México, D F, 13 de febrero (apro-cimac)- Durante siglos, el amor ha sido el tema de grandes escritores, quines relatan historias bellas, tiernas, como la de Romeo y Julieta, de William Shakaespeare, o la de Tristán e Isolda<, convertida en ópera por Richard Wagner Sin embargo, lejos de estas ficciones se ubican la realidad de cientos de parejas que, dentro de la relación de noviazgo, viven cotidianamente el fenómeno de la violencia: "¡Cállate, tú no sabes nada!" "Si te grito es porque te amo" "¿Con quién estabas?" "Si me dejas, me mato" "¡Me lastimas, suéltame!" "Demuéstrame que me quieres, ¡necesito que me pruebes tu amor!" Dentro de la relación de pareja, la violencia es un modo de imputar formas y valores de convivencia mediante el uso de la fuerza física o psicológica para controlar a una persona, según el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal (Inmujeres-DF) Y cuando alguno de los integrantes de la pareja acumula tensión, enojos y/o frustraciones derivadas de diversos problemas, reacciona de manera violenta bajo cualquier pretexto: "¡No haces lo que te pido, me haces enojar y por eso te golpeo!" No obstante el peligro que implica vivir con violencia, ésta se convierte en una forma de vida y las personas se acostumbran a ella como si fuera natural Y no se dan cuenta de que los episodios violentos se presentan cada vez más frecuentemente y con mayor intensidad En el noviazgo, la violencia aparece con sutileza y se expresa en formas leves, como pellizcos, ligeros empujones, pequeñas prohibiciones, descalificaciones veladas o presiones para tener relaciones sexuales Según el Inmujeres-DF, existen cinco formas de violencia en el noviazgo: verbal, psico-emocional, económica, física y sexual El maltrato a la pareja puede suceder en cualquier momento, desde la primera cita o después de varios años de relación, pero la diferencia, frente a otros tipos de violencia, "es el proceso de socialización y adquisición de roles de género en las y los adolescentes", dice el texto de Aldar Adame "Violencia en el noviazgo La manifestación ordinaria del amor" Estos roles determinan el dominio como comportamiento masculino y la sumisión como femenino, sumados a la idealización del "amor romántico", que todo lo puede superar y todo lo perdona, así como por el carácter informal y efímero de la relación, dice el autor "Aunque tales patrones de conducta sean parecidos a los identificados en parejas formales, no es frecuente que el noviazgo presente niveles de maltrato físico similares a los del matrimonio o relaciones equivalentes", agrega Es decir, explica, "entre novios los golpes no son la manifestación ordinaria de la violencia, pero en el ámbito del ?juego? son comunes, y eso lleva a que su gravedad parezca mínima" La violencia, problema social que afecta a un gran número de personas, atraviesa las fronteras raciales, de edad, religiosa, educativas y socioeconómicas "La violencia es un fenómeno denigrante que lesiona nuestros derechos y muestra claramente la opresión de género", de acuerdo con el texto Violencia y Relaciones de Poder, del Inmujeres-DF Por lo anterior, destaca el texto, es de suma importancia prevenir la violencia familiar en las y los jóvenes desde su etapa de noviazgo, dado que al interior de las familias con este problema se generan las principales fuentes de agresividad social y cultura de la impunidad 12 claves para reconocer la violencia en el noviazgo: Si tu novio o tu novia? 1 Ha expresado celos de amistades, compañeras y compañeros de trabajo o familiares 2 Ha insistido en saber con quién estabas 3 Te ha hecho escenitas 4 Se ha quedado en silencio por enojo 5 Te ha presionado para hacer dietas o ejercicio 6 Te ha amenazado con suicidarse 7 Te ha hecho sentir miedo de sus reacciones 8 Te ha agredido físicamente: empujado, cacheteado, rasguñado o golpeado 9 Ha esculcado tus pertenencias, tu diario o tu correo electrónico para conocer "la verdad" 10 Te ha amenazado con dejarte 11 Te ha tocado, besado o acariciado sin tu consentimiento 12 Te ha presionado para tener relaciones sexuales Fuente: Encuesta realizada en noviembre de 2004, dentro de la campaña Amor-es Sin Violencia