Tensión en el Pacífico Sur

lunes, 21 de enero de 2008 · 01:00
Valparaíso, 21 de enero (apro) - La reciente demanda territorial de Perú contra Chile, presentada el pasado miércoles ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya, ha vuelto a colocar en un primer nivel los problemas territoriales entre Chile, Perú y Bolivia Las disputas se remontan a la Guerra del Pacífico (1879-1883) cuando Perú y Bolivia vieron extirpadas inmensas, ricas y estratégicas porciones de territorio que Chile se apropió La acción jurídica, que estuvo a cargo del delegado del gobierno peruano y exministro de Defensa Allan Wagner, tiene un objetivo: que Perú obtenga una porción de territorio marítimo sobre el que Chile ejerce actualmente soberanía Esto se lograría a través del establecimiento de una nueva línea de frontera marítima entre ambos países, que, en vez de seguir el paralelo 18º 21? 00?? actualmente vigente, iría en diagonal hacia el sur, hasta alcanzar las 200 millas marinas de la zona económica exclusiva El concepto que guiaría la nueva frontera, según la pretensión limeña, sería la búsqueda de la equidistancia entre la costa de ambos países, que son oblicuas Con ello, Perú obtendría 35 mil kilómetros cuadrados de mar actualmente chileno, y una cifra similar de territorio en aguas consideradas hasta ahora como internacionales La región en disputa es muy rica en anchoveta, pesquería que es utilizada en la producción de harina de pescado Perú es el primer productor mundial de éste alimento, y Chile el segundo Este último país concesionó, tras la Ley de Pesca (2002), el usufructo del territorio hoy disputado, a la familia Angelini, la más rica del país La Guerra del Pacífico surgió en medio de disputas por la posesión y usufructo de guano y salitre ubicados en la boliviana provincia El Litoral Estos recursos eran explotados principalmente por capitalistas chilenos e ingleses, sobre los que los gobiernos de Bolivia y Perú tenían intereses Ante la derrota, Perú debió ceder Arica y Tacna, en tanto que Bolivia perdió todo su litoral En 1929 se firmó el Tratado de Lima, por el que Perú recuperaba Tacna En 1904, Bolivia firmó la paz en duras condiciones, debido a que renunciaba a su condición marítima Política de Estado La demanda peruana ante el máximo organismo judicial de las Naciones Unidas se ampara en el Pacto de Bogotá (1948), al que están suscritos Perú y Chile Por medio de éste pacto, los Estados firmantes reconocieron la jurisdicción de la Corte de La Haya ante cualquier controversia jurídica relativa a la interpretación de tratados y diferencias de cómo ver el derecho internacional La presentación ante La Haya había sido largamente anunciada, tanto por la actual administración, encabezada por el presidente Alan García, como por su antecesor Alejandro Toledo Este último firmó, el 3 de noviembre de 2005, una ley --anteriormente promulgada por el Congreso-- que fija una línea de base marítima distinta a la sustentada por Santiago En esa ocasión, Chile afirmó que la norma aprobada por su vecino no tenía efectos jurídicos a nivel internacional y que haría respetar los acuerdos vigentes El 10 abril 2007, ya bajo el mandato de García, Perú entregó a Naciones Unidas sus nuevas pretensiones fronterizas La Corte de La Haya sólo interviene en diferendos entre países, cuando las instancias de negociación bilateral se han agotado Según alega Perú, Chile repetidamente ha rechazado dialogar sobre la materia El mismo día que Perú presentó la demanda en La Haya, el presidente García explicó los fundamentos de su reclamación ante el Congreso de su país Sostuvo que la demanda obedecía a una "política de Estado" Agregó: "Desde 1986, durante mi gobierno anterior, Perú planteó a Chile por primera vez en la historia la necesidad de convenir en fijar nuestros límites marítimos La naturaleza jurídica del actual diferendo reside precisamente en la falta de un tratado de delimitación marítima entre ambos países, y el recurso a la Corte de La Haya es la vía para resolver dicha controversia bilateral de la manera más civilizada y sensata, con arreglo a derecho y bajo la incuestionable autoridad de la Corte Internacional" Según Chile, las pretensiones peruanas contravendrían la Declaración de Zona Marítima (1952) y el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima (1954), firmados en Santiago y Lima, respectivamente Estos documentos delimitaron un espacio de influencia marítima, que es coherente con los preceptos hoy defendidos por Chile Lima, por su parte, sostiene que aquellos acuerdos establecen la relación con el uso de los recursos marinos y no tienen validez de delimitación fronteriza La posición peruana puede verse favorecida por los criterios establecidos en la Convención del Mar (1982), que sostienen que la delimitación marítima debe privilegiar la equidistancia en los casos que haya una costa oblicua En los litigios existentes entre Nicaragua con Honduras y Nicaragua con Colombia, ha prevalecido una postura similar a la sostenida por Perú, en cuanto a privilegiar la repartición equitativa de la zona en disputa Juega a favor de Chile, sin embargo, el hecho de que Perú no ha suscrito la Convención del Mar y haya sido el que, históricamente, ha ocupado el territorio en disputa Queda por esperar la decisión de La Haya sobre si admite o no la demanda peruana Si la acepta, Chile podrá presentar una contrademanda o impugnar la competencia de esta Corte Si opta por lo primero, la Corte deberá estudiar ambas posiciones y emitir un fallo en un procedimiento que, en promedio, dura seis años En el caso que Chile impugne al tribunal, la misma Corte deberá estudiar este recurso, proceso que dura aproximadamente dos años De todas maneras, no existen antecedentes en casos similares en los que la Corte se haya declarado incompetente A pesar de que la situación bilateral tienen visos de complicarse en el campo diplomático, Chile sigue sosteniendo que "no hay asuntos pendientes con Perú", como expresó la presidenta Michelle Bachelet el pasado miércoles, día que Perú presentó la demanda Un día después, el canciller chileno Alejandro Foxley llamó a consultas a su embajador en Lima, Cristián Barros, con el fin de "analizar la agenda bilateral tras la demanda peruana" Perú no ha replicado con una medida similar y ha intentado bajarle el perfil a la disputa El canciller de éste país, José Antonio García Belaúnde, sostuvo, el miércoles pasado, que era "previsible" que la presentación de la demanda provocara "revuelo", pero expresó su confianza en que las relaciones bilaterales se podrían mantener en un estado de "normalidad" Días antes ?11 de enero-- y previendo la presentación ante la Corte, el canciller Foxley anunció la creación de una comisión que asesorará al gobierno chileno en esta disputa Estará integrada por los excancilleres Enrique Silva Cimma, Miguel Schweitzer, Hernán Felipe Errázuriz, Soledad Alvear y Juan Gabriel Valdés El equipo jurídico será encabezado por el subsecretario de Relaciones Exteriores Alberto Van Klaveren La creación de esta comisión no ha estado exenta de críticas internas, debido a que, tanto Schweitzer como Errazuriz, fueron ministros durante la dictadura de Augusto Pinochet No obstante, y ante el llamado a la unidad realizado por la presidenta Bachelet, todos los partidos políticos, incluida la derechista Alianza por Chile y al Partido Comunista, respaldaron la acción del gobierno en esta materia, en un acto que tuvo lugar el pasado 13 de enero en La Moneda En Perú ocurrió algo similar La demanda llega en momentos en que las inversiones chilenas en Perú alcanzan sus mayores niveles históricos Un reciente informe de la Dirección de Relaciones Económicas de la Cancillería chilena, señala que en Perú hay capitales chilenos por algo más de seis mil millones de dólares De hecho, éste país es el tercer destino de las inversiones chilenas, luego de Argentina y Brasil En todo caso, los gobiernos y las patronales de ambos países han señalado que las actuales disputas limítrofes en nada afectarán las inversiones y las relaciones económicas existentes Tercero en disputa El diferendo chileno peruano ocurre en circunstancias en que Chile y Bolivia avanzan firme pero silenciosamente en una agenda de 13 puntos que, además de aspectos económicos y administrativos, incluye el desarrollo de mecanismos que apunten a encontrar una salida al mar para Bolivia Esta posibilidad se ha conversado en pasillos de ambas cancillerías, desde fines del gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006) pero, sobre todo, desde que asumieron Evo Morales y Bachelet sus cargos como presidentes (enero y marzo de 2006, respectivamente) Una eventual salida de Bolivia al mar, se ve favorecida por el interés del empresariado minero que opera en Chile, de poder acceder al gas y al agua tan abundantes en Bolivia, y ante la aguda crisis energética que enfrenta Chile Las fuerzas armadas chilenas, tradicionalmente reacias a cualquier cesión territorial, también han expresado su disposición a un acuerdo Los diálogos se han centrado en la posibilidad de que Bolivia acceda al mar a través de un corredor ubicado al norte de la ciudad de Arica, en el extremo norte de Chile y en paralelo a la frontera chileno-peruana Esto supondría la entrega, "sin soberanía", de un territorio de 3,500 kilómetros cuadrados Las conversaciones van en la línea de lo acordado en el "abrazo de Charaña", del 8 de febrero de 1975 En esa ocasión, junto con el reestablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Chile y Bolivia, los entonces dictadores Hugo Banzer y Augusto Pinochet, anunciaron un canje territorial en el que Chile se comprometía a entregar una franja en su frontera norte, similar a lo que ahora se maneja en las cancillerías de La Paz y Santiago, a cambio de un territorio de iguales dimensiones en el altiplano boliviano Lo acordado en Charaña se vio frustrado, en buena parte, por la negativa peruana, que rechazó el acuerdo chileno-boliviano y, a cambio, propuso darle un estatuto trinacional a los territorios ofrecidos por Chile Este planteamiento, sumado al hecho de que Chile tiene la obligatoriedad, de acuerdo con el Tratado de 1929, de consultarle a Perú en caso de pretender ceder cualquier territorio que antes le perteneció a éste último país, hizo capotar los mecanismos Ante la evidencia del fracaso y considerando la enorme frustración que esto provocó en su país, Banzer rompió relaciones con Chile el 17 de marzo de 1978 En la actualidad, los vínculos entre ambas naciones se mueven sólo a nivel consular Con los años, se supo que el interés de Pinochet por alcanzar un acuerdo con Bolivia, buscaba desactivar la hipótesis de conflicto más temida en las academias de guerra chilena: la HV3 Así se conoce en círculos castrenses al posible enfrentamiento de Chile con sus tres países limítrofes: Argentina, Perú y Bolivia En entrevista con Apro, el destacado internacionalista boliviano y exembajador de ese país en la OEA, Fernando Salazar Paredes, señaló que la pretensión peruana podría afectar las aspiraciones bolivianas Esto sucedería debido a que el territorio marítimo demandado por Perú es el mismo que le correspondería a Bolivia en caso que se le diera una franja hacia el Océano Pacífico La posición de Salazar discrepa con la sostenida por el canciller de su país, David Choquehuanca, quien, el pasado 17 de enero, declaró que las disputas entre Chile y Perú no afectarán las pretensiones territoriales bolivianas Respecto de la intención que habría tenido Perú al hacer la mencionada presentación, Salazar ?también columnista del periódico La Prensa-- expresó: "Cada vez que Chile y Bolivia están próximos a alcanzar un acuerdo, surge un problema planteado por Perú: esto no es de ahora, es de siempre" Andrés Ajens, intelectual chileno y codirector de la revista chileno-peruano-boliviana Mar con Socroche, señaló, en entrevista con Apro, que la demanda peruana responde a un interés compartido en toda la sociedad de ese país: recuperar parte de lo perdido en la guerra del Pacífico Sostuvo, además, que probablemente se buscó con esta presentación aplacar la fuerza política de su principal opositor: el nacionalista peruano Ollanta Humala Además, planteó que la actual coyuntura puede convertirse en una oportunidad "para que Chile y Bolivia profundicen sus diálogos, en la perspectiva de alcanzar un acuerdo definitivo que zanje la histórica disputa y abra los caminos de la paz y la colaboración entre ambas naciones"

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