¿Qué piensa ustede del trabajo?

lunes, 7 de enero de 2008 · 01:00
Estimado lector de la presente: espero que su bondad sabrá perdonar el que distraiga su atención con mis dudas sobre el trabajo Piense que es un hecho que a todos nos atañe Gracias Su servidor ha podido comprobar que el trabajo es desagradable, que como dijo el capitán Korzeniowski: "No me gusta el trabajo, a nadie le gusta; pero me gusta la oportunidad que el trabajo conlleva de descubrirse uno a sí mismo" Pues sí, de principio, en lo personal, su ejercicio me ha quitado mi tiempo, dándome a cambio apenas lo suficiente ¡para que lo siguiera desempeñando!, para poder despertarme cansado y hasta fastidiado del de el día anterior y regresar del mismo apenas con ánimo para comer algo y volver a acostarme y librarme un tanto del cansancio que produce Y del hastío que causa Lo anterior me hizo recordar, al tiempo que lo afirmaba, lo que ha dicho del mismo la llamada civilización occidental y cristiana, de la cual soy orgulloso hijo: que el trabajo es castigo impuesto por Dios a la especie humana por haber cometido Adán y Eva, nuestros primeros padres, el pecado original ¡Que friega nos acomodaron! ¡Ya ni llorar es bueno! Siguiendo con lo que dijera el citado capitán, pues que va y me pongo a pensar, a meditar, con lo que recordé que ya los griegos y los romanos abominaron del trabajo, actividad que consideraron digna únicamente de la plebe y, sobre todo, de los esclavos Mis reflexiones también me llevaron a recordar que si bien el cristianismo nos lo hizo ver como castigo divino, también nos dijo que era algo así como una letra de cambio para el más allá, pues si nos resignamos al mismo y lo sufrimos con paciencia en esta vida, a nuestra muerte seremos recompensados por ello Bueno, algo es algo Con esa esperanza, generaciones y generaciones, por siglos, hicieron funcionar a nuestra civilización Así fue pasando el tiempo, y de repente, ¡zas!, que se nos cae encima la denominada Revolución Industrial Y que viene con la misma una necesidad creciente, porque ella lo requiere, de más y más trabajadores ¡Y aleluya! Comienza a cambiar el panorama Desde ese momento, hasta nuestro hoy, resulta que las clases dirigentes y sus intelectuales orgánicos, comienzan a cantar la palinodia, de manera abierta, inician un nuevo discurso en el que convierten el trabajo, de castigo, en valor moral, signo de veneración, ya que, según dicen haber descubierto, ha sido y es el disparador y resorte constante del progreso humano, con lo que lo convierten, insisto, de castigo para réprobos, en mérito de virtuosos, idea que después resumiría de manera magistral un poeta, de cuyo nombre no puedo acordarme en este momento, en un par de versos: "Que el trabajo no es culpa de un edén ya perdido, sino el único medio de llegarlo a gozar" En este nuestro hoy, en el que estamos cambiando de la era industrial a la era de la automatización, también está cambiando la idea sobre al trabajo En este hoy, ya no sólo es un mérito, sino que el trabajo y el que lo desempeña, los trabajadores, forman parte del capital --¡"capital humano" nos dicen! ¡Regocijémonos! Pero hay unos cuantos "peros", unos cuantos pelos en la sopa Al menos eso es lo que veo y siento No entiendo por qué las empresas, uno de cuyos lemas principales es: "o se crece o se perece", al fusionarse o absorber a otras, al hacerse grandes y más fuertes, despiden a cientos y a veces a miles de empleados, del tan preciado, dicen, "capital humano" No veo claro por qué los países en desarrollo o emergentes invierten dinero para elevar los conocimientos de su "capital humano", si luego no tienen empleos qué ofrecerles y los que ofrecen están tan mal pagados Veo este problema como aquel famoso que plantea: ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? ¿Podrán resolverlo? No me explico por qué el capital financiero, el industrial y el comercial, teniendo, por lo general, "capital humano" tan capacitado en sus países de origen, buscan, invierten y se instalan en países en desarrollo o emergentes, donde el "capital humano" suele ser menos calificado ¿Lo hacen por bondad o porque los salarios son menores en dichos países? Lo siento, pero esos pelos en la sopa me llevan a sospechar que igual no estaba tan equivocada la teoría de la plusvalía de Carlitos Marx ¿Estoy confundido? Estimado lector: ¿Qué piensa usted de todo lo expuesto en la presente? Con mi respeto y sincero afecto JUAN T LLAMAS

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