En Wall E, estudio Pixar no pierde el toque

lunes, 4 de agosto de 2008 · 01:00
MÉXICO, DF, 4 de agosto (apro) - Existen dos factores claves que han hecho que Wall E (EU-2008) esté causando sensación más allá de la recaudación en taquilla La primera es la parte visual, si bien poco tiene que ver con la tecnología utilizada para la creación de los personajes, y la segunda es la crítica mordaz hacia el ser humano, en donde se nos retrata comodinos y en ciertos sentidos bastante perezosos, casi autodestructivos Si bien Pixar Animation se ha caracterizado por su estilo visual en animación 3D, siempre echando la casa por la ventana para crear animaciones impresionantes, también es cierto que este estudio sabe cómo contar historias En Wall E, dirigida por Andrew Stanton, lo hace de una manera maravillosa: sin diálogos --un estilo que ha venido haciendo a través de diversos cortos animados--, lo cual puede recordarnos a las primeros cortometrajes animados de Disney Así pues, con sonidos ambientales y sonidos robóticos creados por Ben Burt --quien diseñara el audio de R2-D2 de Star Wars--, Wall-E nos cuenta la historia de un robot llamado Wall-E (siglas de Waste Allocation Load Lifter Earth-class) quien se dedica a limpiar la Tierra, sólo que al parecer el planeta está tan sucio que los humanos ya no viven en él A Wall-E lo acompaña una cucaracha y un videocasete de la película Hello Dolly que nuestro protagonista ve todas las noches, e imita el comportamiento humano La rutina de Wall-E cambia cuando llega a la Tierra una chica robot (o al menos eso es lo que uno quisiera creer) llamada EVA (Extra-terrestrial Vegetation Evaluator), quien tiene el encargo de encontrar vida en la Tierra y ver si los humanos pueden regresar Gracias a este suceso, Wall-E encontrará una nueva misión en su existencia La falta de diálogos ni se siente Y es que los guionistas (con el mismo Stanton involucrado) se las ingeniaron para mantenernos entretenidos todo el tiempo con diversos gags visuales, los cuales en su mayoría no son gratuitos y algunos aligeran la carga emocional, mientras otros revelan parte de la personalidad de los personajes Para la segunda parte de la cinta conocemos a una nueva generación de humanos, quienes han estado ausentes de la Tierra por 700 años: unos sujetos gordos que se la pasan todo el día sentados en una silla voladora y pegados a una pantalla de ordenador, comprando en línea y chateando Es aquí donde conceptualmente la cosa da un giro interesante, gracias a esta ironía: con su modus vivendi, los humanos no sólo echaron a perder su planeta, sino también sus cuerpos, y resulta que su futuro está en manos de los robots Pero al final de cuentas, la película no trata tan mal a los humanos, y no resulta tan "regañona", pues la historia de Wall-E y EVA permanece como la línea central de la narrativa, aun si se mantiene un claro corte ecologista De nuevo en Wall-E, Pixar demuestra que está a la vanguardia en lo que a su rubro se refiere

Comentarios