México, D F, 17 de julio (apro)- Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación, aseguró hoy que el gobierno de Felipe Calderón garantiza el "contexto social propicio" para el ejercicio "responsable" de la libertad de creencias y de culto, porque no toma partido por ninguna religión y preserva el carácter laico del Estado "El Estado, como garante de esa libertad de culto, no puede ni debe tomar partido a favor o en contra de religión alguna en particular", puntualizó Mouriño, quien añadió: "El carácter laico del Estado, además de asegurar la imparcialidad de las instituciones públicas e indicar el carácter no confesional del mismo, exige del gobierno una postura respetuosa, abierta y dialogante desde la neutralidad religiosa" Ante miembros de asociaciones religiosas, que hoy recibieron certificados como tales, el funcionario puntualizó: "Una condición para consolidar a nuestras instituciones republicanas y democráticas es precisamente el respetar rigurosamente la laicidad del Estado" Dijo que el gobierno asume la laicidad como la condición que obliga al Estado a promover y garantizar el pleno ejercicio de las libertades públicas, donde tienen cabida todas las formas de pensamiento, de diversidad de iglesias y la pluralidad de las voces "La tolerancia, el diálogo, la apertura y la inclusión ?dijo-- son valores que fortalecen nuestra convivencia y permiten que, en un entorno de pluralidad religiosa, cada iglesia pueda ofrecer una visión comprensiva de la realidad, acorde con los anhelos y con las convicciones de sus feligreses" Según Mouriño, México necesita del entendimiento y la colaboración de todos los grupos sociales, religiosos y culturales, así como de todas las fuerzas políticas y de todos los órdenes de gobierno "Las diferencias, lejos de dividirnos, deben enriquecernos y hacernos una nación más fuerte, diversa, innovadora y exitosa", señaló Hoy, añadió, "en un esfuerzo congruente de tolerancia y amistad, debemos afirmar que tanto la concordancia como la discrepancia son el medio natural en el que se desenvuelve la democracia, siempre y cuando sobre las pretensiones políticas prevalezca el interés superior que es el interés de la nación" Agregó: "Quienes difieren de buena fe no se constituyen por eso mismo un adversario Si aceptamos el pluralismo, debemos admitir sus consecuencias y sacar de ellas las mejores ventajas En el México democrático y respetuoso de los derechos y de las libertades fundamentales, no tienen cabida los conflictos por la razón de creencias religiosas"