Tamaulipas: calma explosiva
La guerra que libran el cártel del Golfo y el de Sinaloa por controlar el corredor del norte del estado de Tamaulipas tiene maniatado a Eugenio Hernández Flores, el gobernador de la entidad, quien no interviene en la guerra contra el narcotráfico para evitarse problemas con los capos, sostiene la DEA, agencia federal antidrogas de Estados Unidos, publica el número 1647 de Proceso
Meliton A Rodriguez, agente especial y jefe de la DEA en el distrito de Laredo, Texas, dice que el problema del narcotráfico y la violencia en Tamaulipas se debe más al poder de intimidación de los cárteles rivales que a la corrupción de funcionarios de todos los niveles del gobierno, la cual sigue existiendo
Por eso, dice, "sin tener ninguna información de que el gobernador Hernández Flores esté en el narcotráfico, creemos que el gobierno de Tamaulipas no quiere meterse a combatir al crimen organizado por su propia seguridad --explica Rodriguez en entrevista-- Cuando se han metido a investigar, siempre los funcionarios o policías osados terminan muertos"
"La historia del narcotráfico en México siempre ha demostrado que (los narcos) tienen un gran poder de corrupción gubernamental a los más altos niveles, pero algunos funcionarios o jefes de las agencias policiales están obligados a cooperar con los criminales, no tienen mucha opción, deben escoger: plata o muerte", comenta Rodriguez, quien pasó varios años de su carrera como agente de la DEA en Hermosillo, Sonora
La presencia del Ejército Mexicano es otra de las razones de la tensa calma que prevalece en Nuevo Laredo: la avenida Guerrero, que solía estar apretada de gente, ha perdido mucho dinamismo Los patrullajes intimidan a los peatones, que prefieren cambiar de banqueta cuando se acercan los militares, destaca elnúmero 1647 de Proceso