Cara y cruz

lunes, 7 de mayo de 2007 · 01:00
México, D F, 7 de mayo (apro)- Pues sí, estimados lectores, nadie ignora, por experiencia propia o bien porque se lo han dicho, que todo en el mundo, cosas, hechos, acciones y el propio humano, tiene su cara y su cruz, sus pro y sus contras, que todo es como un cuchillo de doble filo, el cual hay que manejar con precaución para no herirse con él Mas siendo esta una verdad universal, no lo es menos el que los individuos, en su gran mayoría y por lo general, no solemos tenerla en cuenta y caemos en el ver sólo la cara o cruz de todo Lo anterior lo pude probar significativamente en pasada noche en una reunión de amigos en casa de Max Pacheco, un apasionado de los barcos de vela, de los que dibujos, grabados, pinturas y miniaturas ambientan estancias de su casa Su biblioteca está dedicada a libros de navegación, diarios como los de Colón o J Slocum, el primer navegante solitario, así como a las obras de J Conrad, R L Stevenson, J London, Salgari y Verne sobre aventuras del mar y los buques a vela Lo curioso y contradictorio es que este nuestro común amigo poco frecuenta el mar, jamás se ha embarcado, no tiene alberca, aunque tiene terreno suficiente en su finca ¡y ni sabe nadar! ¡Las cosas que se ven! Irremediablemente, como sucede en las reuniones en casa de Pacheco, la conversación recayó sobre temas del mar y, en particular, en los grandes veleros Llevados por su pasión, y supongo que también por las copas, todos coincidimos con él que los mismos eran las más vistosas y románticas máquinas que el genio del hombre había sido capaz de fabricar, que nada se podía comparar a la gracia y majestad de un velero navegando a todo trapo con viento en popa Aunque no sabíamos el significado de palabras como babor, sotavento, queche, verga, goleta, trinquete, botavara, gavia y otras de la jerga marinera pronunciadas por Pacheco, participamos de su pasión y orgullo por el genio del hombre que, con la acumulación de sus observaciones sobre la dirección del viento, las corrientes marinas, la posición de las estrellas en el cielo, del Sol, supo ir tejiendo una sutil tela de araña, de conocimientos, con la que pudo ir atrapando y haciendo del viento, del mar, de la madera y el trapo sus aliados Enardecidos por esta realidad, y supongo que también por el alcohol ingerido, levantamos nuestras copas y brindamos por los veleros, una de las representaciones, uno de los símbolos más bellos y románticos de la inteligencia y audacia del hombre Acabado el brindis, se oyó la risa burlona de Juan Contreras Con sarcasmo, nos dijo que acto seguido de nuestro brindis nos deberíamos dar el pésame, ya que con la inteligencia y la audacia que h hicieron posible los veleros, que llevaron al descubrimiento de América y otros rincones del mundo, también se despertó la codicia y la brutalidad en el hombre blanco occidental y cristiano, lo que le llevó a la usurpación de las riquezas de los naturales de esas regiones, a su explotación despiadada y en no pocos casos a la aniquilación de los mismos Que tuviéramos en cuenta que, igualmente, los veleros hicieron posible y fueron vehículo del más vil y atroz de los comercios, del llamado "trata de negros", por el cual, por años, por dos y medio siglos, cientos de miles, millones de hombres, mujeres y niños fueron convertidos en esclavos por la simple razón de ser diferentes, por tener la piel más oscura, por no conocer y no adorar a Cristo; que no olvidáramos que no faltaron devotos servidores de las diferentes iglesias cristianas que tomaron la evangelización de los negros como pretexto y justificación de la esclavitud de los mismos, aunque después de haberlos bautizado, los siguieron manteniendo en esclavitud ¡Las cosas que se ven! Después de estas razones y otras parecidas, Juan Contreras nos sorprendió a todos al dar un giro imprevisto en su discurso, al decirnos que deberíamos hilar muy fino con los veleros de la actualidad, la globalidad, que se ufana de que amplía nuestra libertad, mejora y facilita la comunicación y tiene como timón de las mismas el libre mercado competitivo, pues no vaya a ser que con eso de la exportación de capitales y empresas como las maquiladoras, en el fondo estén practicando un nuevo sistema de explotación negrera, nuevo porque en vez de llevar negros esclavos a otros lugares de trabajo, llevan el trabajo a lugares donde se paga menos salarios por el mismo Esta última parte del discurso de Contreras dio pie a una acalorada discusión general que no sirvió más que para ponernos al borde de disgustarnos entre los amigos, por lo que decidimos cortarla y hablar de otras cosas, pero considerando que las palabras de Contreras no dejan de tener su interés, es por lo que este su servidor se ha tomado la libertad de ofrecerles un resumen de las mismas por medio de este buzón Espero que les sea de utilidad Sin más y siempre a sus órdenes CÁNDIDO BUENAFE

Comentarios