¿Cierto?

lunes, 16 de abril de 2007 · 01:00
México, D F, 16 de abril (apro)- Estimados lectores: mucho se ha dicho y sigue diciéndose e incluso se lamenta y hasta critica que las nuevas generaciones no tienen interés, que se apartan y, en el peor de los casos, hasta le han perdido el respeto a sus mayores o sea a nosotros, los adultos, a la política, --a la religión, de que ya no son capaces de entusiasmos serios? es decir, responsables, de entregarse a ideales Habría que preguntar ?no a ellos, sino a nosotros, los adultos? si eso es cierto o no ¿Qué creen ustedes, lectores? En lo personal considero que tienen razón los que así opinan de los jóvenes, pero que mucha más razón tienen ellos al tener una actitud de apatía, de despego y hasta de falta de respeto hacia la sociedad y las instituciones que la rigen Y ellos no son los culpables, pues si culpa hay, más bien es de nosotros, sus mayores, por haberlos traído sin su consentimiento ha este mundo en que hoy vivimos Preguntémonos y respondamos con sinceridad y honestamente a qué mundo les hemos traído, por supuesto sin consultarlos, y en qué mundo los obligamos a vivir Veamos como es Un mundo en que la religión nos asegura que sí, que todos somos hijos de Dios y por lo tanto, a sus ojos, todos tenemos el mismo valor Un mundo en que la justicia proclama a los cuatro vientos que ante ella todos somos iguales Un mundo, sí, donde incuso la ciencia encuentra y nos muestra que todos, blancos, negros, amarillos y cobrizos, todos, somos de la misma especie Un mundo, sí, que asegura, proclama, descubre y muestra todo lo anterior, pero que en la realidad, la economía del día, cínica y brutal, nos divide y nos polariza en ricos y pobres Un mundo en que la tan cacareada regla de oro, esto es, el "no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti", en la práctica vale puro bolillo y la realidad muestra y demuestra que la verdadera regla de oro es: "el que tiene el oro manda" Un mundo, en fin, que dice una cosa y hace otra, un mundo del que podemos decir que vive con una doble moral Pienso que lo anteriormente escrito, en gran medida, es verdad Eso es lo que cree éste su servidor, ustedes, lectores, dirán si estoy en lo cierto o me equivoco A propósito de la llamada Semana Mayor y siguiendo con el tema, considero pertinente exponerles lo que sigue a continuación: que es curioso, por así decirlo, que la Iglesia sufra, ciertamente con alarma, la escasez de vocaciones religiosas por parte de los jóvenes, como lo demuestran sus esfuerzos por reclutar nuevos seminaristas ¿O no es así? También es curioso y no fácil de explicar, que en la denominada Semana Santa, los que se dicen y se consideran creyentes, en vez de dedicarla al recogimiento, la oración e incluso al duelo, como lo dispone la Iglesia, la estén convirtiendo cada vez más en una semana pagana, ¿pues no entre esos que se confiesan su seguidores cada vez son más los que la dedican más y más a disfrutar del sol y la naturaleza yendo de campamento a montañas, bosques y lagos o tumbándose en la arena de las playas para gozar del calor del astro rey, del agua del mar y sus salobres brisas? Muchos de ustedes pueden decirme, con razón, que esto se debe a la creciente secularización de la sociedad; otros más, con no menos razón, a que el hombre que se dice cristiano, en la realidad nunca ha sabido vivir cristianamente Lo admito, pero en lo personal considero que la misma Iglesia tampoco, como institución, ha observado una conducta cabalmente cristiana, por lo que creo que tiene una parte, y no pequeña, de ese alejamiento de los jóvenes de su seno ?y de no pocos de sus mayores Para confirmar lo que digo, no hay más que recordar sus años negros, en los que puso en ejercicio a la Inquisición; tener presente que la Iglesia, con más regularidad de la conveniente para su prestigio, ha estado al lado de las derechas conservadoras e incluso reaccionaria más que al lado de los progresistas y tener en cuenta que, de acuerdo con esta postura, en el pasado persiguió hasta su aniquilamiento, tachándolo de herejía, todo movimiento que de acuerdo con las enseñanzas de Cristo, organizó los anhelos de justicia de las masas explotadas; que de acuerdo con esa postura, a penas ayer acosó a los curas obreros y a los partidarios de la denominada Teología d la liberación, no olvidar el solapamiento a sus ministros pedófilos y la obstinada, con sus honrosas excepciones, misoginia que caracteriza a la Iglesia como institución, a mi parecer injusta, siendo como son las mujeres más de la mitad de su feligresía Bien, como les informé desde el inicio de la presente, esto es lo que piensa y cree este su servidor, ustedes, estimados lectores, están en libertad de opinar si esta en lo cierto o no Con el respeto que me merecen LIGORIO D?REVUELTAS

Comentarios