El luchador, de Mickey Rourke

lunes, 19 de enero de 2009 · 01:00
MÉXICO, D F, 14 de enero (apro) El Globo de Oro que Mickey Rourke consiguió el domingo pasado fue una crónica anunciada: desde hacía tiempo diversos críticos hablaban maravillas del papel que Rourke desempeñaba en El luchador (The Wrestler), cinta dirigida por Darren Aronofsky Y es que el desempeño de Rourke no sólo contiene una destreza histriónica importante, sino también emocional debido a los paralelismos entre el personaje de ficción (Randy Robinson) y el actor: en The Wrestler Ambos se aferran a toda costa a lo que saben hacer mejor Rourke regresa a la actuación de manera triunfal luego de un largo ocaso, mientras que Robinson intenta a toda costa continuar con su carrera, a la vez que pone un poco de orden en su vida En los 80, Randy The Ram Robinson era una estrella de la lucha libre, pero como todo lo que sube tiene que bajar, 20 años después se encuentra en franca decadencia tanto profesional como emocionalmente: se la pasa luchando en escenarios de tercera categoría, sin mencionar que su hija (Evan Rachel Wood) no quiere verlo ni en pintura Cuando un infarto amenaza con alejar del ring a Randy, éste decide ir arreglando su vida, lo que implica reconciliarse consigo mismo y enrolarse en una relación con una striper (Marisa Tomei) Sin embargo, el gusanito de la lucha libre se niega a quedarse en el olvido La tragedia de Randy es acompañado de los pormenores de la lucha libre; es decir, una especie de "detrás del show" Así, no sólo veremos tragedia, sino también las mañas y tácticas de los luchadores que hacen posible que la magia ocurra arriba del cuadrilátero En ese sentido, El luchador es también un homenaje a la lucha libre Con El luchador, Darren Aronofsky se sacude el halo nefasto que The Fountain dejó en su carrera, para traer a la pantalla la conmovedora historia de un héroe caído que busca desesperadamente su redención, al tiempo que ayudó a Mickey Rourke a recuperar su mística

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