Ultramaratón de la muerte
Todo comenzó entre las 8 y 9 de la mañana del domingo 20 En su intento por cruzar a nado el río Guachochi, el maratonista keniano Charly Nyamoki fue arrastrado por las corrientes de las turbulentas aguas, en plena sierra de Chihuahua, señala Proceso en su edición 1656
La mayoría de los 275 participantes del llamado Ultramaratón de los Cañones ?entre corredores extranjeros y nacionales, y sobre todo tarahumaras? aún no salían del shock cuando en ese mismo cruce, el segundo comprendido en el trayecto de 100 kilómetros, vieron cuando la embravecida creciente de aguas "rebotadas" devoraba también a Ramón Amaya González, de 53 años, un indígena de la comunidad Chipauchi, del ejido de Guachochi
Una semana después continúa la tragedia: Hasta el viernes 25 los cuerpos de estos atletas de alta resistencia aún no habían sido recuperados por el equipo de rescate
Detrás de este fatal desenlace hay una copiosa lista de advertencias contra los organizadores: negligencia, irresponsabilidad, falta de seguridad, nula asistencia médica en la zona baja de las barrancas del Guachochi, señalamientos inadecuados en el trazo de la ruta, así como una mala logística del certamen que, al menos, contemplara un plan de contingencias, aseguran las autoridades locales y los atletas participantes
En esta superprueba que ya cobró dos víctimas está involucrado el gobierno de Chihuahua, que encabeza José Reyes Baeza Terrazas Las autoridades pugnan por recuperar el cuerpo del africano, pero del indígena ni se ocupan, destaca el número 1656 de Proceso