y abrir el proceso de designación del rector a través de la Junta de Gobierno El actual método del rector a través de una junta de 15 "notables", luego de "consultar" a la comunidad universitaria, es propio del régimen presidencialista en el que el PRI controlaba todo En la UNAM, donde conviven 350 mil personas, las autoridades, profesores y trabajadores tienen sus propias formas de representación No es el caso de los más de 290 mil alumnos Además, en un modelo económico en el que no existen políticas públicas hacia los jóvenes, Narro tiene también la oportunidad de hacer de la Universidad una fuente generadora de algunas de esas políticas, pues no puede perder de vista que lo que ocurra en la UNAM, tendrá efectos en el sistema nacional de universidades públicas *** La semana anterior dedicamos este espacio a señalar que la tragedia de Tabasco expuso la vulnerabilidad del Estado mexicano en política exterior, pues la Secretaria de Relaciones Exteriores ha permitido que representantes de gobiernos extranjeros entreguen de forma directa ayuda a los damnificados Como ejemplo quedó el de la embajada de Alemania en México Bastó una llamada de esa legación a la cancillería para anunciar que entregaría de forma directa la ayuda que recolectó entre empresas alemanas establecidas en el país El servicio de prensa de la embajada llamó a Apro para asegurar que la ayuda ha sido entregada a través de las Fuerzas Armadas mexicanas, con lo cual rechaza que desconfíe de las autoridades nacionales El problema no es de confianza hacia la autoridad, sino que al margen del sentido humanitario de la ayuda, Relaciones Exteriores permita la presencia de extranjeros en el lugar de desastre La embajada señaló que se trató de "tres colaboradores", pero no dio nombres, rangos ni actividades que realizan en México Seguramente, Relaciones Exteriores olvidó el trato que el gobierno de Estados Unidos dio a los militares mexicanos que el expresidente Vicente Fox mandó al desastre del huracán Katrina No pudieron acercarse a la zona devastada y sólo los tuvo como cocineros en uno de los refugios Comentarios: jcarrasco@procesocommx (16 de noviembre de 2007)

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