Frida en su centenario y el Palacio de Bellas Artes

lunes, 2 de julio de 2007 · 01:00
México, D F, 2 de julio (apro)- Era natural: si en el mundo se impuso hacia el final de los años ochenta el fenómeno llamado "fridomanía", en México tendría que rebotar tarde o temprano Fue justo en la exposición "Mujeres de México" en la American Academy of Design en Nueva York, cuyo anfitrión fue el poeta Octavio Paz en 1990 (una semana antes de obtener el Premio Nobel de Literatura), cuando la fiebre por Frida llegó a Estados Unidos Las joyas de la muestra, sin duda los cuadros de la pintora coyoacanense, producían en las jóvenes estadunidenses una especie de éxtasis sin par Entonces la crítica de arte Raquel Tibol, consultada acerca de por qué las obras de los grandes artistas latinoamericanos se vendían muy por debajo de la de europeos (por ejemplo, por qué Picasso estaba tan por encima de Diego Rivera), lo atribuyó a que en México no se había creado todavía un mito La misma investigadora se había opuesto a ese mito en sus libros, no obstante fue pionera en la profundización de la vida y obra de Kahlo (Una vida abierta), y es que no pretendió imponer un modelo comercial al tratamiento de la artista Pero ya en ese momento en Nueva York varias galerías comenzaban a disparar los precios de los cuadros de Frida, y en ese año alcanzó la cifra récord en la lista de los artistas latinoamericanos en el mercado Parecía increíble que la mujer de Diego Rivera, quien nunca había desarrollado su actividad como una profesional y quien sólo una vez en la vida realizó una muestra individual, se situara, no ya por encima de él, sino de todos los latinoamericanos Ya Hayden Herrera le había dado al clavo de la comercialización con su biografía (antecedida por otras no menos exaltadoras del dolor de la artista, como Martha Zamora), y Madonna, "la chica material", que ascendía como la espuma hacia la cumbre, declaraba tener el cabello oscuro como para poder interpretar a Frida en un filme y se ostentaba poseedora de dos cuadros suyos Varios cineastas más intentaron llevarla a la pantalla, luego del mexicano Paul Leduc (Frida, naturaleza viva, con la caracterizaciones de Ofelia Medina y Juan José Gurrola, recién fallecido, en los papeles del matrimonio) y hasta Luis Valdés, el teatrero chicano cuyo proyecto se vino abajo cuando le entregó el rol a la actriz de origen italiano Laura San Giácomo, que la comunidad latina de Los Ángeles descartó hasta en manifestaciones públicas Vino Salma Hayek a terminar de cerrar el asunto con una cinta controvertida, en una producción estadunidense, con Frida hablando en inglés y divorciada de su ideología El estreno de ese filme, Frida, se realizó en el Palacio de Bellas Artes Desde entonces, Frida no ha tenido reposo * * * Fue en el Palacio de Bellas Artes donde el 13 de julio de 1954 se efectuó el velorio de la artista, con el ya mítico incidente del féretro cubierto por la bandera comunista que costó al director del Instituto Nacional de Bellas Artes, el escritor tabasqueño Andrés Idearte, el puesto Se dice que al acercarse a Diego Rivera y pedirle que quitara el lábaro y le pusiera el mexicano, el pintor levantó la voz, que se escuchó en el hall del recinto: "Si le quitas la bandera, me llevo el féretro a las escaleras de afuera" Eran los días en que el mundo latinoamericano estaba conmovido por la intervención del gobierno Estados Unidos en el golpe militar al demócrata Jacobo Arbenz en la presidencia de Guatemala La foto de la manifestación de protesta en México es histórica: Los comunistas al frente de la marcha, Diego junto a Frida en silla de ruedas En una exposición que montará en honor a Frida un museo alemán en la pequeña localidad de Worpswede, cerca de Bremen, para conmemorar el centenario de su nacimiento, el 6 de julio de 1907, el Grupo Teatrero de México presentará un performance donde representará el velorio en el Palacio Ahí la actriz Citlali Huezo representará a la artista y, según informaron los propietarios del museo, corre la versión de que el grupo incluirá una escena de Chabela Vargas cantando Los jóvenes teatreros preguntaron de dónde venía la versión, y les respondieron que lo habían oído del escritor Carlos Monsiváis Fueron a corroborar la versión, que es ésta: "Yo tenía dieciséis años y pertenecía al Partido Comunista Mexicano y fui al velorio Pero Chabela, que estaba guapísima, no cantó, ?susurró? una canción Había sido Concha Michel la que, acompañada de su guitarra, había empezado a cantar canciones preferidas de Frida, cuando en algún momento Chabela susurró Por un amor" La celebración oficial del centenario de Frida Kahlo se concentra nuevamente en el Palacio de Bellas Artes con una exposición, la más completa que se ha exhibido, a decir de las autoridades, pero donde por lo pronto Raquel Tibol ya identificó dos obras falsas

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