El gran problema de Obama

sábado, 26 de julio de 2008 · 01:00
WASHINGTON, 25 de julio (apro) - Barack Obama, el virtual candidato presidencial del Partido Demócrata, pasa por uno de los mejores momentos de su carrera política, y cada día, su áurea proselitista, sobre todo a nivel internacional, da la impresión de que las elecciones del próximo 4 de noviembre serán un mero trámite para que Estados Unidos tenga a su primer presidente de raza negra La comunidad y la prensa internacional ?incluida la más importante e influyente de Estados Unidos-- está enamorada de Obama Y cómo no estarlo, si es la esperanza del planeta para poner fin al legado que dejara plasmado en la historia universal la presidencial imperial y unilateralista de George W Bush "¿Quién es John McCain?", se preguntaron los más de 200 mil alemanes que se arremolinaron la semana pasada en Berlín para escuchar a Obama, el joven negro y carismático político demócrata que podría romper los estereotipos raciales del país anglosajón que más ha lucrado en el mundo con el abuso a las minorías étnicas McCain, el virtual candidato presidencial del Partido Republicano, al que pertenece Bush, está furioso por la "luna de miel" que vive Obama con los medios de comunicación de su país y del extranjero, y no se diga por la multitudinaria recepción internacional que está teniendo el joven senador por el estado de Illinois, hijo de un africano negro y una anglosajona estadunidense Fue impactante y devastador para la campaña de McCain y para el Partido Republicano, en general, incluido su líder honorario, el presidente Bush, ver las imágenes de televisión y las fotografías de primera plana en casi todos los diarios del planeta, en las que Obama se dejaba adorar por los alemanes en Berlín, quienes parecían gritarle a los estadunidenses: No se equivoquen nuevamente, éste debe ser su próximo presidente La furia de McCain porque está siendo desplazado por Obama de las primeras planas de los rotativos y de las notas con las que inician los noticiarios nacionales de radio y televisión, fue momentánea; el viernes 25 de julio, un día después de la adoración de Obama en Berlín, se dio conocer un nuevo sondeo sobre la preferencia presidencial de los estadunidenses A poco más de tres meses de las elecciones presidenciales de noviembre, una encuesta de la cadena de televisión CNN arroja que 46% de los votantes estadunidenses dice estar a favor de que Obama reemplace a Bush como presidente del país, y 41% opta por McCain, una diferencia de solamente 5 puntos porcentuales que para nada refleja la percepción internacional, por lo menos la de los alemanes, londinenses, parisinos y rusos, a quienes visitó la semana pasada el abanderado presidencial de los demócratas Las experiencias y lecciones de los procesos electorales recientes en Estados Unidos son un factor que, extrañamente, pueden ser más favorables para McCain que para Obama Un ejemplo: Hace un año exactamente la senadora por Nueva York, Hillary Rodham Clinton, quien era la adoración y obsesión de la prensa estadunidense y de algunos medios de comunicación internacionales, se sentía y actuaba ya como la primera mujer que llegaría a la Casa Blanca, posición que asumía a varios meses de distancia de que se llevaran a cabo las elecciones primarias del Partido Demócrata para elegir a su candidato presidencial Los columnistas de The New York Times y The Washington Post también, hace un ano, debatían sobre el problema que se le avecinaba a la exprimera dama cuando ganara las elecciones de noviembre de este año: ¿Qué hacer con su esposo, el expresidente Bill Clinton?, quien, seguramente, no se quedaría quieto porque con su inteligencia y experiencia en el Poder Ejecutivo sería el verdadero poder detrás de la silla presidencial en la Oficina Oval ¿Hillary who? La misma prensa que se engolosinó anticipadamente con la senadora Clinton, ya ni se acuerda de ella ni de su esposo Por la sensibilidad del elector estadunidense, quien es muy parroquial en términos político electorales y que vota por el candidato que le asegure que le mantendrá llenos los bolsillos, no por el que pueda ser el más efectivo para la política exterior o por el que tenga más aceptación en el mundo, es muy arriesgado para Obama actuar o sentirse ya como presidente de Estados Unidos El caso más reciente de este tipo de tragedias fue el del senador John Kerry, hace 4 años, cuando el mundo entero le gritaba a los estadunidenses: ¡No reelijan a Bush, se van arrepentir! Ni así, arrepentidos como están los estadunidenses por no hacerle caso hace cuatro años a la comunidad internacional, se dejan llevar por lo que diga la prensa y el mundo entero El gran problema de Obama no es su carisma y atractivo para con los medios de comunicación, ni para con los europeos y el resto del planeta, su limitante es el color de su piel Por ello, y por lo menos en estos momentos, las encuestas siguen dejando ver que es posible que las elecciones presidenciales del 4 de noviembre vayan a ser extremadamente cerradas, aun cuando se corre el riesgo de darle continuidad a la presidencia imperialista de Bush con la elección de John McCain

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