Agonía de otra utopía

lunes, 4 de febrero de 2008 · 01:00
México, D F, 4 de febrero (apro)- Aberrados y aberrantes congéneres: apesadumbrémonos, sí, pues eso es lo lógico a hacer cuando se está asistiendo a una agonía ¡Qué poco nos duró el gusto!¡ ¡Quién lo dijera! Apenas ayer celebrábamos con bombo y platillo la muerte de las utopías; esto es, en el sentido más amplio de la palabra, la muerte de todo plan, proyecto, doctrina o sistema bueno y conveniente para mejorar la sociedad en beneficio de los individuos que la integran ¡Y qué bueno que fue así! ¡Se lo merecieron! Sí, las utopías merecen morir por ser irrealizables por no ser pragmáticas, por ser en exceso idealistas, poco prácticas, por eso, con toda razón, empachados de las mismas, juzgo que hicieron bien celebrar regocijados y con aplausos el fracaso de la utopía, la muerte de las ideologías, la extinción de la lucha de clases, el ocaso de la revolución, la quiebra del comunismo, el "adelgazamiento" del Estado, el progresivo hundimiento del nacionalismo, el "encogimiento" de la soberanía de las naciones Repito: que bueno que así lo hicieron, se los justifico, pues ya era tiempo que, hartos, empachados hasta el vómito por los problemas y sacrificios, no pocas veces cruentos, que los mismos los habían producido, que habían tenido que sufrir por ellos, tomaran esa decisión Lógico fue, insisto, que así, con júbilo y aplausos, celebraran todos esos fracasos, muertes, "adelgazamientos", ocasos, quiebras, derrotas y progresivos hundimientos, ya que, al vivirlos, al experimentarlos en carne propia, habían conocido y confirmado la verdad del refrán que afirma: el camino que conduce al infierno está empedrado de buenas intenciones ¡Canijo refrán! Y digo que es canijo porque, por rebote, les ha llevado a lo mismo, aunque parezca increíble Es más: estoy por creer que les ha llevado a abrazar al mismo diablo ¿Piensan qué me equivoco? ¡Pues no! Reflexionen Pregúntense lo que es la utopía, contéstense y después me responden Bueno será al respecto que no olviden que estudiosos de la misma han señalado que el pensamiento de la utopía está estrechamente ligado a una voluntad de racionalidad y acción ética y hasta moral, que pretende modificar la realidad existente en beneficio de la sociedad y los individuos que la integran impulsada, como señaló M Bufer, por un anhelo de lo justo en un tiempo perfecto Resumiendo: la utopía considera al hombre sujeto y no objeto de sus circunstancias; piensa que el hombre no sólo es capaz de analizar, de entender sus circunstancias, su realidad, sino también, si así le conviene o necesita, incluso de cambiar esa su realidad, movido, en no pocos casos, por generosos impulsos de bondad, de solidaridad, por impulsos éticos Bien, cansados ante el fracaso de tantas de estas buenas intenciones, de estas construcciones racionales, de estos sistemas de racionalidades idealistas, que bueno que las cambiaron por otras construcciones, por otros sistemas más pragmáticos ¡Qué bueno que así lo hicieron! ¿Pero qué es lo que tienen en la actualidad? Un hoy conformado y regido de libre mercado competitivo donde incluso el hombre ?todos ustedes-- y su trabajo son mercancía, sujeta a una economía, cuyas leyes son ajenas a la voluntad de los hombres, lo que justifica la no intervención del Estado en la misma, e incluso la rechaza por perturbadora Un hoy conformado y regido por una economía en la que el bien de todos está regulado, sostenido e incluso dizque protegido por una "mano invisible" movida por el sórdido egoísmo de todos y cada uno de ustedes En fin, que están viviendo en un hoy conservador que predica y persigue la adaptación al orden establecido; que acepta como intangibles, es decir, como intocables, sus estructuras; un hoy que ve y trata al hombre como objeto y no como sujeto de la visión empresarial de la historia? mientras no se trate de un empresario, por supuesto ¡Ah, con razón fue tan publicitada y popular --¿ya no lo es?-- la teoría de "el fin de la historia" ¿Y no les resulta patético que los hombres de empresa, cuando no pueden resolver los problemas que generan, reclamen y exijan la intervención del por ellos tan rechazado y ninguneado Estado? Por lo anterior, ustedes perdonarán la osadía Digo y sostengo que estamos asistiendo a la angustiosa agonía de otra de las utopías humanas El problema, ¡carajo!, es que puede resultar fastidiosa, penosa y hasta siniestramente larga Ante estos lamentables hechos, me pregunto y les pregunto, aberrados y aberrantes congéneres: ¿hasta cuándo la aberración va a hacer que, contra los problemas que producimos empleemos el falible recurso de la "ciencia de las soluciones imaginarias"? Con los mejores deseos para todos ustedes Doctor Faustroll, metafísico

Comentarios