Novecento
México, D F, 9 de junio (apro)- El monólogo es sin duda el género teatral más difícil, entre otras cosas porque hay que mantener la atención por un largo tiempo de un público que se ha acostumbrado a satisfactores rápidos y entretenidos, además de lograr su participación como espectador crítico Por ello se requiere para su adecuada ejecución un actor consolidado, así como un texto atractivo
Novecento, monólogo basado en la novela homónima de Alessandro Baricco --escritor italiano nacido en Turín en 1958, mundialmente famoso por su novela Seda--, no obstante ser un texto más narrativo que dramático, reúne los dos requisitos antes mencionados y es un ejemplo perfecto de creación en torno a una idea
Eduardo España, actor ampliamente conocido por su trabajo televisivo en programas como Otro Rollo, Vecinos y Las pellizcadas de doña Márgara (antecedentes que no augurarían una gran actuación para quienes sólo lo conocen por estos trabajos), demuestra con esta puesta en escena, conducida por el joven y talentoso director Marco Vieyra, que cuenta con una sólida formación actoral y nos recuerda sus primeras incursiones en obras como Isabel, tres carabelas y un charlatán, de Darío Fo, dirigido por Adalberto Rosseti
Novecento es la historia de un hombre que nació en un barco a vapor (El Virginia), criado por un marinero, quien lo bautizó con el nombre de Novecento Creció en el mar durante interminables viajes, desarrollando así la virtud de ser un pianista con una sensibilidad extraordinaria que trascendió mundialmente, aunque Novecento nunca se atrevió a bajar del barco
Se trata de una historia fascinante, que incluso fue llevada la cine por Giuseppe Tornatore y que requiere de numerosos y diversos espacios y atmósferas, que son resueltos de manera creativa por los videos artísticos de Pléyaden, los cuales se proyectan en una pantalla que hace las veces de escenografía, a la que se agregan algunos cuantos objetos, reforzados por la iluminación La Cuarta, el sencillo vestuario diseñado por Keila Rodríguez y la musicalización de Ian Nava
La historia es narrada por un saxofonista, que se convierte en el único amigo de Novecento, quien con otros muchos y diversos personajes, aparecen en escena interpretados por Eduardo España, quien transita entre uno y otro de manera vertiginosa, a veces sólo con un gesto, un cambio de sombrero o de tono de voz, y en la mayoría de los casos con alarde de recursos histriónicos
El monólogo es un género muy versátil que permite a los actores autoemplearse en momentos en los que es difícil tener otro trabajo y, desafortunadamente, esta es muchas veces la razón por la que los histriones recurren al género, más que por cuestiones artísticas
Pero este no es el caso, por el contrario, España recurre a la escenificación de Novecento como el viajero que encuentra un oasis en el desierto, ya que la inmediatez y ligereza del trabajo televisivo seguramente no satisface la necesidad interna de la actoralidad que le exige un texto como el de Baricco Esta circunstancia redunda en un trabajo auténtico y honesto muy disfrutable, resultado de la fascinación por un texto y la auténtica vocación del actor que se ve en la necesidad de hacer algo más que teatro para subsistir
Novecento se presenta los lunes a las 20:00 horas en el Foro Shakespeare