Vicky Cristina Barcelona
MÉXICO, D F, 10 de diciembre (apro)- Las primeras impresiones que surgen luego de ver la película Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen, son, a groso modo: "Penélope está increíble", "Bardem está genial", o "qué divertida está la película?"
Sin embargo, luego de hora y media de diversión, detrás de ese humor inteligente y ácido de Allen, la cinta posee un sutil dejo amargo, cercano al fatalismo, un mensaje claro acerca del amor de pareja: un bicho capaz de provocar una enorme infelicidad
El amor es fabuloso, excitante, pero nos lleva a cometer grandes locuras y, al final del día, quizá no seamos más felices Y si no lo creen, pregúntenle a los personajes de esta cinta
Por un lado, tenemos a las meras meras de la historia: la súper amigas Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson) La primera, una chica sensata, que sabe muy bien lo que quiere de la vida, aunque no tiene idea de qué hacer con sus estudios sobre identidad catalana; la segunda, una romántica incurable, siempre dispuesta a la aventura
Las dos chicas deciden viajar a Barcelona durante el verano, a casa de una pariente de Vicky, donde disfrutarán de las bondades de la ciudad, y de algo más: del pintor abstracto Juan Antonio (Javier Bardem), todo un seductor, pero eso sí, un hombre honesto, que vive la vida de manera envidiable
Las amigas conocen a Juan Antonio en una exposición en Barcelona Cristina no le quita los ojos de encima Más tarde, mientras se encuentran cenando, se vuelven a topar con el artista, quien las aborda sin pudor alguno para llevarlas a conocer Oviedo en su avión privado y, ojalá, a hacer el amor con él
Vicky se ofende, y es que, al final de cuentas, en cuanto regrese a Estados Unidos se casará con su prometido, pero Cristina está dispuesta a todo Esto sólo es el comienzo de una aventura romántica que involucrará a la exesposa de Juan Antonio, Elena (Penélope Cruz), una apasionada, explosiva e inteligente mujer, a veces un ángel, otras tantas un demonio (cuenta la leyenda que intentó matar a Juan Antonio) Y más sorpresas
Además de las actuaciones (todo un deleite) y del ambiente sensual que envuelve a la trama, Allen consigue darle un giro interesante a las historias de los personajes: nadie es quien parece ser, pero eso sí, todos aman o están deseosos de hacerlo, pero, al final de cuentas, dicha acción es un acto sumamente complejo, según lo que se observa en la cinta, que está lejos de resolverle a uno la vida
A lo anterior hay que recalcar que, en primera instancia, Vicky Cristina Barcelona es una comedia sumamente divertida, en la que Bardem y Penélope poseen una química maravillosa