Paul Anka y Eugenio Toussaint: desencuentros
Se trata del libro Eugenio Toussaint: las tangentes, el jazz y la academia (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes/Start Pro Diseño y Producción, México, DF, agosto 2009, 269 páginas), que arranca justamente con aquella vena prolija de Malacara por documentar la historia musical apoyándose en testimonios y declaraciones de diversa fuente
Así, nos enteramos en los primeros seis capítulos, de los 15 que contiene esta investigación, que la abuela paterna de los hermanos artistas Eugenio, Enrique, Fernando y (la cantante) Cecilia Toussaint, era María del Barro y Domínguez, bisnieta de la Corregidora de Querétaro, doña Josefa Ortiz de Domínguez
También, que su padre (Eugenio Toussaint Bustindui) se opuso a que los cuatro hijos se dedicaran a la música "profesionalmente", habiendo ellos mostrado aptitudes desde 1965, cuando solían entretener con canciones de The Beatles las fiestas del hogar De hecho, en 1971 les prohibió asistir al Festival de Rock y Ruedas en Avándaro 1971, pese a estar programados para tocar en el evento, argumentando el papá al autor:
"Yo sentía que eran ganas de echar relajo, de andar en la onda gruesa de aquella época Estaba un poco en contra de ese relajito, aunque se lo apadrinamos tanto mi exesposa (Rosa Uhthoff López Negrete y Pérez Gavilán) como yo, allá en la casa; ahí ensayaban, tocaban, y ahí todo Pero yo no pensaba que fuera una vocación, hasta que (Eugenio) entró a la universidad y me dijo que se iba a morir de hambre, pero se dedicaría a la música y dejaría la carrera"
La parte medular del texto de Malacara Palacios comienza en el séptimo capítulo, cuando en 1976 el tecladista Eugenio graba su primer disco LP de jazz con Blue Note, e inicia paralelamente el quinteto Sacbé (nombre maya que significa "camino blanco") con sus hermanos y el saxofonista Alejandro Campos, en el foro Musicafé, un bar que consagraría al quinteto en San Ángel como casi de la misma calidad en México que los afamados Weather Report Narra el propio Toussaint (páginas 85 a 107):
"Yo siempre decía: 'Mi música tiene que ver con la selva' Además, la cultura maya era la cultura mexicana que más me había atraído, los tucanes habían sido nuestra ave favorita cuando éramos niños Entonces me dije que todo eso podía ser un concepto Hasta que se los puse en la mesa a los tres, a Alejandro y mis hermanos: 'Oigan, ¿Sacbé? En primer lugar, ya existe una pieza que se llama así, que podemos usar como tema ¿Cómo ven?'"
Si bien a partir del octavo capítulo y hasta el final del libro (que compila declaraciones, artículos periodísticos, fotografías y una veintena discográfica de platos grabados) Malacara sigue puntual la fructífera carrera de Eugenio como tecladista, compositor, arreglista y director de orquesta hasta la actualidad, el séptimo, intitulado "Encontró petróleo", marca los años cuando los tres Toussaint trabajaron como músicos de planta contratados por el exitoso baladista canadiense Paul Anka (Tu cabeza en mi hombro, A mi manera, Jubilación), desde que Eugenio decidió probar suerte en Los Ángeles, California
En abril de 1983 los convocó su amigo y colega Michel Colombier, batuta orquestal de Paul Anka, para tocar en la temporada de presentaciones programadas en Las Vegas, Nevada, por 2 mil dólares semanales Serían tres años de muchas giras internacionales y buen trabajo, pero también de amarguras y dificultades para Eugenio, quien por abril de 1986 rompió con el divo autoritario, en malos términos
Relata el periodista Antonio Malacara:
"Con excepción de la cantante Mortonette Jenkins, Morty, y el guitarrista Joe Di Blasio, todos los músicos de la banda habían sido cambiados Se trataba de una nueva comunidad Se ensayaba en la mañana, se hacía pausa para el lunch y continuaban ensayando por la tarde Así fue durante todo un mes hasta abril de 1983, cuando debutarían en el Hotel Aladdin de Las Vegas ()
"Desde siempre, Paul Anka había sido famoso por sus arranques y sus abruptos cambios de humor y de ideas y de músicos y de cualquier cosa imaginable Cuando los Toussaint llegan a su orquesta acababa de lanzar el álbum Walk A Fine Line ("Por la calle elegante"), y en lugar de promocionar el disco con los músicos que grabaron el disco, los despide casi a todos y contrata nuevo personal"
Las anécdotas que narran los hermanos Toussaint se leen como anécdotas ciertamente divertidas; no obstante, en aquellos tiempos las vivieron como auténticas "pesadillas" (Malacara las denomina Ankmares por la pluralización del término inglés nightmares), "Ankadillas" literales, pues no en vano los músicos apodaron a su jefe Ancatraz, debido a su desfachatez para tratarlos cual esclavos, o en alusión a los prisioneros de la mórbida prisión ahora desaparecida de la Isla de Alcatraz, en Oakland Bay
Es Eugenio Toussaint quien mejor revive al súperestrella Paul Anka y delata sus desplantes de tosca arrogancia:
"Tiene una personalidad casi bipolar, nunca sabes qué esperar de él, le gusta tremendamente ejercer el control sobre su gente y la manda de ejercerlo es como nunca saber a qué le tiras con él Hay días que está de excelente humor y trata súper bien, y de la nada puede convertirse en tu peor enemigo"
Pero llegó la noche del primer show
"Había una pieza donde yo empezaba un solo y siempre me dio un miedo espantoso, me temblaban las manos porque acompañaba a Paul solo en la introducción de Hold Me 'Till The Morning Comes Me daba pavor Y el primer día, de plano no me salió, y esa misma noche Paul me dijo 'Aguas, mejor dile a Michel que te escriba esa parte'
"Al otro día me escribió Michel la introducción para piano, me la aprendí de memoria ¡Todavía después de muchos años tenía pesadillas porque soñaba que regresaba a tocar con Paul Anka y que él me pedía esa pieza, pero yo no me acordaba en qué tono iba aquella introducción de la pieza (que se traduce Abrázame hasta que amanezca)!"
El buen humor que solía acompañar a Eugenio con sus músicos cuando desde adolescente solía imitarlos en sus gestos estando frente a ellos, pareció agriarse, porque cuando Paul Anka corría a algún músico, lo mandaba a ejecutar sus terribles mandatos También bebía más de lo acostumbrado, para los sinsabores
Michel Colombier, quien falleció hace dos años, explicaba a Malacara que a Eugenio no le agradaba ejercer esos papeles "Además, Paul era un desgraciado, y en esa época todavía peor: a los 14 años era millonario y a los 15 perdió a su mamá, siempre creyó que el dinero lo controla todo, hasta hoy, y es paranoico, cree que todo mundo le quiere quitar su dinero; entonces, no tiene muchos amigos y se protege, es muy raro y se metía drogas, es muy emocional y explotaba por cualquier cosa", como todo buen bussinessman
Tras visitar Europa y Japón, cuando en 1984 regresaron a California, Colombier manifestó su hartazgo total y pidió a Eugenio tomara su lugar como director de la orquesta de Paul Anka, quien estuvo de acuerdo A medio año, salieron a relucir los conflictos Narra Toussaint:
"A cada rato decía: 'Córreme a tal por cual' Esa fue una de las cosas que me empezaron a incomodar Cuando andábamos de gira lo tenía que ver cada día, antes y después del show Y esa vez habíamos ido a Hawaii, volvimos a Estados Unidos, luego fuimos a Europa y regresamos, después había vuelto yo con él a Roma y fue cansadísimo, estábamos en el carnaval Mardi Grass de Nueva Orleáns y la noche anterior yo estaba hecho megapomada"
Alrededor de las 23:30 sonó el teléfono Era Paul Anka, quien al escuchar su desconcierto, le preguntó:
--¿Qué te pasa?
--Yo, totalmente jetón, le digo: 'Nada, es que estaba dormido' ?'Ah, no, es que necesito verte! --Pues a'i voy Subo al penthouse y estaba con una cantante de color, Odia Coates, quien vivía en Nueva Orleáns, y me dice Anka: 'Vamos a invitar a cantar a Odia y necesito que le hagas arreglos para mañana a dos canciones' Y yo le digo, 'Sí, Paul, pero el ensayo es a las nueve de la mañana y necesito dormir ?Pues yo necesito los dos arreglos"
Eugenio Toussaint se pasó la noche en vela escribiendo su trabajo musical y, además, haciendo las copias ("éramos 15 en la banda y no teníamos copista") A las nueve en punto, hizo la prueba de sonido, pero en el listado final de las canciones para el show, no venían las piezas que había arreglado
"No venía ninguna de las dos piezas porque Paul Anka había tenido un desencuentro con la chava"
Aquellos años de bon vivant con el chico del suéter, quien ahora era un amargado Papá Goriot de frac, sirvieron para que los tres hermanos Toussaint se reconciliaran con su propio padre, para demostrarle que la música sí daba para vivir y hasta con lujos, así que lo invitaron una semana en primera clase a ver su espectáculo
"Yo sí tenía a Anka en alta estima, era el ídolo de mis padres Un intocable No como Frank Sinatra, pero sí una persona con un nivel muy alto Había dos, tres piezas de él que me gustaban desde chavo, Tu cabeza en mi hombro, Muchacho solitario Uno de mis primeros arreglos para él fue Mackie Navajas (de Bertolt Brecht y Kurt Weill), lo hice como brasileño y le gustó mucho, de hecho ese arreglo lo conserva, lo sigue usando"
En marzo de 1986 Eugenio Toussaint avisó a Paul Anka su decisión de irse a vivir con su esposa a México y lo anunció, como manda la ley, a la oficina federal de empleos, pero cuando fue a despedirse de los músicos y a cobrar, encontró que llegaba otro pianista a tomar su lugar y que la cantante Morty lloraba
--Es que ya te corrió
--¿Cómo que ya me corrió, si todavía me debe lana??
"Entonces dije: '¡Ah, chingá!' Una vez más estaba enseñando las uñas este güey Quise hablar con él y no me quiso recibir"
--Como ya le habías dicho que te ibas a ir hace dos semanas, dice que muy bien, te vas, pero quiere que sea ahorita mismo El señor Paul Anka manda decir que él no paga nada a nadie Listo, Eugenio Lo siento, pero estás fuera Ya te sacó