MÉXICO, D F, 18 de agosto (apro)- Los senadores Ricardo Monreal y Carlos Navarrete admitieron que la crisis interna del PRD por el fracaso de la elección del 16 de marzo está provocando desánimo entre los perredistas y afectará las posibilidades de crecimiento del partido En entrevistas por separado, antes de la reunión que cada lunes el Frente Amplio Progresista sostiene con el excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, ambos senadores pidieron a los seguidores de Jesús Ortega y Alejandro Encinas sentarse a dialogar para remontar la crisis en la que está sumido el partido Al respecto, la noche de este lunes, las distintas corrientes del PRD sostuvieron varias reuniones con el objetivo de lograr un acuerdo político que permita solucionar la crisis interna e impida que impacte en los resultados de las elecciones del 2009 Monreal pidió cordura porque reconoció que el actual conflicto interno está afectando a quienes predican en la izquierda Consideró que la crisis está ensombreciendo el ambiente en el PRD, por lo que pidió a Alejandro Encinas y Jesús Ortega sentarse a dialogar y lograr acuerdos con rapidez "Si se profundiza la crisis ?advirtió-- se tendrán pocas posibilidades de recuperar los espacios políticos perdidos y pocas posibilidades del crecimiento del partido" Pidió a los dirigentes ceder sus propósitos personales y actúen con sensatez Sobre la posibilidad de que se nombre a un "dirigente de unidad" que sustituya a Guadalupe Acosta Naranjo, el senador Monreal consideró que el exgobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Betel sería una buna opción, aunque opinó que "cualquier otro puede representar una salida digna al conflicto del partido" Al respecto, Carlos Navarrete considero que las partes en conflicto deben dialogar porque el espectáculo que se esta dando a los electores es "muy lamentable" y el desanimo en las filas perredistas es "doblemente lamentable" Confió en que Encinas y Ortega platicaran en breve y buscarán salida a sus problemas internos Por la tarde, la corriente Nueva Izquierda, que apoyó la candidatura de Jesús Ortega, condicionó cualquier pacto para solucionar la crisis del PRD, a que Guadalupe Acosta Naranjo permanezca al frente de la dirigencia perredista y que los chuchos mantengan el control del partido hasta febrero del 2010 Los diputados federales Humberto Zazueta y Juan Guerra sostuvieron una comida con el presidente sustituto del PRD, Acosta Naranjo, a quien le propusieron un acuerdo político nacional para salvar unidos las elecciones del 2009 Acosta Naranjo estuvo de acuerdo, siempre y cuando Nueva Izquierda se quede con la dirigencia nacional Los legisladores federales insistieron a que no se pusieran condiciones para dicho acuerdo, y que la dirigencia fuera de transición para que no haya diferencias en el proceso electoral del 2009 Zazueta dijo que la dirigencia de transición deberá definir reglas para la línea política del partido y el método de elección de candidatos en el 2009 Los cívicos propusieron que se constituya un comité ciudadano que revise las irregularidades de la elección del pasado 16 de marzo, y se sancione "sea quien sea" Durante la comida con Naranjo llegó el coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete, y Jesús Ortega