México, D F, 3 de abril (apro)- La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió la Recomendación 8/2007, dirigida al director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Juan Francisco Molinar Horcaditas Se trata del caso de una mujer que, al practicarle una cesárea en el Hospital General Regional número 72, le fue extraída la matriz, pese a que expresamente se negó a ser operada para no tener más hijos, como se lo propuso insistentemente uno de los médicos antes del parto, La señora María del Pilar Pérez Sosa, de 28 años de edad, acudió, el 30 de noviembre de 2004, al citado nosocomio, en Tlalnepantla, estado de México, para iniciar trabajo de parto El médico que la atendió le dijo que ya tenía varios hijos y le planteó la posibilidad de realizarle un tratamiento definitivo para la anticoncepción, a lo que ella y su marido, Margarito Santiago Aguilar, se negaron rotundamente, lo que disgustó al especialista Según la CNDH, el doctor le gritó a la mujer que debía hacerlo porque ya que tenía cuatro hijos y era la tercera cesárea Le dijo que firmara un documento en el que rechazaba la operación bajo su responsabilidad y autorizaba le implantaran un dispositivo intrauterino Conforme al reporte del hospital, en esa fecha, la parturienta dio a luz un varón completamente sano, pero 19 minutos después, al terminar de suturar el útero, la mujer presentó sangrado, por lo que se le practicó una histerectomía En opinión médica de la Coordinación de Servicios Periciales de la CNDH, no se encuentra justificación médica ni clínica para la realización de la histerectomía Según un reporte anatomopatológico de la matriz extirpada elaborado por un laboratorio privado, no existe evidencia clínica que fundamente un estado de urgencia que sustente la extirpación del útero y, por tanto, se considera un acto médico innecesario La CNDH encontró que a la paciente no se le practicaron los indispensables análisis preoperatorios, como la toma y realización de biometría hemática, química sanguínea, tiempos de sangrado y coagulación, electrolitos, pruebas cruzadas de compatibilidad Nunca se realizaron, pese a que se solicitaron al laboratorio con antelación, porque son necesarios antes de todo procedimiento quirúrgico y anestésico El médico omitió solicitar y verificar la toma de los estudios, pese a que la paciente se encontraba programada para cirugía en un Hospital General Regional, con servicio de laboratorio de urgencia las 24 horas del día, limitándose sólo a reportar que dichos estudios se encontraban pendientes, con el consiguiente riesgo En su queja inicial, el esposo de la agraviada, Margarito Santiago Aguilar, indicó que su cónyuge fue ingresada al quirófano, donde le amarraron las manos y la anestesiaron Refiere que, a decir de su mujer, la anestesia no le había hecho efecto, por lo que sintió cómo le cortaban con el bisturí, lo que provocó que se desmayara Posteriormente, le informaron que le habían tenido que quitar la matriz porque había mucho sangrado; que la pieza quirúrgica sería enviada a patología Luego, al dar de alta a la mujer, le indicaron que regresara por el reporte del análisis Sin embargo, el 26 de abril de 2006 que lo volvió a solicitar, personal del nosocomio informó que "no encontraban el documento" Del análisis lógico jurídico realizado al conjunto de evidencias del caso, la CNDH encontró elementos que acreditan violaciones a los derechos a la protección de la salud y a la libertad de procreación en agravio de la señora Pérez Sosa, derivados de una inadecuada prestación al servicio de salud por parte de servidores públicos de ese hospital En su Recomendación, la CNDH pide al director del IMSS se ordene y se realice el pago que proceda por concepto de reparación del daño causado a la señora Pérez Sosa, como consecuencia de la responsabilidad institucional derivada de la inadecuada atención médica que se le proporcionó Además, que se le brinde, a través del área correspondiente de la propia institución, un tratamiento psicoterapéutico ante la imposibilidad de que pueda volver a procrear