PRD promoverá moratoria contra la siembra de maiz transgénico
MEXICO, DF, 9 de noviembre (apro) - Diputados perredistas anunciaron que promoverán una "moratoria indefinida" contra la siembra de maíz transgénico
En su opinión, esa práctica debilita las semillas de origen mexicano y agota la capacidad productiva del campesino pobre
El secretario general de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), Federico Ovalle Vaquera, informó que los legisladores buscan la restitución del concepto "régimen especial del maíz" en la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, el cual ha sido minimizado y virtualmente excluido en el reglamento respectivo
Asimismo, recomendó a los legisladores a que emplacen a los centros de investigación públicos a fortalecer los sistemas tradicionales de producción con respeto a la autonomía de los pueblos indígenas
El también diputado perredista consideró indispensables esas acciones para revertir la tendencia en favor de las grandes corporaciones que, con sus prácticas, ponen en peligro la independencia y la capacidad del país para producir alimentos con semillas criollas
Ovalle Vaquera insistió en que es urgente posicionar al maíz y su diversidad como un recurso estratégico para la soberanía alimentaria y nacional
Sostuvo que la siembra de transgénicos atenta contra la soberanía y la seguridad alimentarias, por lo que se deben frenar esos proyectos de cultivo, principalmente del maíz, donde México es centro de origen y de diversidad genética
Recordó que el mayor riesgo ecológico es que las liberaciones a gran escala de cultivos transgénicos generen "flujo de transgenes" de los cultivos a otras plantas silvestres, que entonces podrían transformarse en "superralezas"
Sobre todo, tomando en cuenta que la introducción de transgénicos en el ecosistema causa una contaminación genética irreversible, provocando la desaparición de variedades endémicas o tradicionales
Los riesgos a la salud humana, detalló, van desde alergias, resistencia a antibióticos hasta efectos tóxicos
Por último, en lo económico, generan dependencia de los agricultores hacia las transnacionales y promueven el fortalecimiento de los monopolios productores de semillas transgénicas
En su opinión, esa práctica debilita las semillas de origen mexicano y agota la capacidad productiva del campesino pobre
El secretario general de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), Federico Ovalle Vaquera, informó que los legisladores buscan la restitución del concepto "régimen especial del maíz" en la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, el cual ha sido minimizado y virtualmente excluido en el reglamento respectivo
Asimismo, recomendó a los legisladores a que emplacen a los centros de investigación públicos a fortalecer los sistemas tradicionales de producción con respeto a la autonomía de los pueblos indígenas
El también diputado perredista consideró indispensables esas acciones para revertir la tendencia en favor de las grandes corporaciones que, con sus prácticas, ponen en peligro la independencia y la capacidad del país para producir alimentos con semillas criollas
Ovalle Vaquera insistió en que es urgente posicionar al maíz y su diversidad como un recurso estratégico para la soberanía alimentaria y nacional
Sostuvo que la siembra de transgénicos atenta contra la soberanía y la seguridad alimentarias, por lo que se deben frenar esos proyectos de cultivo, principalmente del maíz, donde México es centro de origen y de diversidad genética
Recordó que el mayor riesgo ecológico es que las liberaciones a gran escala de cultivos transgénicos generen "flujo de transgenes" de los cultivos a otras plantas silvestres, que entonces podrían transformarse en "superralezas"
Sobre todo, tomando en cuenta que la introducción de transgénicos en el ecosistema causa una contaminación genética irreversible, provocando la desaparición de variedades endémicas o tradicionales
Los riesgos a la salud humana, detalló, van desde alergias, resistencia a antibióticos hasta efectos tóxicos
Por último, en lo económico, generan dependencia de los agricultores hacia las transnacionales y promueven el fortalecimiento de los monopolios productores de semillas transgénicas