MÉXICO, D F, 29 de octubre (apro)- Con todo y que los protagonistas de  9 tienen mucho carisma, esta película, dirigida por Shane Acker y escrita por Pamela Pettler, es bastante desafortunada
          En primer lugar, por qué contar una historia en donde el ser humano se extinguió a causa de la guerra contra la tecnología (tipo Terminator) que él mismo había creado; es decir, ¿qué sentido tiene si no hay humanos?
¿Para qué quiero ver cómo sobreviven unas criaturas de trapo? Ah, algunos dirán que es porque ellos llevan parte de nuestra alma Sí, y ¿luego?
Ok, démosles el beneficio de la duda y asumamos que los realizadores encontraron la forma de engancharnos en una historia postapocalíptica, donde estos muñecos de trapo intentan sobrevivir en un mundo en el que no sabes cómo o por qué hay todavía un par de máquinas patrullando las calles
           Es en este contexto donde conocemos a un muñeco que trae en la espalda el número 9 ¿Por qué? Quién sabe, pero conocerá a otros muñecos de trapo con números en su espalda y, en un abrir y cerrar de ojos, despertará a una terrible máquina que estaba dormida, la cual se alimenta del alma de estos sujetos
        La máquina enfurecida destruye su santuario, una iglesia, o lo que queda de ella Por cierto, el número 1 de estos sujetos trae una tiara papal y tiene ideas conservadoras
         Entonces, presenciamos una lucha de envergadura davidgoliatesca, en donde los pequeños no tienen más remedio que destruir la tecnología existente para poder sobrevivir Lo que queda es una extraña mezcla de ciencia y alquimia, gracias a la cual estos seres fueron creados
         ¿Cuál es el resultado?: una historia con huecos narrativos y una tremenda falta de sentido Las acciones de los personajes se sienten apresuradas No hay tiempo para entender las motivaciones de los personajes y, al final, ni ellos mismos parecen saber algo sobre su existencia