Generó el TLCAN el desplome del campo mexicano, afirman especialistas
MEXICO, D F, 28 de diciembre (apro-cimac)- El 1 de enero de 2008 es una fecha clave para la economía del país y, en especial, para millones de campesinas y campesinos, debido a que quedarán libres de arancel el maíz, el frijol y la leche en polvo, como parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), lo que profundizará la grave crisis en el país
Tal es la conclusión a la que llegan los especialistas Gustavo Esteva y Catherine Marielle y Armando Bartra, en el libro Sin maíz no hay país, editado por la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta)
Esteva sostiene que, a pesar de la capacidad de respuesta que han tenido las mujeres indígenas y campesinas ante esta situación, la carga de trabajo, en términos individuales y familiares, ha aumentado, en igual o mayor proporción que las restricciones nutricionales frente la crisis que enfrenta el campo
Agrega que otro de esos efectos nocivos es el aumento de la desnutrición infantil, que de por sí ya era aguda, sobre todo en el campo, donde 80% de la población infantil de las zonas indígenas presenta algún grado de desnutrición
Armando Bartra va directo al punto: Afirma que la cruz que hoy pesa sobre las y los labriegos se venía construyendo desde los años 80, pero aclara que los clavos se pusieron en 1994, cuando entró en vigor el TLCAN
Explica: "En menos de una década, las exportaciones mexicanas a Estados Unidos pasaron de un muy alto 70% del total exportado, a un abrumador 90%, lo que nos ata por completo a los avatares de la economía estadunidense
"El daño social de la política aplicada es insoportable y revela su carácter perverso A pesar del vigor y la riqueza de las respuestas campesinas e indígenas, que probablemente evitaron un impacto de magnitud genocida o un grado incontrolable de violencia, tuvo efectos particularmente nocivos en el tejido social en el campo y en las condiciones de producción y de vida de la mayoría de los productores", agrega
Los expertos añaden que la fuerte desventaja en que se encuentran los productores agropecuarios mexicanos frente a los extranjeros, ha contribuido también incrementar la pobreza extrema, que alcanza ya, dicen, a más de la cuarta parte de la población rural
Bartra afirma que, en el caso de la agricultura, lo más notable ha sido el crecimiento de las importaciones, particularmente de granos Comenta, por ejemplo, que mientras que entre 1987 y 1993 llegaron a 52 millones de toneladas, entre 1994 y 1999 ingresaron 90 millones, esto es, apunta, un incremento de casi 40%
Señala que la situación actual es consecuencia de las políticas públicas, que en los últimos tres lustros "se propusieron la ruina del México rural"
Sostiene: "Con el argumento de que la enorme mayoría de los pequeños productores agrícolas es redundante por no competitiva, se emprendió la purga demográfica que debía librar al campo mexicano de unos tres millones de labradores sobrantes: 15 millones de personas que estaban de más"
De esta manera, dice, quienes fueron expulsados del campo, acabaron en la marginalidad urbana, el comercio informal y la migración indocumentada, muchos de ellos en maquiladoras explotadoras
Sin embargo, el movimiento campesino no espera confiado la llegada de 2008: las 300 organizaciones integrantes de la Campaña Nacional en Defensa de la Soberanía Alimentaria y la Reactivación del Campo Mexicano realizan desde hace meses diversas actividades en el país
Esas organizaciones exigen instalar un mecanismo permanente de administración de importaciones y exportaciones de maíz, frijol, y sus derivados y subproductos, por el Congreso de la Unión; prohibir la siembra de maíz transgénico en México; aprobar el derecho constitucional a la alimentación por la Cámara de Diputados y la ley de planeación para la soberanía y seguridad agroalimentaria y nutricional por la Cámara de Senadores
Además, piden que se luche contra los monopolios del sector agroalimentario; evitar el acaparamiento y la especulación, así como la publicidad engañosa de alimentos chatarra, y promover que el maíz mexicano y las expresiones culturales que involucra se inscriban tan pronto como sea posible en la lista del patrimonio oral e intangible de la humanidad de las Naciones Unidas
En una de sus más recientes acciones, este mes, mujeres y hombres del campo se manifestaron en el Ángel de la Independencia, en la Ciudad de México, con una huelga de hambre denominada "Ayuno por la independencia alimentaria", para manifestar su posición en contra de que se abran las fronteras del país a productos extranjeros, ya que se pone en jaque la producción agrícola nacional, así como la subsistencia de las y los productores mexicanos