El Buen Canario
MÉXICO, D F, 17 de diciembre (apro)- Sin duda, uno de los acontecimientos teatrales de este final de año ha sido el estreno en México de El buen canario, obra del joven director de cine y dramaturgo Zach Helm, ganadora en Francia del Premio Molière y que tiene entre sus principales atractivos la dirección escénica del actor y director en dos ocasiones nominado al Oscar, John Malkovich
La propuesta cuenta con un elenco de actores mexicanos de primer nivel, encabezados por el célebre Diego Luna que, si bien no es el más solvente del grupo, sí es el más famoso y desempeña su papel protagónico en forma digna (el joven y sobresaliente escritor neoyorkino Jack Parker)
La interpretación más sobresaliente es la de Daniel Giménez Cacho, quien demuestra su plena madurez histriónica con su creación de Charly, editor de Jack, cuyo fuerte es la publicación de novelas pornográficas del más variado estilo: soft-core-porn, porno-militar, porno-migracional, etc
Igualmente destacable es el trabajo de Irene Azuela, quizá la menos conocida del elenco, quien interpreta a Annie con un gran desempeño y un amplio rango de matices, personaje en torno al cual giran las acciones principales de El buen canario y que vive una relación de codependencia con Jack, además de un fuerte cuadro de bulimia y anorexia que la lleva al consumo indiscriminado de anfetaminas
El elenco se complementa con Martín Altomaro (Jeff, drug dealer quien surte las anfetaminas a Annie); Bruno Bichir (Andrew Mulholland, crítico literario del New York Times que publica una gran reseña de la primera novela de Jack); Jorge Zárate (Stuart, editor literario interesado más en el negocio que en la calidad de los materiales, pero que puede ser la puerta al gran mercado), y Yuridia del Valle (Sylvia, esposa-florero de Stuart)
A través de estos personajes, Zach Helm pone en tela de juicio los conceptos de amor, amistad, solidaridad, honestidad y el sentido mismo de la existencia, temas evidentemente que no tienen que ver sólo con el mundo editorial, sino con la calidad de ser humano que cada persona quiere ser
La historia tiene un momento climático en la relación entre Jack y Annie, fundamental en el desarrollo de la trama y que evidentemente no puede ser contado, pues rompería buena parte del atractivo anecdótico Lo cierto es que esta metáfora del canario encerrado en la jaula, representado por Annie, es el reflejo de las muchas jaulas que existen en cada una de nuestras existencias y que pueden llevarnos a situaciones extremas como las de estos personajes que aparentemente tienen todo para ser felices, pero en realidad viven en un profundo vacío
Mención especial merece el trabajo escenográfico, de iluminación y producción de Francois Limbosch, quien nos ofrece una escenografía virtual que reproduce a través de proyecciones en páneles los diversos espacios requeridos para el montaje (el exterior de un café, la casa de Jack y Annie, el departamento de lujo de Stuart, etc), responsable además de una producción que requiere, entre otras cosas, de sonorización para los actores y que se resuelve de manera muy limpia
Las funciones se realizan los jueves a las 20:30; viernes a las 19:00 y 21:30; sábados a las 18:00 y 21:00, y domingos a las 17:00 y 19:30, en el Teatro Insurgentes