Lo malo y lo peor

lunes, 17 de diciembre de 2007 · 01:00
México, D F, 17 de diciembre (apro)- Queridos hermanos en la fe: en la presente vamos a reflexionar sobre lo malo y lo peor de las acciones de los hombres en relación con las Instituciones que conforman y rigen nuestras vidas Malo es, digo, que haya hermanos que, en sus decisiones, no tengan en cuenta a las Instituciones, sean éstas las que sean, las políticas, las religiosas, las judiciales u otras parecidas; que esos hermanos se burlen y menosprecien, que se salten a la torera, como suele decirse, las leyes que las mismas encarnan, representan y tienen el derecho y hasta la obligación de ejercer para la buena marcha de la sociedad, por el bien de todos y cada uno de nosotros Y, generalmente, ¿por qué toman esa decisión? ¿Para beneficiar al prójimo? ¡No! ¡Para poder hacer su santa voluntad, aunque para ello se tenga que atropellar, si es preciso, los legítimos derechos de los otros! ¡Ah! ¿Es eso moral, es eso ético y justo? De ustedes, queridos hermanos en la fe, es la palabra para juzgar esas acciones Repito: malo es que así se actúe, pues, con esas acciones, el hombre no sólo ofende y desafía al prójimo, sino que también desgarra las redes de justicia, equidad, ley y orden tan necesarias para la buena convivencia entre los humanos Y eso no es todo, ya que con esas acciones, esos hermanos también desprestigian a las mismas instituciones, con lo que les restan autoridad para cumplir con sus funciones, tan necesarias, al tiempo que ponen bajo sospecha las personas que las representan y las sirven, con lo que atentan contra la paz social al exponerlas a la frustración, al resentimiento y al desquite Así las cosas, aquí, a los hermanos que de tal manera actúan, los invoco para demandarles que rectifiquen por su propio bien, ya que sus equivocadas decisiones pueden convertirse en bumerang, pues muy bien puede ocurrir que, ante el peligro que representan las mismas, sean castigados conforme a Derecho y con estricto apego a la ley Tengan en cuenta que los caminos del Señor son inescrutables No lo olviden Pero si malo es todo lo expuesto hasta aquí, digo y afirmo que peor es lo siguiente: que las personas que rigen dichas Instituciones, los funcionarios que las representan, que tienen el deber y la obligación de defenderlas, reforzarlas, darles brillo y esplendor con sus honestas decisiones, no lo hagan así; que lo peor es que los funcionarios, los servidores de las Instituciones no cumplan con la necesidad que las mismas tienen de que las decisiones de sus representantes sean justas, equitativas, veraces y objetivas Y es peor porque al no hacerlo, van contra la credibilidad, la dignidad e incluso la sobrevivencia de las instituciones que representan y dicen servir Si tal hacen por ignorancia, se les pude llamar ineptos; si por miedo a presiones, pusilánimes En ambos casos son culpables, pero tienen disculpa, pues la ignorancia peca por defecto y el miedo es libre, mas aquellos que rigen sus decisiones por componendas convenientes a sus intereses personales o del grupo al que pertenecen, semejantes son a los escribas, a los fariseos y saduceos a los que Cristo comparó con los sepulcros blanqueados y de los que dijo que pertenecían a la raza de las víboras, ya que con su actuar envenenaban y hasta destruían el espíritu del hombre y de las comunidades que pudiera formar Verdad era que esos escribas decían respetar la ley, pero después retorcían su texto acomodándolo y haciéndolo decir lo que a ellos les convenía; también es verdad que afirmaban que se atenían a la ley, pero la contradecían con las consecuencias que sacaban de la misma Lo peor es que puede ocurrir --¿y no ocurre?? que las decisiones de los escribas de nuestro hoy favorezcan al que mejores padrinos o más poder o más dinero tenga, al que no se lo merece en perjuicio del que le asiste la razón Con ello, tales servidores de las Instituciones, corrompen a la sociedad, pues llevan a los que se sienten protegidos por su poder, por su dinero o por sus influencias a no tener en cuenta mayormente a la ley, y a los que se sienten afectados por fallos injustos, los incita a que cesen de respetarla por su impotencia para defenderla y así la misma los defiende, lo que hace que muchos callen, generando de ese modo una sociedad de arrogantes y soberbios, de pusilánimes, de indiferentes, tipos todos difíciles para conformar, para crear una sociedad igualitaria, incluyente, equitativa, fraterna Queridos hermanos en la fe: elevemos nuestros corazones y pidamos al Señor que, para su mayor gloria y el bien de todos y cada uno de nosotros, nos libre de pertenecer a esos seres de los que se saltan a la torera las Instituciones y sus leyes, y de los que en vez de servirlas como es su obligación, se sirvan de las mismas en su beneficio Amén FRAY CANDELA

Comentarios