El viraje
Después de que Vicente Fox dejó las relaciones con Cuba "al borde de la ruptura", el gobierno de Felipe Calderón lanza señales de reconciliación al de Fidel Castro, a contrapelo de la dirigencia del PAN Con pragmatismo, ve en ello más ventajas que perjuicios Dos de ellas: por medio de Cuba es factible mejorar los vínculos con América Latina y con ello fortalecer la posición de México ante Washington, y al mismo tiempo desactivar un motivo de conflicto interno con partidos políticos, intelectuales y sectores sociales que simpatizan con el régimen cubano
El gobierno de Felipe Calderón lanza "guiños diplomáticos" y realiza "gestos de buena voluntad" dirigidos al régimen de Fidel Castro con el propósito de recomponer las deterioradas relaciones entre México y Cuba
Así, designó como embajador en la isla a Gabriel Jiménez Remus, un político que los miembros de la nomenklatura cubana conocen y aprecian; la canciller mexicana, Patricia Espinosa, se ha reunido en privado con el embajador Jorge Bolaños, pero, sobre todo, México cabildeó en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para que Cuba quedara fuera de la lista de países sujetos a evaluación en esta materia
¿Por qué el gobierno de Calderón está interesado en mejorar las relaciones con ese país?
Ricardo Pascoe Pierce y Pedro Joaquín Coldwell, exembajadores de México en Cuba, ofrecen varias respuestas Dos de ellas:
En el ámbito internacional, México sólo puede reencontrarse con América Latina si mejora sus relaciones con Cuba; y a México las buenas relaciones con los países de la región le son necesarias para fortalecer su posición ante Estados Unidos
Y en el ámbito interno, Calderón elimina un factor de conflicto con partidos políticos y con sectores sociales que apoyan al gobierno de Fidel Castro
De hecho, en el Congreso mexicano hay consenso en el sentido de que conviene mejorar las relaciones con el gobierno de la isla Esta postura se reflejó en la IX Reunión Interparlamentaria Cuba-México que se llevó a cabo en La Habana del jueves 5 al sábado 7 de julio "Habrá buen ambiente y un ánimo de reconciliación, lo que ayudará a la estrategia del gobierno de Calderón", comentó una fuente diplomática en vísperas del inicio de la reunión
Los guiños, los antecedentes
Calderón envió señales a La Habana desde que era candidato a la Presidencia A finales de julio de 2006, cuando se inició la crisis de salud de Fidel Castro, transmitió a éste una carta personal en la que se manifestó preocupado por su condición delicada y le deseó un pronto restablecimiento En la práctica diplomática, ese gesto le correspondía al gobierno de Vicente Fox, que no lo tuvo
Luego, ya como presidente, Calderón instruyó a la canciller Espinosa para que reanudara los contactos con el gobierno cubano La funcionaria buscó al embajador Bolaños, con quien ?según fuentes diplomáticas? se ha reunido en privado al menos en tres ocasiones en el edificio de la cancillería
Desde la primera reunión, Espinosa le planteó el deseo de normalizar las relaciones y le propuso buscar mecanismos para hacerlo Bolaños explicó que, debido a la mala experiencia que el gobierno cubano tuvo con el de Vicente Fox, desconfiaba de las palabras y promesas Cuba ?le dijo? espera hechos concretos
De acuerdo con las mismas fuentes, una de las reuniones se llevó a cabo después de que, a finales de enero, Manuel Espino, dirigente nacional del PAN y recién nombrado presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), aseguró en varias entrevistas que esta organización planeaba impulsar la democracia en América Latina, incluida Cuba, a cuyo gobierno calificó de "dictadura"
Además, la ODCA integró en una de sus vicepresidencias a Marcelino Miyares, dirigente del anticastrista Partido Demócrata Cristiano Cubano, con sede en Miami
Espinosa explicó a Bolaños que las declaraciones y acciones de Espino no eran compartidas por el gobierno de Calderón Luego, públicamente, la cancillería se deslindó Dijo que la política exterior de México la dicta el presidente Felipe Calderón
En respuesta a las declaraciones de Espino, el gobierno de Cuba canceló de último momento el encuentro programado para el 25 de enero entre el ministro de la Industria Pesquera de la isla, Alfredo López Valdés, y la delegación mexicana de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) que se encontraba ya en La Habana
El pasado 12 de marzo, un día antes de la visita a México del presidente estadunidense George W Bush, Calderón dijo en entrevista al diario La Jornada que las relaciones con Cuba "ya las sacamos del congelador y estamos trabajando discreta pero intensamente en restablecer una relación cada vez más fluida y sólida" Incluso manifestó que había externado su interés por realizar una "visita de trabajo o de Estado a la isla"
Para Pascoe, quien también fue asesor del equipo calderonista durante la campaña presidencial, las declaraciones del presidente mexicano fueron parte de una "jugada política" Explica: "Calderón era consciente de que un día después iba a recibir a Bush y que en la agenda de la reunión éste podía plantear el tema de Cuba Entonces Calderón se adelantó al planteamiento del estadunidense como para decirle: ?ya hice un compromiso público: mejorar las relaciones con Cuba" Frenó así cualquier exigencia estadunidense y, al mismo tiempo, le permitió ampliar y poner la discusión de Cuba sobre bases distintas a las que Bush hubiera deseado"
El pasado 18 de junio, Calderón hizo llegar a La Habana una carta de condolencias por el fallecimiento de Vilma Espín, dirigente de la Federación de Mujeres Cubanas y esposa del general Raúl Castro, quien se halla provisionalmente al frente del gobierno de la isla Un día después, el embajador mexicano en La Habana, José Ignacio Piña, recibió la llamada telefónica del canciller Pérez Roque, quien, a nombre del general Raúl Castro, agradeció la carta enviada por Calderón
Luego, el pasado 27 de junio hubo otro signo de deshielo: Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento de la isla, asistió a una recepción diplomática ofrecida en la embajada de México en La Habana a los legisladores mexicanos que participaron en una reunión del Parlamento Latinoamericano (Parlatino) celebrada en esa ciudad
El hecho fue significativo: ningún funcionario cubano de alto nivel asistía a las recepciones de la embajada de México desde que entraron en crisis las relaciones diplomáticas con el gobierno de Fox De hecho, el embajador Piña era recibido siempre por funcionarios de tercer nivel
El amigo Gabriel
La designación de Gabriel Jiménez Remus como embajador en Cuba es otro gesto que el gobierno de ese país ve con buenos ojos
Jiménez Remus no sólo es un político panista cercano a Calderón y con experiencia diplomática; también tiene muy buenas relaciones con importantes funcionarios de la isla, sobre todo con el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, a quien conoce desde principios de los noventa, cuando ambos participaban en las reuniones interparlamentarias entre México y Cuba
De hecho, Jiménez Remus fue el artífice de la relación que la dirigencia del PAN estableció con el gobierno cubano: organizó las tres visitas oficiales que hasta la fecha han realizado los panistas a La Habana Primero, en marzo de 1995, viajaron 20 senadores de ese partido Después lo hicieron los dirigentes nacionales de PAN, Carlos Castillo Peraza (julio de 1995) y el propio Felipe Calderón (noviembre de 1998)
Castro recibió a Calderón y a su comitiva en el Palacio de la Revolución Hablaron de todo hasta horas de la madrugada: de la situación económica en Cuba, del proceso electoral en México, de libertad de expresión, de derechos humanos, de democracia? "Actualizamos la agenda de las convergencias y divergencias", declaró en esas fechas Calderón
Durante esos años de acercamiento entre el PAN y Fidel Castro, Jiménez Remus era un asiduo visitante a la isla El gobierno cubano le dispensaba un trato de invitado especial: hospedaje en casas de protocolo y automóviles con chofer y guardias de seguridad
En La Habana nadie duda que el gobierno cubano le otorgará el beneplácito como embajador de México Su primera misión: reactivar la Comisión Intergubernamental México-Cuba, que no se reúne desde hace tres años y que, en los hechos, tiene paralizados muchos programas de cooperación binacional, así como organizar la eventual visita de Calderón a Cuba, según comentaron a Proceso fuentes diplomáticas
Sin embargo, el gesto de Calderón que más apreció el gobierno cubano ocurrió el pasado 19 de junio en Ginebra Bajo la presidencia del mexicano Luis Alfonso de Alba, el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU excluyó a Cuba de la lista de países sujetos a evaluación en derechos humanos "De Alba llevó a cabo las negociaciones para buscar ese consenso No actuó así motu proprio Tenía instrucciones de la cancillería mexicana", comentó una fuente diplomática
El gobierno cubano ?que consideró el hecho como una victoria porque elimina las resoluciones en su contra en materia de derechos humanos? también lo interpretó así En conferencia de prensa, el canciller Pérez Roque alabó a De Alba por la manera "equilibrada y ponderada con que condujo al CDH en este complejo de construcción institucional" Lo tomó como "un gesto positivo del gobierno de México" y aseguró "que si hubiera llegado el momento de ejercer un voto, (México) no iba a votar contra Cuba"
Añadió que en los últimos meses "hemos constatado la voluntad" de México por normalizar las relaciones con Cuba Consideró que el papel jugado por el gobierno mexicano en el CDH "ha removido un importante obstáculo que hacía imposible pensar en esa normalización" Dijo tener la impresión de que "va quedando atrás" la etapa de deterioro de los vínculos bilaterales y que "estamos construyendo (la relación) sobre bases nuevas"
"Pero ?agregó? quedan todavía otros temas en los que debemos trabajar ()"
Y sí Tres temas principales quedan por solucionar en la agenda bilateral: la deuda cubana por más de 380 millones de dólares que ha motivado juicios en cortes internacionales y una demanda contra México en un tribunal de La Habana; el rechazo del gobierno de la isla a recibir emigrantes cubanos que ingresan a territorio mexicano desde terceros países, sobre todo de Centroamérica; y los derechos humanos, aspecto en torno al cual ?pese a la resolución del CDH en Ginebra? ambos gobiernos mantienen diferencias
Cuestión de equilibrios
En entrevistas por separado, Pascoe y Coldwell coinciden sobre las razones para hacer a un lado la cuestión de los derechos humanos: para desactivar un motivo de conflicto permanente con Cuba, pues en los últimos años el gobierno de Fidel Castro definió la relación con México a partir de la posición que éste asumiera ante la CDH, en Ginebra
Coldwell señala, además, otro beneficio para el gobierno de Calderón: "El conflicto con Cuba, tema de permanente rijosidad, saldrá de la agenda interna", pues el gobierno de Castro "goza de enorme simpatía en muchos partidos políticos mexicanos y en muchos círculos intelectuales"
Por su parte, Gustavo Iruegas, exsubsecretario de Relaciones Exteriores y secretario de Relaciones Internacionales del "gabinete legítimo" de Andrés Manuel Lopez Obrador, lo explica con un símil futbolero:
"Están discutiendo en un bar unos que le van a un equipo y unos que le van a otro equipo La discusión se agota porque cierran el lugar, no porque alguno convenza al otro Eso fue lo que pasó Se cerró la cancha Fue una victoria de Cuba ?que no de México?, pues derrotó la estrategia que por 20 años aplicó Estados Unidos: utilizar a la Comisión de Derechos Humanos para intentar la condena anual de Cuba en esta materia y con ello minar la moral de la revolución cubana ()"
Añade: "Existió cierto grado de pragmatismo, pues Calderón tiene un nudo que no logra desatar: no puede hablar de la falta de democracia y de derechos humanos en Cuba sin que le recuerden la falta de democracia y de derechos humanos en México Así que optó por la solución más fácil: anular el tema"
Coldwell, exgobernador de Quintana Roo y actual senador del PRI, señala: "Cuba ha visto la actuación de De Alba como una buena señal que le manda México Ahora bien, el gobierno de Calderón debe encontrar una salida digna, pues no puede quedar frente a la opinión pública nacional e internacional como que claudica con Cuba en materia de derechos humanos"
Aconseja buscar una salida decorosa para ambos países, similar a la que logró este año España, que firmó con el gobierno de Castro un documento de diálogo político bilateral que incluye el tema de los derechos humanos
Pascoe observa una razón de fondo en la estrategia de Calderón: "sumarse con coherencia y consistencia al sentir de la mayoría de los países de América Latina", los cuales "tienen buen trato con Cuba y no están de acuerdo con el embargo y las presiones que Washington ejerce sobre ella"
"Así ?señala? es indispensable que México recomponga la relación con Cuba para avanzar en su reencuentro con América Latina, pues el país necesita a la región para fortalecer su posición ante Washington"
Considera incluso que este objetivo es "una prioridad" para los intereses de México y "va más allá de los defectos del régimen cubano en materia de democracia y derechos humanos"
Explica: "Uno podría conceder que el excanciller Jorge Castañeda tenía razón (en el sentido de que el gobierno cubano es antidemocrático y viola los derechos humanos) y decir: ?sí vamos a cambiar las relaciones con Cuba?, pero sepamos qué ganamos a cambio de eso: ¿fortalecemos nuestras relaciones con Washington y el mundo? Resulta que no ganamos nada Durante el gobierno de Fox, México fue el gran perdedor en todas las arenas: peleado con Cuba, peleado con América Latina y objeto de un trato de desprecio por parte de Washington y de un muro en la frontera"
Para Iruegas la normalización de las relaciones entre el gobierno de Calderón y el de Fidel Castro tiene límites Explica que las posiciones políticas e ideológicas de ambos se ubican en los extremos Por tanto, dice, pueden lograr arreglos desde el punto de vista del oficio diplomático: contactos y comunicación para discutir asuntos pendientes o nuevos "Pero no podemos pensar que existan acuerdos de fondo, como alguna alianza en materia de integración regional"
Coldwell señala otra razón por la que México debe recomponer sus relaciones con el gobierno de la isla: "Cuba es un actor central en la política internacional Tiene excelentes puentes de comunicación con países en vías de desarrollo en África y Asia y en América Latina, en particular con el Caribe Es por tanto un aliado fundamental en los foros internacionales de muchas causas de México" Así, una buena relación con Cuba "puede permitir una adecuada negociación y mejorar" la eventual candidatura de México al Consejo de Seguridad que actualmente analiza el gobierno de Calderón
Coldwell y Pascoe consideran que incluso a Washington le conviene que México recomponga su relación con Cuba La razón: le es ventajoso que un país amigo tenga interlocución con el gobierno de la isla y que pueda ejercer un papel de intermediación "Ello es importante sobre todo ahora que se acercan tiempos de transición en el sistema cubano A Estados Unidos no le convendría que ello saliera de los cauces pacíficos, porque el efecto inmediato se reflejaría con un éxodo de cubanos hacia sus costas", señala Coldwell
Pascoe afirma: "A México le conviene la resistencia de la Revolución Cubana, así como que su sociedad sea más próspera, abierta y equilibrada Lo peor que le puede suceder a México es una transición en la isla que termine en un país subordinado a Estados Unidos Para México eso sería terrible, pues debilitaría muchísimo nuestra posición ante Washington" ?
E
l gobierno de Felipe Calderón lanza "guiños diplomáticos" y realiza "gestos de buena voluntad" dirigidos al régimen de Fidel Castro con el propósito de recomponer las deterioradas relaciones entre México y Cuba
Así, designó como embajador en la isla a Gabriel Jiménez Remus, un político que los miembros de la nomenklatura cubana conocen y aprecian; la canciller mexicana, Patricia Espinosa, se ha reunido en privado con el embajador Jorge Bolaños, pero, sobre todo, México cabildeó en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para que Cuba quedara fuera de la lista de países sujetos a evaluación en esta materia
¿Por qué el gobierno de Calderón está interesado en mejorar las relaciones con ese país?
Ricardo Pascoe Pierce y Pedro Joaquín Coldwell, exembajadores de México en Cuba, ofrecen varias respuestas Dos de ellas:
En el ámbito internacional, México sólo puede reencontrarse con América Latina si mejora sus relaciones con Cuba; y a México las buenas relaciones con los países de la región le son necesarias para fortalecer su posición ante Estados Unidos
Y en el ámbito interno, Calderón elimina un factor de conflicto con partidos políticos y con sectores sociales que apoyan al gobierno de Fidel Castro
De hecho, en el Congreso mexicano hay consenso en el sentido de que conviene mejorar las relaciones con el gobierno de la isla Esta postura se reflejó en la IX Reunión Interparlamentaria Cuba-México que se llevó a cabo en La Habana del jueves 5 al sábado 7 de julio "Habrá buen ambiente y un ánimo de reconciliación, lo que ayudará a la estrategia del gobierno de Calderón", comentó una fuente diplomática en vísperas del inicio de la reunión
Los guiños, los antecedentes
Calderón envió señales a La Habana desde que era candidato a la Presidencia A finales de julio de 2006, cuando se inició la crisis de salud de Fidel Castro, transmitió a éste una carta personal en la que se manifestó preocupado por su condición delicada y le deseó un pronto restablecimiento En la práctica diplomática, ese gesto le correspondía al gobierno de Vicente Fox, que no lo tuvo
Luego, ya como presidente, Calderón instruyó a la canciller Espinosa para que reanudara los contactos con el gobierno cubano La funcionaria buscó al embajador Bolaños, con quien ?según fuentes diplomáticas? se ha reunido en privado al menos en tres ocasiones en el edificio de la cancillería
Desde la primera reunión, Espinosa le planteó el deseo de normalizar las relaciones y le propuso buscar mecanismos para hacerlo Bolaños explicó que, debido a la mala experiencia que el gobierno cubano tuvo con el de Vicente Fox, desconfiaba de las palabras y promesas Cuba ?le dijo? espera hechos concretos
De acuerdo con las mismas fuentes, una de las reuniones se llevó a cabo después de que, a finales de enero, Manuel Espino, dirigente nacional del PAN y recién nombrado presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), aseguró en varias entrevistas que esta organización planeaba impulsar la democracia en América Latina, incluida Cuba, a cuyo gobierno calificó de "dictadura"
Además, la ODCA integró en una de sus vicepresidencias a Marcelino Miyares, dirigente del anticastrista Partido Demócrata Cristiano Cubano, con sede en Miami
Espinosa explicó a Bolaños que las declaraciones y acciones de Espino no eran compartidas por el gobierno de Calderón Luego, públicamente, la cancillería se deslindó Dijo que la política exterior de México la dicta el presidente Felipe Calderón
En respuesta a las declaraciones de Espino, el gobierno de Cuba canceló de último momento el encuentro programado para el 25 de enero entre el ministro de la Industria Pesquera de la isla, Alfredo López Valdés, y la delegación mexicana de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) que se encontraba ya en La Habana
El pasado 12 de marzo, un día antes de la visita a México del presidente estadunidense George W Bush, Calderón dijo en entrevista al diario La Jornada que las relaciones con Cuba "ya las sacamos del congelador y estamos trabajando discreta pero intensamente en restablecer una relación cada vez más fluida y sólida" Incluso manifestó que había externado su interés por realizar una "visita de trabajo o de Estado a la isla"
Para Pascoe, quien también fue asesor del equipo calderonista durante la campaña presidencial, las declaraciones del presidente mexicano fueron parte de una "jugada política" Explica: "Calderón era consciente de que un día después iba a recibir a Bush y que en la agenda de la reunión éste podía plantear el tema de Cuba Entonces Calderón se adelantó al planteamiento del estadunidense como para decirle: ?ya hice un compromiso público: mejorar las relaciones con Cuba" Frenó así cualquier exigencia estadunidense y, al mismo tiempo, le permitió ampliar y poner la discusión de Cuba sobre bases distintas a las que Bush hubiera deseado"
El pasado 18 de junio, Calderón hizo llegar a La Habana una carta de condolencias por el fallecimiento de Vilma Espín, dirigente de la Federación de Mujeres Cubanas y esposa del general Raúl Castro, quien se halla provisionalmente al frente del gobierno de la isla Un día después, el embajador mexicano en La Habana, José Ignacio Piña, recibió la llamada telefónica del canciller Pérez Roque, quien, a nombre del general Raúl Castro, agradeció la carta enviada por Calderón
Luego, el pasado 27 de junio hubo otro signo de deshielo: Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento de la isla, asistió a una recepción diplomática ofrecida en la embajada de México en La Habana a los legisladores mexicanos que participaron en una reunión del Parlamento Latinoamericano (Parlatino) celebrada en esa ciudad
El hecho fue significativo: ningún funcionario cubano de alto nivel asistía a las recepciones de la embajada de México desde que entraron en crisis las relaciones diplomáticas con el gobierno de Fox De hecho, el embajador Piña era recibido siempre por funcionarios de tercer nivel
El amigo Gabriel
La designación de Gabriel Jiménez Remus como embajador en Cuba es otro gesto que el gobierno de ese país ve con buenos ojos
Jiménez Remus no sólo es un político panista cercano a Calderón y con experiencia diplomática; también tiene muy buenas relaciones con importantes funcionarios de la isla, sobre todo con el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, a quien conoce desde principios de los noventa, cuando ambos participaban en las reuniones interparlamentarias entre México y Cuba
De hecho, Jiménez Remus fue el artífice de la relación que la dirigencia del PAN estableció con el gobierno cubano: organizó las tres visitas oficiales que hasta la fecha han realizado los panistas a La Habana Primero, en marzo de 1995, viajaron 20 senadores de ese partido Después lo hicieron los dirigentes nacionales de PAN, Carlos Castillo Peraza (julio de 1995) y el propio Felipe Calderón (noviembre de 1998)
Castro recibió a Calderón y a su comitiva en el Palacio de la Revolución Hablaron de todo hasta horas de la madrugada: de la situación económica en Cuba, del proceso electoral en México, de libertad de expresión, de derechos humanos, de democracia? "Actualizamos la agenda de las convergencias y divergencias", declaró en esas fechas Calderón
Durante esos años de acercamiento entre el PAN y Fidel Castro, Jiménez Remus era un asiduo visitante a la isla El gobierno cubano le dispensaba un trato de invitado especial: hospedaje en casas de protocolo y automóviles con chofer y guardias de seguridad
En La Habana nadie duda que el gobierno cubano le otorgará el beneplácito como embajador de México Su primera misión: reactivar la Comisión Intergubernamental México-Cuba, que no se reúne desde hace tres años y que, en los hechos, tiene paralizados muchos programas de cooperación binacional, así como organizar la eventual visita de Calderón a Cuba, según comentaron a Proceso fuentes diplomáticas
Sin embargo, el gesto de Calderón que más apreció el gobierno cubano ocurrió el pasado 19 de junio en Ginebra Bajo la presidencia del mexicano Luis Alfonso de Alba, el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU excluyó a Cuba de la lista de países sujetos a evaluación en derechos humanos "De Alba llevó a cabo las negociaciones para buscar ese consenso No actuó así motu proprio Tenía instrucciones de la cancillería mexicana", comentó una fuente diplomática
El gobierno cubano ?que consideró el hecho como una victoria porque elimina las resoluciones en su contra en materia de derechos humanos? también lo interpretó así En conferencia de prensa, el canciller Pérez Roque alabó a De Alba por la manera "equilibrada y ponderada con que condujo al CDH en este complejo de construcción institucional" Lo tomó como "un gesto positivo del gobierno de México" y aseguró "que si hubiera llegado el momento de ejercer un voto, (México) no iba a votar contra Cuba"
Añadió que en los últimos meses "hemos constatado la voluntad" de México por normalizar las relaciones con Cuba Consideró que el papel jugado por el gobierno mexicano en el CDH "ha removido un importante obstáculo que hacía imposible pensar en esa normalización" Dijo tener la impresión de que "va quedando atrás" la etapa de deterioro de los vínculos bilaterales y que "estamos construyendo (la relación) sobre bases nuevas"
"Pero ?agregó? quedan todavía otros temas en los que debemos trabajar ()"
Y sí Tres temas principales quedan por solucionar en la agenda bilateral: la deuda cubana por más de 380 millones de dólares que ha motivado juicios en cortes internacionales y una demanda contra México en un tribunal de La Habana; el rechazo del gobierno de la isla a recibir emigrantes cubanos que ingresan a territorio mexicano desde terceros países, sobre todo de Centroamérica; y los derechos humanos, aspecto en torno al cual ?pese a la resolución del CDH en Ginebra? ambos gobiernos mantienen diferencias
Cuestión de equilibrios
En entrevistas por separado, Pascoe y Coldwell coinciden sobre las razones para hacer a un lado la cuestión de los derechos humanos: para desactivar un motivo de conflicto permanente con Cuba, pues en los últimos años el gobierno de Fidel Castro definió la relación con México a partir de la posición que éste asumiera ante la CDH, en Ginebra
Coldwell señala, además, otro beneficio para el gobierno de Calderón: "El conflicto con Cuba, tema de permanente rijosidad, saldrá de la agenda interna", pues el gobierno de Castro "goza de enorme simpatía en muchos partidos políticos mexicanos y en muchos círculos intelectuales"
Por su parte, Gustavo Iruegas, exsubsecretario de Relaciones Exteriores y secretario de Relaciones Internacionales del "gabinete legítimo" de Andrés Manuel Lopez Obrador, lo explica con un símil futbolero:
"Están discutiendo en un bar unos que le van a un equipo y unos que le van a otro equipo La discusión se agota porque cierran el lugar, no porque alguno convenza al otro Eso fue lo que pasó Se cerró la cancha Fue una victoria de Cuba ?que no de México?, pues derrotó la estrategia que por 20 años aplicó Estados Unidos: utilizar a la Comisión de Derechos Humanos para intentar la condena anual de Cuba en esta materia y con ello minar la moral de la revolución cubana ()"
Añade: "Existió cierto grado de pragmatismo, pues Calderón tiene un nudo que no logra desatar: no puede hablar de la falta de democracia y de derechos humanos en Cuba sin que le recuerden la falta de democracia y de derechos humanos en México Así que optó por la solución más fácil: anular el tema"
Coldwell, exgobernador de Quintana Roo y actual senador del PRI, señala: "Cuba ha visto la actuación de De Alba como una buena señal que le manda México Ahora bien, el gobierno de Calderón debe encontrar una salida digna, pues no puede quedar frente a la opinión pública nacional e internacional como que claudica con Cuba en materia de derechos humanos"
Aconseja buscar una salida decorosa para ambos países, similar a la que logró este año España, que firmó con el gobierno de Castro un documento de diálogo político bilateral que incluye el tema de los derechos humanos
Pascoe observa una razón de fondo en la estrategia de Calderón: "sumarse con coherencia y consistencia al sentir de la mayoría de los países de América Latina", los cuales "tienen buen trato con Cuba y no están de acuerdo con el embargo y las presiones que Washington ejerce sobre ella"
"Así ?señala? es indispensable que México recomponga la relación con Cuba para avanzar en su reencuentro con América Latina, pues el país necesita a la región para fortalecer su posición ante Washington"
Considera incluso que este objetivo es "una prioridad" para los intereses de México y "va más allá de los defectos del régimen cubano en materia de democracia y derechos humanos"
Explica: "Uno podría conceder que el excanciller Jorge Castañeda tenía razón (en el sentido de que el gobierno cubano es antidemocrático y viola los derechos humanos) y decir: ?sí vamos a cambiar las relaciones con Cuba?, pero sepamos qué ganamos a cambio de eso: ¿fortalecemos nuestras relaciones con Washington y el mundo? Resulta que no ganamos nada Durante el gobierno de Fox, México fue el gran perdedor en todas las arenas: peleado con Cuba, peleado con América Latina y objeto de un trato de desprecio por parte de Washington y de un muro en la frontera"
Para Iruegas la normalización de las relaciones entre el gobierno de Calderón y el de Fidel Castro tiene límites Explica que las posiciones políticas e ideológicas de ambos se ubican en los extremos Por tanto, dice, pueden lograr arreglos desde el punto de vista del oficio diplomático: contactos y comunicación para discutir asuntos pendientes o nuevos "Pero no podemos pensar que existan acuerdos de fondo, como alguna alianza en materia de integración regional"
Coldwell señala otra razón por la que México debe recomponer sus relaciones con el gobierno de la isla: "Cuba es un actor central en la política internacional Tiene excelentes puentes de comunicación con países en vías de desarrollo en África y Asia y en América Latina, en particular con el Caribe Es por tanto un aliado fundamental en los foros internacionales de muchas causas de México" Así, una buena relación con Cuba "puede permitir una adecuada negociación y mejorar" la eventual candidatura de México al Consejo de Seguridad que actualmente analiza el gobierno de Calderón
Coldwell y Pascoe consideran que incluso a Washington le conviene que México recomponga su relación con Cuba La razón: le es ventajoso que un país amigo tenga interlocución con el gobierno de la isla y que pueda ejercer un papel de intermediación "Ello es importante sobre todo ahora que se acercan tiempos de transición en el sistema cubano A Estados Unidos no le convendría que ello saliera de los cauces pacíficos, porque el efecto inmediato se reflejaría con un éxodo de cubanos hacia sus costas", señala Coldwell
Pascoe afirma: "A México le conviene la resistencia de la Revolución Cubana, así como que su sociedad sea más próspera, abierta y equilibrada Lo peor que le puede suceder a México es una transición en la isla que termine en un país subordinado a Estados Unidos Para México eso sería terrible, pues debilitaría muchísimo nuestra posición ante Washington" ?