McCain-Palin, ¿La doctrina del cambio?
SAINT PAUL, Minnesota, 6 de septiembre (apro) - Con un deslucido arranque por el azote del huracán Gustav a los estados de la zona del Golfo de México, y por los escándalos familiares y las críticas políticas a Sarah Palin, la Convención Nacional del Partido Republicano quedó muy lejos de ser la fiesta extraordinaria de la que tanto se habló para ungir al senador por Arizona, John McCain, como su candidato a la presidencia de Estados Unidos
En comparación con la Convención Nacional del Partido Demócrata, de Denver Colorado, la de los republicanos en Saint Paul, Minnesota, fue, además de menos vistosa, una celebración encajonada, rígida, conservadora, y de un dominio anglosajón y puritano que puso en tela de juicio al lema de la campaña de McCain: La promesa del cambio e inclusión
El Excel Center de Saint Paul, sede de la Convención Republicana, se llenó de los típicos votantes y líderes republicanos: hombres blancos vestidos con trajes de colores sobrios, negro, azul marino y gris, mientras las mujeres blancas también, lucieron trajes sastres o vestidos y faldas que les daban hasta mas abajo de la rodilla, o uno o dos centímetros arriba de ésta
Los jóvenes republicanos, la nueva generación de este partido, daban la impresión de ser estudiantes de rigurosas universidades o colegios religiosos; llegaron a la fiesta vestidos con camisa blanca, corbata roja o azul, saco azul marino y pantalón gris Mientras que las jóvenes, también uniformadas, vestían faldas, blusas y sacos del mismo color que sus contemporáneos del sexo opuesto
Para dar inicio a cada una de las cuatro sesiones de la Convención, y como condición irremplazable, un pastor tenía que rezar oración y dar gracias a Dios por haberlos bendecido con dos líderes que aman a su país y a su pueblo entero: John McCain y Sarah Palin
La gobernadora del estado de Alaska y candidata a la vicepresidencia es el ejemplo de la imagen que debe tener una digna mujer del Partido Republicano, ella es el imán de McCain para atraer el voto de las demás mujeres de Estados Unidos, las afro americanas, las blancas liberales, las hispánicas, las asiáticas y las de la raza indio americana, así como de las otras minorías étnicas
Las mujeres republicanas como las que fueron a Saint Paul, "aman a Palin", como afirmaban las leyendas en sus pancartas
Ataviada siempre con un traje sastre de color gris, café o azul, nunca con una falda que no le llegara a la altura de la rodilla, Palin se declaró junto a su compañero de fórmula la "Mesías de la esperanza" para las mujeres pobres, para las que pertenecen a las minorías étnicas que no tienen dinero para enviar a sus hijos a las universidades de prestigio, para contar con un seguro médico, que es esencial en el seno de cualquier familia, y para defenderlas de cualquier abuso domestico
Palin, la esperanza femenil republicana, la mujer ultra conservadora surgida de la clase pudiente de Alaska, se abrió ante su pueblo: ella es un modelo social y para esto la gobernadora se ufanó de ser socia vitalicia de la Asociación Nacional del Rifle, la agrupación multimillonaria que se opone a cualquier ley para restringir la venta tan abierta y sencilla de armas de fuego de toda clase en Estados Unidos, hecho y problema que en parte ha sido responsable de las masacres de jóvenes entre jóvenes y niños en escuelas de todos los niveles de educación
Palin, la que está a favor de las políticas migratorias excluyentes que criminalicen a las mujeres inmigrantes indocumentadas, quienes al caer víctimas de una redada son separadas de sus hijos ?ciudadanos estadunidenses en muchos casos-- y deportadas a sus países de origen
La gobernadora de Alaska que promulga la idea de reducir los impuestos a los grandes empresarios y las personas con ingresos superiores a los 250 mil dólares al año, a costa de la eliminación de programas sociales del gobierno federal para asistir a las familias menos favorecidas por el sistema capitalista de la Unión Americana
Las jóvenes afro americanas victimas de la violencia familiar y madres solteras, son regularmente las personas más afectadas con la eliminación de programas sociales como los que Palin quiere eliminar si, junto a McCain, llega a la Casa Blanca
McCain, por su parte, se declaró en Saint Paul como el paladín del cambio, como el héroe de guerra que comenzó a amar a su país y a sentirlo en su propia piel cuando en la guerra de Vietnam, que perdió Estados Unidos, fue uno más de los cientos de prisioneros de guerra
"El país primero" fue el punto central del discurso de la aceptación de la candidatura presidencial del senador por Arizona
Mantener una política exterior y bélica de anticipación a cualquier amenaza para la seguridad de Estados Unidos, como la que aplicó el presidente George W Bush a Irak, donde no encontró las armas de destrucción masiva que se inventó para justificar el derrocamiento de Saddam Hussein, es parte del credo que McCain quiere infundir como "el espíritu del cambio" en Washington
Amurallar la frontera con México para detener a la inmigración indocumentada, seguir aislando a los presuntos enemigos del imperio como a Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Irán, Siria, Corea del Norte, China y ahora Rusia; y menospreciar las herramientas de la vía diplomática que profesan las organizaciones multilaterales como la ONU, son versículos de "la doctrina del cambio" de McCain y Palin
Otto Reich, exembajador de Estados Unidos en Venezuela y exsubsecretario de Estado Adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental durante el inicio de la presidencia de Bush, no pudo ser más directo al definir en Saint Paul cuál es el cambio que promete la presidencia a la que aspira McCain en compañía de Palin: "Lo mismo, pero mejor"
Los demócratas Barack Obama y Joe Biden no son la panacea que los estadunidenses y el mundo esperan para el cambio de política de un país, que por mas de siete años de unilateralismo arrogante y culto a la personalidad provocó guerras innecesarias fomentado el odio en regiones como en el Medio Oriente que generan este constante temor a que en cualquier momento, y en cualquier lugar del mundo, se pueda repetir una tragedia como la del martes 11 de septiembre del 2001
No es cuestión de ciencia, sólo basta con mirar el rostro del candidato presidencial demócrata y de la diversidad racial de los casi 80 mil demócratas que se arremolinaron en el estadio Invesco de Denver, Colorado, durante la Convención Demócrata, para entender quién es el candidato y cuál es el partido político que en estas elecciones presidenciales de Estados Unidos ofrece una esperanza de cambio