Reynosa, Tamps , 3 de junio (apro)- El cadáver del comandante de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) en Tamaulipas, Francisco Javier Hernández Zamorano, secuestrado aquí el pasado 1 de mayo, había sido localizado al día siguiente en Culiacán, Sinaloa, sólo que fue confundido con otro ejecutado y fue entregado a otra familia para que le dieran sepultura en Michoacán De acuerdo con fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR) en esta ciudad, el cuerpo del policía, que era buscado aquí en distintos operativos, había sido encontrado en Sinaloa el pasado 2 de mayo a las afueras del Estadio Banorte, pero no había sido identificado, debido a que una mujer se presentó y aseguró que era Ernesto Pérez Garibay, originario de Yurécuaro, Michoacán La pista que llevó a identificar al policía fue una manta que sus ejecutores dejaron junto con el cuerpo, en la que se advertía que "ya no me busquen en Tamaulipas porque me traicionaron y me mataron en Culiacán" También generó sospechas el hecho de que, para asesinar a esta persona, se habían utilizado balas calibre 57, conocidas como "matapolicías" A partir de ahí, la PGR realizó una serie de estudios y peritajes sobre las huellas dactilares, que ayer sirvieron para confirmar que esta víctima realmente no se trataba de Pérez Garibay, sino de Hernández Zamorano, a quien buscaban en Reynosa El comandante de la AFI en Tamaulipas fue "levantado" en el estacionamiento del Centro Comercial Real Plaza, cuando aparentemente llegaba a comer Según la versión de la propia PGR, dos hombres vestidos de civil, fuertemente armados, lo subieron a la fuerza a un vehículo Honda, de doble cabina y modelo reciente, para después huir con rumbo desconocido Desde ese mismo día, las fuerzas federales desplegaron una serie de operativos por aire y tierra para tratar de ubicar a Hernández Zamorano Sin embargo, fue hasta el 6 de mayo cuando la PGR emitió un boletín dando por confirmado que el jefe policíaco había sido secuestrado Incluso, peritos especializados llegaron después para hacer estudios a cinco cadáveres localizados en un rancho a las afueras de Reynosa, en la creencia de que alguno de ellos podría corresponder a Hernández Zamorano Pero el cuerpo del policía ya había sido encontrado en Culiacán, sólo que una mujer se presentó a identificarlo, y aseguró que se trataba de su hermano, Ernesto Pérez Garibay, de 30 años de edad, por lo que el cadáver le fue entregado Luego, resultó que el auténtico Pérez Garibay fue uno de los siete asesinados el pasado 9 de mayo en Villa Juárez, en Navolato, Sinaloa, y su cadáver fue plenamente identificado Aunque las fuentes de la delegación de la PGR no lo confirman, Hernández Zamorano habría sido sepultado en Michoacán, y se desconoce si ya fue exhumado para ser entregado a su verdadera familia