El patrimonio inmaterial de México

lunes, 12 de octubre de 2009 · 01:00
MÉXICO, D F, 7 de octubre (apro)- Junto con el tango argentino y uruguayo, y las tradiciones colombianas de Semana Santa, el ritual de los Voladores de Papantla, Veracruz, así como las capillas familiares y tradiciones vivas de los pueblos otomí chichimecas de Tolimán, Querétaro, quedaron inscritos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
         Durante la cuarta reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Inmaterial, realizada del 28 de septiembre al 2 de octubre en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos, se inscribieron 76 tradiciones vivas, entre ellas el arte de los ashigs de Azarbaiyán, que agrupa poesía, narraciones, danzas, cantos y música; la procesión de la Santa Sangre de Brujas, de Bélgica; el arte del grabado de sellos, la técnica xilográfica, la caligrafía y el recorte de papel, la artesanía del brocado de yunjin y la danza de los campesinos Todos ellos de China; la procesión Za Krizen (Vía Crucis) de la isla de Hyar, Croacia; los encajes de Lefkara, Chipre; y el lenguaje silbado de la isla de La Gomera (Islas Canarias) de España
         La llamada Convención del Patrimonio Inmaterial se estableció en 2003 con el propósito de resguardar tradiciones, expresiones orales, rituales festivos, técnicas artesanales, músicas, danzas o espectáculos tradicionales, considerados como "patrimonio vivo", no tangible como lo pueden ser las monumentos, pirámides, edificios o centros históricos, sino aquello que se conserva y transmite de generación en generación e "infunden a las comunidades y grupos que lo practican un sentimiento de identidad y de continuidad que se estima esencial para el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana"
         Al inaugurar la pasada reunión de la convención, Olabiyi Babalola Joseph Yai, presidente del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, advirtió que "el patrimonio vivo o inmaterial es el sustento de nuestro sentido y de nuestra conciencia de identidad y continuidad Pero este patrimonio frágil en constante evolución está hoy amenazado La globalización, el éxodo rural, las guerras, el analfabetismo cultural, el turismo de masas y los modernos estilos de vida unidimensionales son sólo algunos de los desafíos a los que se enfrenta"
         El mismo Koichiro Marsuura, director general del organismo internacional, dijo al clausurar el encuentro que al llegar a la UNESCO la sorprendió constatar la "relativamente poca prioridad" que se daba al patrimonio vivo comparado con el patrimonio material Y consideró que en los últimos años se han logrado avances
         En la reunión se inauguró la lista del patrimonio inmaterial en peligro o "que requiere medidas urgentes de salvaguarda" Ahí se inscribieron doce elementos que podrán beneficiarse del fondo de ayuda económica creado por la UNESCO para ese fin Entre ellos se pueden mencionar el rito de los Zares de Kalyady, de Bielorrusia; la fiesta de año nuevo de los giang, de China; el canto profano y litúrgico tradicional de Córcega, Francia, y las tradiciones de los kayas, de Kenya
         Las tradiciones mexicanas quedaron inscritas en la primera lista, la del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que respaldó las inscripciones a través de su Dirección de Patrimonio Mundial destacó que el ritual de los Voladores de Papantla data de la época prehispánica:
         "Se tiene evidencia de que existe esta danza desde el año 600 aC, y son ceremonias que expresan principios y valores fundamentales de la cosmovisión indígena"
         Aunque generalmente se asocia como una tradición totonaca, los investigadores han encontrado que diversos grupos étnicos realizan la danza con variaciones, tales como los nahuas, otomíes, machas y quichés Y es, ciertamente, la región del Totonacapan donde el ritual tiene mayor arraigo, "reforzado por su cercanía con El Tajín, donde hay evidencias de palos de voladores desde los años treinta"
         En cuanto a los lugares de memoria y tradiciones vivas de los pueblos otomí chichimecas de Tolimán, en la Peña de Bernal, Querétaro, el INAH explica que este pueblo, cuyo nombre original es hñañhu, es uno de los más antiguos y numerosos de Mesoamérica Se asienta en la zona semidesértica de Querétaro, en donde existen más de 200 capillas familiares que datan del siglo XVIII, "espacios que para este grupo indígena representan el lugar donde residen sus ancestros"
         "Son espacios de la memoria que hacen posible el encuentro entre los vivos y muertos, y la preservación de los linajes familiares que articulan la organización comunitaria La singularidad cultural de estas comunidades es resultado de la fusión entre la memoria batalladora y trashumante de las tribus chichimecas, y la lengua y tradiciones de los pueblos otomíes"
         Ojalá que, ciertamente, la inscripción de estas dos tradiciones garantice su preservación, el respeto a las tradiciones y culturas indígenas, así como a la diversidad del país

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