Remedios Varo, su tiempo y el nuestro

martes, 23 de diciembre de 2008 · 01:00
"Este texto está publicado en el número 1677 de la revista Proceso, que ya está en circulación" Nacida el 16 de diciembre de 1908 en Anglès, un diminuto pueblo catalán que hoy tiene 16 kilómetros cuadrados, Remedios Varo es considerada, un siglo después, una de las más importantes pintoras iberoamericanas, y su proyección internacional es cada día mayor 1 Remedios Varo presentó su primera exposición individual hace cincuenta y dos años, entre el 25 de abril y el 15 de mayo de 1956, en la galería Diana ?dirigida por la pianista y compositora española Rosa Bal y Gay? que se encontraba en Paseo de la Reforma, cerca del cine Chapultepec Compuesta por catorce obras, fue recibida con admiración y sorpresa, como lo deja ver la breve nota que Jorge Crespo de la Serna publicó en el número de mayo de 1956 de la Revista de la Universidad de México: "Remedios Varo, española, apenas es conocida por unos cuantos gambusinos de arte Pero quien visite la minúscula y fina galería Diana, verá qué clase de pintora es esta dama, modesta y acaso excesivamente tímida que, viviendo entre nosotros desde el año 1941, apenas ahora es cuando se decide a enseñar muestras exquisitas de su arte" En efecto, salvo por su participación en una muestra colectiva presentada en el mismo sitio el año anterior, Varo prácticamente no había exhibido su obra, entre otras razones porque no tenía mucha obra; hacía apenas cuatro años que podía dedicarse exclusivamente a pintar Antes había hecho algunos óleos, gouaches y bastantes dibujos a tinta y a lápiz, pero su tiempo se consumía en trabajos de publicidad y decoración de interiores para ganarse el sustento Durante los quince años que transcurrieron entre su llegada al país y su exitosa "presentación" al público fue, salvo para un estrecho círculo de amigos, una desconocida 2 Remedios Varo llegó a México por el puerto de Veracruz el 16 de diciembre de 1941, precisamente el día en que cumplió 33 años de edad Venía huyendo del nazismo con su compañero, el poeta francés Benjamín Péret, miembro fundador del grupo surrealista Hacía poco más de cuatro años que vivían juntos Se conocieron en octubre de 1936 en Barcelona, a donde Péret había llegado un par de meses antes para sumarse a los voluntarios que luchaban en favor del gobierno republicano Unos meses después, cuando Péret tuvo que volver a Francia porque en España su filiación troskista volvía riesgosa su situación, Varo decidió seguirlo En Francia, a través de Péret, conoció a André Breton y participó en las actividades del grupo surrealista Al igual que muchos de ellos, en 1940 tuvo que trasladarse a Marsella cuando los alemanes ocuparon París En aquella ciudad porteña, los surrealistas y muchos otros artistas e intelectuales franceses recibieron ayuda de un valeroso editor neoyorquino, Varian Fry, quien había creado una red clandestina para trasladar a Norteamérica a personas amenazadas por los nazis y los colaboracionistas franceses Fue gracias a él que Marcel Duchamp, Hannah Arendt, Breton, Claude Lévi-Strauss y muchos otros lograron exiliarse en Nueva York Y ese habría sido también el destino de Péret y Remedios Varo, pero Estados Unidos les niega la entrada por la larga militancia comunista del poeta México se convirtió entonces en la siguiente opción, aunque fue necesario realizar complejos y dilatados trámites Finalmente, gracias al apoyo económico de Peggy Guggenheim ?obtenido a través de Max Ernst? abordan el Serpa Pinto el 22 de noviembre de 1941 3 En México Varo y Péret viven en condiciones económicas muy difíciles Se instalan en un departamento en el número 18 de la calle Gabino Barreda que, según la evocación de Gunther Gerzso que Fabienne Bradu recoge en su excelente libro, Benjamin Péret y México (Editorial Aldus, 1998), "estaba lleno de agujeros que se utilizaban como ceniceros Las ratas eran los huéspedes más asiduos" Sus amigos son, mayormente, exiliados como ellos, en especial otros miembros del grupo surrealista, a los que ya habían conocido en París, como el poeta peruano César Moro y el pintor austriaco Wolfgang Paalen, u otros que conocen aquí, como Leonora Carrington, más unos cuantos mexicanos ?entre ellos, Gunther Gerzso y Octavio Paz Es indicativo de cuán poco se conoce a Remedios Varo como pintora en aquellos años el hecho de que Moro no haya escrito nada sobre su trabajo, a pesar de la estrecha amistad que guarda con ella y con Péret (En mayo de 1942 ambos le obsequian al peruano, "afectuosamente," un poema y un dibujo suyos) En cambio, Moro manifiesta por escrito su admiración sin cortapisas por el trabajo de otros surrealistas que se encuentran en México: Alice Rahon, Carrington, Paalen De la cercanía entre Moro y Remedios hay varios testimonios Uno es la carta de Moro a su compatriota, Emilio Adolfo Westphalen, escrita el 21 de marzo de 1945 Moro le cuenta que ha estado muy mal de salud, a pesar de lo cual sólo hasta el sexto día de malestares se le ha ocurrido buscar ayuda de alguien: "Remedios, la mujer de Péret, a quien hice llamar con una nota"1 Otro, la anécdota que contaba la poeta Ninfa Santos: Una vez, después de una comida en su casa con Eva Sulzer, Remedios Varo y César Moro, éste les aplicó unas mascarillas de belleza hechas con una pasta de yerbas y lodo, y les dijo: ?Ahora voy a dormir una siesta Si durante ese tiempo ustedes se mueven o se quitan la mascarilla, quedarán espantosamente deformes para siempre ?Y las tres nos quedamos inmóviles ?decía Ninfa?, más de media hora, sin atrevernos siquiera a pronunciar palabra A la vista de tales grados de confianza ?por cuestiones de necesidad o por broma? cabe suponer que Moro no escribió sobre la obra de Varo porque ésta era extremadamente parca Sin embargo, cuando aparezca en 1954, de manera póstuma, un libro de Moro: Trafalgar Square, la página opuesta a la portadilla lucirá un hermoso dibujo a tinta de Varo 4 Péret regresó a Francia en 1947 Remedios eligió quedarse en México A finales de ese año, como cuenta la historiadora Tere Arq en su ensayo "Remedios Varo y la casa Bayer", viajó a Venezuela en compañía del piloto francés Jean Nicolle como parte de una expedición científica organizada por el Instituto Francés de América Latina Volvió a México a comienzos de 1949, y no mucho tiempo después de su regreso se encontró con el austriaco Walter Gruen, un exiliado como ella llegado a México en 1942, a quien conocía desde entonces Pero en 1952 se convirtieron en pareja Gruen la convenció de que se concentrara en pintar y le proporcionó la estabilidad necesaria para ello Es el periodo más rico de su vida creativa De las 365 obras registradas en la cuarta edición del magnífico catálogo razonado impreso bajo el sello de Ediciones Era, 253 fueron realizadas entre aquel año y el día de su muerte, el 8 de octubre de 1963 Gruen no sólo amó y protegió a Remedios Varo, sino que se convirtió también en el principal admirador y difusor de su obra La mayoría de los libros que sobre ella se han publicado en México han contado con su impulso y participación Por ello es lamentable que haya muerto a principios de noviembre pasado, en vísperas del centenario natal de la mujer a la que tanto quiso Aunque mucho más lamentable fue la batalla legal en que se vio involucrado por una ambiciosa sobrina de Remedios Varo que reclamaba como herencia cuadros que Gruen había comprado y donado al Museo de Arte Moderno La vergonzosa incompetencia de una juez hizo que Gruen y su esposa, Alexandra Varsoviano, se vieran agraviados teniendo que demostrar que las obras eran de su propiedad (véanse los artículos de Judith Amador en Proceso 1426, 1451 y 1483) Por fortuna, el asunto ha sido definitivamente zanjado y reconocida la legítima propiedad y donación de las obras 5 Hoy Remedios Varo es una de las artistas más célebres de México y se le conoce cada vez más en Iberoamérica, Francia y Estados Unidos Las exposiciones de su obra se han multiplicado y las publicaciones en torno a ella se cuentan por decenas Los 10 ó 12 mil pesos que costaba un cuadro suyo a comienzos de los años sesenta parecen irrisorios frente a los precios que hoy alcanzan ?más de 600 mil dólares, en varios casos El ascenso de su fama y la revaloración de su obra comenzaron inmediatamente después de su muerte La manifestación más palpable de ello tuvo lugar al año siguiente Del 3 al 31 de agosto de 1964 el Museo de Arte Moderno presentó la primera gran retrospectiva de la obra de Varo compuesta por 128 piezas reunidas gracias a la iniciativa de Horacio Flores Sánchez, jefe del Departamento de Artes Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), y al tesón de Juan Martín, uno de los tempranos promotores de la obra de Varo Al recabar la obra se percataron de que todos sus cuadros se habían vendido Jaime Torres Bodet, secretario de Educación Pública en aquella época, quería adquirir uno, pero no había ya ninguno disponible El catálogo de esa exposición incluye un extenso poema en prosa de Carlos Pellicer en homenaje a Remedios Varo, "Paseo sin pie", fechado el 13 de junio de 1964 Parece no estar recogido en ninguna de las compilaciones de la poesía de Pellicer Movida por la muerte de la pintora, también Rosario Castellanos escribió un poema titulado "Metamorfosis de la hechicera", que apareció en el número de diciembre de 1963 de la Revista de la Universidad de México (cuya portada reproduce un cuadro de Varo) y fue recogido en su libro Materia memorable, publicado por la UNAM en 1969 ¿Qué figuras nos deja entrever su transparencia? Galerías sin fin, palacios desolados, Complejas maquinarias Donde se transformaba el universo En belleza y en orden y en ley resplandeciente Mujer, hilaba copos de luz, tejía redes Para apresar estrellas Son muchas las referencias y alusiones a Remedios Varo desde la literatura Y no sólo desde la mexicana Julio Cortázar le dedicó, in memoriam, "Las fases de Severo", uno de los cuentos que conforman Octaedro 6 Hay que reconocer, como parte esencial de ese proceso de revaloración, los esfuerzos que Ediciones Era ha hecho por difundir y apreciar la obra de Remedios Varo Es la casa editorial mexicana que más libros ha dedicado a su producción En 1966 publicó la primera gran monografía sobre la pintora, titulada sencillamente Remedios Varo, con textos de Octavio Paz, Roger Caillois y Juliana González Las reproducciones de las obras son excelentes porque las selecciones de color se realizaron directamente de los originales En 1980 imprimió un nuevo libro, con el mismo título, aunque más breve, del poeta y crítico francés Edouard Jaguer En 1989 aparece Viajes inesperados El arte y la vida de Remedios Varo, el gran estudio de Janet A Kaplan, lectura obligada para quien quiera conocer en detalle a la pintora, lo mismo que Cartas, sueños y otros textos, aparecido en 1994, primera y muy reveladora muestra de la escritura de Varo Pero la joya de la corona es Remedios Varo Catálogo razonado Es junto con el libro de Kaplan, la principal fuente de información disponible Un trabajo absolutamente admirable, que sirve para mil cosas: desde "leer" cronológicamente la producción de la artista hasta proteger su obra contra falsificaciones Los ensayos que el catálogo incluye deben contarse también entre lo mejor escrito sobre Varo ?en especial los de Luis Martín Lozano y Janet Kaplan, quien reconsidera aquí algunas de las ideas apuntadas en Viajes inesperados Junto a estos títulos hay otro libro espléndido, publicado en mayo de este año por Artes de México: Cinco llaves del mundo secreto de Remedios Varo, con otros tantos ensayos que profundizan y complementan temas abordados en el Catálogo razonado y en el libro de Kaplan ?quien también es autora de uno de los textos de esta obra Cinco llaves acompañó la muestra de Varo que se exhibió entre el 22 de mayo y el 24 de agosto en el Museo de Arte Moderno, e incluye el ya mencionado ensayo sobre "Remedios Varo y la casa Bayer," un aspecto de la vida laboral de la artista ?quien pintó una serie de gouaches para folletos publicitarios de esa firma farmacéutica? sobre el que muy pocas personas sabían 7 En España, para honrar a Varo, el Ayuntamiento de Anglès ha decidido celebrar su centenario de diciembre del 2008 a diciembre del 2009 Además, se instalará un busto del artista Gerard Roca y se editará una biografía de la artista que se regalará en las escuelas de la comunidad para que aun los más jóvenes conozcan algo sobre la vida y la obra de quien es la hija más ilustre de esa localidad No es el único recordatorio por parte de aquel país Ya el 4 de julio de este año el ayuntamiento de Barcelona le dio el nombre de la pintora catalana a los jardines ubicados en el Distrito de Sant Martí, entre las calles Bac de Roda y Pellaires 8 Hay mucho por investigar en torno a Remedios Varo Por ejemplo, se ignora cuántas obras produjo entre 1926 y 1935 y si aún se conservarán en alguna parte Ella nunca se preocupó mucho por su obra ni le interesaba el renombre En esos últimos once años de su vida al lado de Gruen pintaba sin pausa pero sin prisa No pintaba preocupada por exhibir ni por vender Pintaba para el futuro, para un tiempo que, en parte, es el nuestro 1 Vida de poeta Algunas cartas de César Moro escritas en la Ciudad de México entre 1943 y 1948, edición de Emilio Adolfo Westphalen; Lisboa, 1983, p 18

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