Espejos siniestros
MÉXICO, D F, 8 de octubre (apro)- Debo aceptar que sólo fui a ver Espejos siniestros porque Kiefer Sutherland estelarizaba la cinta y soy fan de su serie 24 Pensaba que Kiefer no iba a enrolarse en un proyecto malo, aunque ésta fuera una película de terror Desgraciadamente, me equivoqué en muchos sentidos
Espejos siniestros es una cinta visualmente atractiva, con escenas escalofriantes y con brincos de butaca constantes, que podría dejar algunas secuelas de paranoia a la hora de regresar a casa
Desgraciadamente, padece de incongruencias en su trama y un conflicto final que parece sacado de la manga, lo que la vuelve una película de medio pelo
El protagonista de la cinta es Ben (Sutherland), un expolicía que vive con su hermana, debido a su problema con la bebida y a un asesinato no premeditado que cometió contra uno de sus compañeros de trabajo Su esposa no lo quiere cerca, no así sus hijos
Por su parte, Ben hace todo lo posible para estabilizarse y regresar con su familia Para lograr sus metas, Ben acepta el trabajo de velador en una extinta tienda departamental (un caserón antiguo que sucumbió debido a un incendio)
Como el título hace referencia, el meollo del asunto se encuentra en los espejos: hay algo malévolo detrás de ellos que sembrará terror en los seres queridos de Ben ¿Por qué?, ¿cómo? y ¿cuándo?, serán preguntas que se irán "resolviendo" poco a poco, pero en aras de generar suspenso y terror a través de lo inesperado, las reglas cambiarán constantemente En ese sentido, habría que corregir: las preguntas se resuelven, pero de manera poco satisfactoria
Sutherland está bien en un rol parecido a su Jack Bauer de la serie de televisión: un investigador nato y de armas tomar, pero, eso sí, menos arrogante y, en vez de luchar contra terroristas, lo hace contra una entidad sobrenatural
Espejos siniestros vale la pena sólo si desea saciar su morbo con cintas de este tipo, sin importar que sean grandes películas, y de sus ganas por ver a Kiefer Sutherland en la pantalla grande