En activo la Marina y el Ejército porque el narco "laceró" otras instituciones: PGR

jueves, 17 de diciembre de 2009 · 01:00

MÉXICO, D.F., 17 de diciembre (apro).- La participación de la Marina y el Ejército en el combate al crimen organizado es indispensable porque el narcotráfico “laceró algunas instituciones de los diferentes órdenes de gobierno”, aceptó el titular de la Procuraduría General de la República  (PGR), Arturo Chávez Chávez.

En conferencia de prensa, el funcionario subrayó que “nuestra realidad nos impone la necesidad de que sigan participando y tendrán que seguir participando hasta que el problema que actualmente vivimos deje de ser un problema de seguridad nacional y se convierta de nueva cuenta en un problema de seguridad pública”.

Tanto la Marina como el Ejército “han dado muestras en repetidas ocasiones de la disciplina y de la lealtad que le tienen al país”, por lo que dijo, su participación “ha sido y sigue siendo indispensable”.

Un reportero le preguntó si hubo participación de Estados Unidos en el operativo de ayer en Cuernavaca, Morelos, que concluyó con la muerte del capo Arturo Beltrán Leyva, otros seis narcotraficantes y un marino, a lo que el procurador respondió:

“Fue un operativo diseñado por la Marina e implementado por la Marina, y el trabajo de inteligencia lo realizó la Marina”.

Sin embargo, aceptó que “muy probablemente esa colaboración se haya dado porque la relación con las agencias de Estados Unidos yo creo que es cada vez más fluida y de mayor confianza”.  

En otro punto, Chávez Chávez afirmó que el Estado mexicano “nunca ha perseguido ni va a perseguir delincuentes para matarlos”; su función es, dijo, detenerlos y presentarlos ante las autoridades competentes.

“Evidentemente, si las fuerzas del orden son recibidas a balazos, si son agredidos, responden a la agresión, que es lo que ocurrió en este caso”, dijo.

Durante el desayuno-conferencia, el titular de la PGR manifestó que en la guerra que el gobierno de Calderón libra contra el crimen organizado “nadie gana” porque “ha provocado la muerte de muchísimas personas y el dolor de muchísimas familias”.

Chávez Chávez defendió la respuesta del Estado para combatir a las bandas criminales porque, dijo, la razón de las bandas criminales es la ambición sin límites, sin ningún tipo de restricción, de barrera. “La única forma que tienen de mantener esa cohesión es utilizando la violencia, la corrupción y la muerte”.

Sobre lo que viene después de la muerte de Beltrán Leyva, comentó que “no es descartable que surja la violencia en el interior de ese cartel hasta que se definan las líneas de mando.

Un reportero le preguntó sobre la situación jurídica de los integrantes de los tres grupos musicales que fueron detenidos el pasado viernes 11 en una finca de Morelos, donde, ahora se sabe, se encontraba El Jefe de Jefes.

El funcionario comentó que se encuentran arraigadas ocho personas y precisó que el resto será puesto en libertad en las próximas horas.

--Y entre estos está Ramón Ayala--, le preguntó el reportero.

“Si, probablemente”, respondió Chávez Chávez.

Presenta la Marina a tres detenidos

La Secretaría de Marina presentó hoy a dos mujeres y un hombre detenidos durante el enfrentamiento a balazos, en Cuernavaca, Morelos, entre sicarios del cártel del Sinaloa y miembros de la Armada de México, en el que murió el jefe de la banda criminal, Arturo Beltrán Leyva, El jefe de jefes.
    De las tres personas detenidas sólo dos han sido identificadas: Catalina Castro López, de 44 años de edad, y Grabriela Vega Pérez, de 18, informó el contralmirante José Luis Vergara, vocero de la Secretaría de Marina. De la tercera persona no se proporcionaron sus datos.
Al mediodía, surgieron versiones de que los cadáveres de Beltrán Leyva y de seis sicarios más que murieron en la balacera fueron trasladados a la Ciudad de México, pero la información no fue confirmada por ninguna autoridad federal.
En conferencia de prensa, el contralmirante Vergara confirmó que durante el enfrentamiento a balazos murió el tercer maestre del cuerpo de Fuerzas Especiales de la Infantería de Marina, Malquisedet Angulo Córdova, así como seis presuntos narcotraficantes, entre ellos El jefe de jefes, mientras que dos integrantes más de la marina resultaron heridos, uno de ellos de gravedad.
    El vocero de la Armada de México dio a conocer que luego del enfrentamiento en Cuernavaca, Morelos, los marinos aseguraron 40 mil dólares, 5 armas --2 largas y 3 cortas-, así como 400 cartuchos útiles de diversos calibres.
    Por la tarde, custodiados por elementos de la Marina, los tres detenidos –dos mujeres y un hombre— fueron trasladados a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). En las próximas 96 horas se definirá su situación jurídica.
    Las dos mujeres arribaron a la SIEDO con el rostro cubiero por cobijas, mientras que el hombre ingresó en camilla.

Sitian Cuernavaca


Mientras tanto, en Morelos, la ciudad de Cuernavaca amaneció prácticamente sitiada por unos elementos del Ejército Mexicano y de la Armada de México después de que se confirmara la muerte de Arturo Beltrán Leyva, líder del cártel de Sinaloa, apodado El jefe de jefes.
    Alrededor de las 9:30 horas bajo un fuerte dispositivo de seguridad fueron trasladados a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado los cadáveres de Beltrán Leyva y de los seis sicarios que murieron durante el enfrentamiento de ayer en Cuernavaca.
    Después de que ingresaran los cadáveres, el área de Servicios Periciales de la PGJ fue desalojada y sólo peritos médicos permanecen en el lugar. Realizan las necropsias de ley.
    Por la mañana, en el Distrito Federal, el procurador general de la República, Arturo Chávez Chávez, confirmó que peritos médicos realizan pruebas de ADN al cadáver de Beltrán Leyva.
    Paralelamente, se confirmó la muerte de un civil, Ignacio Aguilar, quien la noche del miércoles resultó herido durante la balacera.
    A su vez, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) denunció que durante el operativo la Armada de México cometió “graves omisiones” para salvaguardar la seguridad de los ciudadanos.

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