México, D F, 26 de marzo (apro)- Cada año, en Mónaco, se organiza un torneo sui géneris: una docena de grandes maestros juegan dos torneos rápidos, uno a 25 minutos la partida (por jugador) y otro a la ciega, es decir, en donde los dos contendientes solamente saben las jugadas que se hicieron en la partida, pero ninguno de ellos ve el tablero Todo deben "verlo" a través de la ventana de su propia imaginación Los jugadores involucrados en esta simpática idea son: Levon Aronian (Armenia), Paco Vallejo (España), Meter Leko (Hungría), Meter Svidler (Rusia), Boris Gelfand (Israel), Magnus Carlsen (Noruega), Teimour Radjabov (Azerbayan), Vladimir Kramnik (Rusia), Loek Van Wely (Holanda), Vassily Ivanchuk (Ucrania), Alexander Morozevich (Rusia) y Viswanathan Anand (India) Como en este torneo no se juega la clasificación en el ranking oficial (llamado rating Elo), los jugadores se sienten más liberados para jugar sin tener la obligación de jugar con la mayor de las intenciones para ganar Sin embargo, eso no quiere decir que las partidas jugadas aquí sean de mala calidad a otras que se juegan en el mundo Al contrario, aquí los jugadores pueden proponer nuevas ideas en el tablero, probar sus ideas particulares sobre ciertas variantes críticas en la teoría de las aperturas y así, generar mayor entendimiento de lo que realmente está pasando en el tablero En particular, la parte del ajedrez a la ciega es muy interesante Si usted ha jugado al ajedrez alguna vez, sabrá que hay que tener el tablero enfrente de uno para poder calcular las jugadas y las variaciones más importantes Todo esto se hace, desde luego, sin mover las piezas Ahora imagine que le quitan el tablero y entonces usted tiene que llevar todo en la memoria Debe poder imaginar en dónde están las piezas y hacia dónde se mueven Debe poder llevar un registro de las piezas que se han cambiado y que ya han desaparecido del tablero Sin duda, esta habilidad de jugar sin ver el tablero (sólo dictándole de alguna manera las jugadas), es una de las tantas cosas que saben hacer muy bien los grandes maestros del ajedrez Sin embargo, si se piensa que los jugadores que juegan esta modalidad del ajedrez llevan una especie de "imagen fotográfica" en su cabeza, siento informarles que no es así Estudios sobre el tema en particular han llevado a la conclusión (para sorpresa de los propios investigadores), que los jugadores que juegan a la ciega no llevan una fotografía mental del tablero, sino que recuerdan la relación que hay entre las piezas propias y las del adversario Así, saben, por ejemplo, que un alfil está siendo atacado por un peón (y de ahí deducen en dónde está la pieza que amenaza a la nuestra), y en suma, hacen una especie de lista de relaciones Curiosamente, entre mayor es la fuerza ajedrecística del jugador, más eficientemente parece guardar en su cabeza las relaciones de las piezas en la partida Aunque la explicación pueda parecer sencilla, el jugar a la ciega no lo es Se requiere de practicar, de conocer profundamente el ajedrez, porque, además de que hay que jugar sin ver el tablero, ¡hay que hacer buenas jugadas! Hay expertos no solamente en esta modalidad del ajedrez, sino que también pueden jugar muchas partidas simultáneamente a la ciega Por ejemplo, el gran maestro Najdorf jugó a mediados del siglo XX cuarenta y cinco partidas a la ciega simultáneamente La sesión duró más de 24 horas y se sabe que después de este esfuerzo fenomenal, Najdorf no pudo dormir durante 48 horas: "Las piezas se movían en mi cabeza una por una, en una repetición del espectáculo realizado", comentó en su momento el maestro polaco/argentino Obviamente, como cualquier habilidad, se puede entrenar Pongo a disposición de los lectores ajedrecistas un programa de computadora que permite practicar esta habilidad de jugar sin ver, la cual puede servirle en sus competiciones en el momento de calcular variantes Si se aplica, probablemente podrá calcular con mayor precisión que antes y además, mejorar su ajedrez Escríbame a morsa@la-morsacom y a vuelta de correo le enviaré el software totalmente gratis