México, D F, 16 de julio (apro)- Figurón supremo que desde el terremoto de 1985 bautizara nuestro país "Hijo pródigo del pueblo" al cual rinde culto como si fuera deidad todopoderosa en el firmamento operístico internacional, el orgullosamente mexicano Plácido Domingo cantará el 1 de septiembre en la bonita Guadalajara, ciudad donde hace medio siglo comenzó su trayectoria artística acompañando en el piano a la tiple de zarzuela doña Pepita Embil ?su señora madre "Vamos a inaugurar el mejor auditorio de México abriendo un espectáculo de clase mundial, con un Plácido Domingo que inició su carrera aquí en Guadalajara a los 17 años de edad", aseguró a la agencia EFE el pasado 21 de junio Carlos Briseño Torres, rector de la Universidad de Guadalajara anunciando el magno concierto para estrenar el Auditorio Metropolitano de Guadalajara El cumpleaños 50 de Plácido Domingo en el arte será festejado en el nuevo escenario de la Perla Tapatía y según cifras proporcionadas por el ducho productor cultural Raúl Padilla López, del consejo administrativo del Auditorio Metropolitano de Guadalajara la inversión para construir el imponente foro ascendió a 450 millones de pesos; tendrá flexibilidad de acceso para dos mil 700 personas y hasta 11 mil 500 "gracias a un sistema de muros móviles que permitirán 16 configuraciones de sala y área exclusiva para discapacitados" Cuando en 1983 Domingo publicó sus memorias "Mis primeros 40 años de vida" en Londres, incluyó una foto singular que al pie explicaba: "La primera vez que acompañé a mi madre al piano Guadalajara, 1957" Pero Domingo no añadía ninguna aclaración más para el texto de su libro, guardando cualquier detalle sobre ese recital jalisciense en la metrópoli tapatía donde hizo su debut al piano con su popular mamá En aquel 1983 México lo estimaba por haber vivido desde los ocho años toda su adolescencia lo cual equivale al imprescindible período formativo del tenor en el Distrito Federal, urbe que impulsó su eventual triunfo allende las fronteras del Palacio de Bellas Artes y ciertamente Domingo quería bastante a México; pero la pasión era controlada en el pensamiento de que su corazón se hallaba más cerca de España, su real cuna de origen, donde un alcalde madrileño colocó a su regreso en 1970 una placa en pintoresco edificio de la barriada Salamanca en calle de Ibiza 34, que reza: Plácido Domingo nació en esta casa el 21 de enero de 1941 Como fans sonreímos ante este hecho, es una mera anécdota o simple jugarreta de azar geográfico que igual, le perdonamos aunque no sea su culpa haber nacido en Madrid Dicen que un artista no tiene nacionalidad y sin embargo, los pueblos son quienes brindan pasaporte a sus favoritos y a 20 años de la tragedia de los sismos, por rumbos de Tlatelolco también México le alzó un busto a Plácido Domingo por su valentía al interrumpir sus compromisos el 19 de septiembre de 1985 y acudir para ser pilar de auxilio a los damnificados; organizó brigadas de rescate y permaneció un año en el DF recaudando fondos en conciertos europeos y norteamericanos (los dos primeros juntaron 400 mil dólares) Jamás olvidaremos tal heroísmo ("maestro: mi casa es tu casa, estamos para servirle") La gráfica con su madre en Guadalajara tomada hace cinco décadas llamó poderosamente la atención de Marcia Lewis, escritora norteamericana quien a seis años de que Domingo unió sus voces con su compatriota José Carreras y su rival italiano Luciano Pavarotti en el espectáculo archimillonario "Los tres tenores", en su biografía del trío ("The Private Lives of the Three Tenors") de 1996, describió la foto tapatía: "La fotografía retrata en el escenario a un Domingo sonrojado y todavía no tan guapetón como hoy, al lado de su mamá mientras ella abraza en su seno un ramillete de flores luego de concluir un recital existoso en Guadalajara Acababa de acompañarla al piano y se nota orgulloso, la mira con adoración ("Plácido le canta a mamá, se ve en su mirada así como Pavarotti canta al papá", me dijo una soprano que conoce a ambos) "Pepita Embil, su madre, fue una de las cantantes españolas más cotizadas en el circuito de la zarzuela y actuaba con su marido Plácido Domingo padre, obtuvieron tanto prestigio en un recorrido por Puerto Rico, Cuba y México, que decidieron quedarse en éste último país donde fundaron su propia compañía, en 1949" ¿Qué dice Plácido Domingo en sus memorias para ayudarnos a saber más en torno de esa presentación en Guadalajara hace medio siglo? No mucho En el capítulo primero "Madrid y México (1941-1961)" dedica todo el año de 1957 a su romance con una compañera pianista del Conservatorio Nacional de 18 años de edad, dos mayor que él; su casamiento a espaldas de sus padres quienes lo dejan al cuidado de la severa tía Agustina pues siempre están de gira artística (especialmente con su papá, a quien Plácido se niega a obedecer y enfrenta al prohibirle vivir con la esposa) y para julio de 1958 el nacimiento de su primogénito José y divorcio Son dos citas, la primera parcamente afirma: "Cuando rememoro los cuatro años que transcurrieron entre el nacimiento de mi hijo y mi marcha de México aun me asombra la cantidad y variedad de mi actividad Mi primer compromiso profesional fue el de acompañamiento de mi madre en un concierto de Mérida Tras ello, trabajé en la compañía de zarzuela de mis padres" La bonita Guadalajara aparece enseguida, sin brillo: "Estando en Veracruz, cuna de Marta y ciudad donde desembarqué muy niño en tierra mexicana, el tenor enfermó? una ocasión importantísima para mí en debut que había de ser mi definitiva cuerda, aquella gira se me grabó Llegué tarde a un ensayo y mi padre me abofeteó delante de todo el elenco y me reprendió, aprendí una lección inolvidable sobre la puntualidad en el teatro? actuamos en Monterrey, Guadalajara Mérida, Aguascalientes, San Luis Potosí y, en suma, a lo largo y lo ancho de la nación "El día de la muerte del papa Pío XII estábamos en la más católica de las ciudades mexicanas, Guadalajara, y el período de duelo que siguió fue doblemente triste para mis padres: por la gran pérdida y porque asistió poquísimo público a nuestras presentaciones" Pío XII se llamaba Castel Gandolfo, en latín "Pius P P", conocido como "El Papa de Hitler" falleció justamente en 1958, un 9 de octubre No me pareció lógico que Domingo ignorara aquel primer concierto en Guadalajara con su madre como para no darle un sitio relevante en su libro La biografía en momentos es muy exacta como para creer que fuese un descuido tal omisión y así, me pregunté igualmente por qué Plácido Domingo no se consideraba mexicano antes de "serlo", digamos, en 1983 al momento de publicarse "Mis primeros 40 años"; porque claro que contaba pasaporte mexicano y español, aunque México no tuviera relaciones con España (fue a partir de 1975 con la muerte del dictador Francisco Franco que se reanudaron) Esto fue un tanto más sencillo: España lo había recibido muy bien de vuelta hacia 1970 y en el momento de salir sus memorias, estaba por realizar su filmación de la ópera "Carmen" con el director Carlos Saura Aquí creo que sí tuve más fortuna Luego de hacer papeles protagónicos en la Ópera de Bellas de la capital mexicana y otras capitales mexicanas (debutó en Monterrey en 1959), Plácido Domingo obtuvo una beca para Tel Aviv (con su segunda esposa, Marta mencionada anteriormente) y a su regreso, no siempre lo trató bien la prensa mexicana En 1962, por ejemplo, su papel de Cavaradossi en "La bohème", de Puccini fue visto "sin pena ni gloria" por la crítica (F Baguer en "Excélsior" 7 de marzo de 1962 Cuando volvió de Israel, comenta en sus memorias: "?regresamos a México y nos reunimos con nuestras familias Durante mi estancia canté "Hoffman" y "Tosca" Una reseña fue condenatoria, vino a decir que costaba averiguar qué hacía Plácido Domingo en escena y que no cabía duda que la ópera la venía ancha Tal fue mi disgusto que reaccioné con ira y maquiné insultar a su autor y provocar algúin incidente escandaloso en mi siguiente actuación? dejé en paz al crítico" Es probable que se tratara de Rafael Solana, quien en la revista "Siempre!" (22 de septiembre de 1965), puso: "Ha regresado ya como cantante internacional de su larga temporada en Tel Aviv el cantante mexicano que lleva en su nombre las notas que que por timidez no se atreve a llevar en su garganta: P-la-si-do Domingo: asustadizo frente a los agudos, no sacó tal vez todo el partido que tiene su papel a lo largo de toda la obra?" Pero el colmo ocurrió en "Carmen", de Bizet, en la función de la Ópera Nacional de Bellas Artes en julio de 1972 Narra el tenor: "El departamento de música del Teatro de Bellas Artes había pasado a manos de personas que tenían ideas extravagantes sobre la ópera y gastaron una desastrosa producción de Carmen Decorados e indumentarias eran absurdos y al mismo tiempo, muy caros, y la puesta en escena ridícula No se trataba de una creación extraña y vanguardista, sino antioperística "Crecí en México y sería tan doloroso como inadecuado que diese nombres o entrase en detalles Bastará decir que el proyecto estaba mal concebido Tanta vergüenza me produjo aquel caos, que no canté allí de nuevo en nueve años?" Tales desplantes de "divo" datan datan de los tiempos de Caruso, quien una vez fue abucheado en su natal Nápoles por su cameleo exagerado y juró no volver a cantar allí Al menos, Domingo castigó México por nueve años?