Del 15 al 23 de diciembre se llevó a cabo en Mérida, Yucatán, la edición XX en memoria del genial ajedrecista mexicano Carlos Torre Repetto El físico Alejandro Preve y el ingeniero Jorge Esquivel han trabajado por años para conseguir patrocinios y condiciones para que esta justa sea del mayor nivel internacional que se pueda conseguir en el planeta Sus esfuerzos no han sido en vano y en las últimas ediciones han pasado jugadores verdaderamente excepcionales, quienes nos han deleitado con brillantes partidas, con certeros ataques, con inefables jaques y mates Todo esto ha puesto en el ámbito mundial a la blanca Mérida y al torneo Carlos Torre, particularmente en los últimos años En la XX edición del campeonato, el mecanismo que se siguió ?para hallar al campeón? fue el de clasificar a doce jugadores, en un torneo (de 9 rondas), en donde después de la sexta se haría un corte, se vería quiénes serían los 12 jugadores con más puntos y éstos se reunirían con cuatro jugadores "sembrados", para hacer un total de 16, que se irían eliminando vía el sistema Wimbledon Los jugadores que obtuvieron su lugar sin jugar fueron: Vassily Ivanchuk, dos veces campeón del Torre y, además, el segundo jugador del mundo hoy por hoy; el indio Pentala Harekrishna, que ha despuntado en los últimos años como un ajedrecista de enorme talento; Lenier Domínguez, de Cuba, que poco a poco va sacando ligera ventaja a Lázaro Bruzón, con quien ha mantenido una dura pugna por demostrar quién es el mejor jugador de la isla caribeña Finalmente el cuarto sembrado fue Manuel León Hoyos, probablemente el mejor jugador yucateco, con prácticamente el título de gran maestro en la bolsa, pero que por motivos administrativos la Federación Internacional se niega a admitir Así, después de seis duras rondas, calificaron doce jugadores que se unieron al contingente de los sembrados Los pareos se dieron así: el GM Bruzón (Cuba) enfrentó al GM Ivanchuk (Ucrania), el GM Nogueiras (Cuba) contra el GM Lenier Domínguez; el GM Harekrishna (India) enfrentó al GM Gilberto Hernández (México); el GM Yuneski Quezada (Cuba) contra el MI Manuel León Hoyos (México); el GM Holden Hernández (Cuba) contra el GM Graf (Alemania); el GM Pavel Tregubov (Rusia) se vería las caras con el GM alemán Giorg Meir; el juvenil MI Emilio Córdova (Perú) contra el experimentado GM Alonso Zapata (Colombia) y finalmente el GM José González (México) contra el GM Omar Almeida, de Cuba Bruzón cayó ante el favorito fácilmente Es increíble el nivel de Ivanchuk que, como ya dijimos, es el número dos del mundo Venció al cubano como si éste fuese un aficionado Sin duda Ivanchuk está en otro v de percepción Nogueiras derrotó sorpresivamente al sembrado Domínguez en extraordinario duelo; Harekrishna corrió con suerte, pues venció en una posición igualada a Gilberto Hernández (por tiempo) y en la segunda partida debió haber perdido, y rescató unas milagrosas tablas, eliminando así al mexicano, que sin duda corrió con mala fortuna; Quezada ganó a León Hoyos también con un poco de suerte; Graf pasó por encima del cubano Holden Hernández; Meier acabó con las esperanzas del ruso Tregubov y Córdova mostró que tiene un infinito potencial para ser uno de los mejores latinoamericanos en poco tiempo, venciendo a Zapata José González, en cambio, cayó contra Almeida Así, se iban eliminando poco a poco los jugadores En la siguiente ronda se enfrentaron: Vassily Ivanchuk contra Omar Almeida; Pentala Harekrishna contra Giorg Meier; Yuneski Quezada contra Alexander Graf; y Nogueiras contra Córdova Aquí se impusieron Ivanchuk, Harekrishna, Graf y Nogueiras Los pareos entonces enfrentaron a Ivanchuk contra Graf y Nogueiras contra Harekrishna Aquí se impusieron en emocionantes matches Ivanchuk y Harekrishna, que ganaron la posibilidad de jugar la gran final en Chichen Itzá, en donde el ucraniano demostró que su gran nivel no es mera puntada Jugó como un verdadero grande y derrotó al de la India por dos a cero en los desempates a partidas rápidas Con esto, queda claro, Ivanchuk se posiciona como uno de los más fuertes jugadores del mundo, demostrando por tercera vez que en el Carlos Torre, por lo menos, aún es invencible