PRD aprueba alianzas electorales y candidato al 2012 por voto universal
OAXTEPEC, Mor-. 6 de diciembre (apro).- El Partido de la Revolución Democrática (PRD) concluyó su XII Congreso Nacional Refundacional entre gritos de rechazo a los cambios en la línea política que abre las alianzas con todos los partidos, incluyendo el PRI y el PAN, así como en la forma cómo elegirán a sus dirigentes, por voto indirecto, quitándole a la militancia el único derecho que le quedaba: elegir a sus líderes.
A su vez, acordaron elegir a su próximo candidato presidencial por voto universal, libre y secreto, salvo que el 60% del consejo nacional no decida otro mecanismo.
No obstante, para el presidente nacional del PRD, Jesús Ortega, esto es el inicio de la refundación del partido. “No son cambios de maquillaje, son cambios profundos”, indicó en conferencia de prensa, en la que resumió que los perredistas están muy contentos, porque pese a las predicciones de que el PRD se iba a dividir, salió más unido, fortalecido. “Se hicieron acuerdos virtuosos”, indicó.
Resaltó que se realizaron grandes y profundas reformas en el terreno programático y en la estructura organizativa lo que va a permitir estar presentes en todas las secciones electorales en el país.
“El PRD va a renovar de manera radical su padrón, tendremos uno genuino, auténtico, vamos a iniciar una gran campaña de afiliación y reafiliación, la vamos a hacer a lo largo y ancho del país, pero además no sólo sale el PRD unido, fortalecido, sino que también sale armado con ideas, propuestas, planteamientos, para que el PRD se convierta en la alternativa de gobierno, para construir un México de democracia, justicia, igualdad y libertades.
“Todo el mundo se va muy satisfecho del congreso, cada quien defendió sus ideas, pero de manera democrática. Este resultado es motivo de satisfacción”, indicó.
Al respecto, el coordinador de los diputados perredistas, Alejandro Encinas, dijo que no está en el documento redactado que se abran las alianzas al priismo y al panismo porque prefirieron ponerle “candados” porque un sector del partido sí quería estas coaliciones para las elecciones en 2010.
“Yo no veo alianzas ni con el PRI ni con el PAN en ningún estado”, expresó en entrevista terminando la conferencia de prensa, en la que estuvieron presentes Dolores Padierna, el diputado Jesús Zambrano, los senadores Alfonso Sánchez Anaya y Carlos Navarrete, entre otros.
Al evento de clausura asistieron la gobernadora Amalia García y el jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, quien en su discurso felicitó a los perredistas por preparar al partido de izquierda para ser competitivo para el 2012. Sus palabras estuvieron enmarcadas por gritos de apoyo a él y a Andrés Manuel López Obrador como presidenciables.
Mientras tanto, la elección de sus dirigentes por voto indirecto fue interpretada por los perredistas como la intención de Nueva Izquierda a permanecer en la dirigencia del partido por muchos años. “Salimos armados, preparándonos para las elecciones del 2010 y que el PRD sea una opción frente a la derecha panista y el priismo corrupto”, expresó Ortega.
Ante esa decisión, alrededor de 50 miembros de Izquierda Social manifestaron su rechazo en cartulinas blancas y verde fosforescente en los que resaltaron que el congreso fue una simulación, pues llevaban todo “planchado” desde la ciudad de México; los acuerdos para la refundación no se tomaron en la comisión para este fin encabezada por el senador Alfonso Sánchez Anaya; la noche del sábado circuló un documento acordado por dirigentes de corrientes que fue el que finalmente se votó.
Las inconformidades no quedaron ahí, pues Alfonso Ramírez Cuellar, de Movimiento para la Democracia ya no regresó al Centro Vacacional del IMSS Oaxtepec. Tampoco volvió el senador Pablo Gómez, después de que el sábado intervino en la tribuna para pedir a los congresistas que rechazaran la votación de los dirigentes por voto indirecto, es decir por congreso. Su discurso fue aplaudido por los congresistas que el sábado le habían enviado una rechifla al diputado Guadalupe Acosta Naranjo; sin embargo a la hora de la votación los congresistas avalaron lo que había acordado la cúpula de las corrientes.
La plenaria del congreso duró alrededor de cuatro horas, un record en la historia del perredismo.
En cuanto a los acuerdos, el nuevo estatuto se les vuelve a dar fuerza a las corrientes, pero estarán más “controladas” porque ahora deberán registrarse ante el Consejo Nacional, exponiendo su posición ideológica y declaración programática y que cuenten con el aval del 3% de los congresistas nacionales.
Las corrientes tendrán un lugar en el consejo nacional consultivo, pero no podrán hacer pronunciamientos públicos ni contratar espacios publicitarios para beneficiar a un candidato, tendrán que rendir un informe financiero cada tres meses, sus reuniones serán abiertas para cualquier miembro del partido; los comités de base no podrán ser de corriente, sus eventos nacionales deberán notificar a la Mesa Directiva del Consejo Nacional.
Los afiliados podrán aportar anualmente a las corrientes el equivalente a 500 salarios mínimos, y no podrán recibir dinero de personas ajenas al partido ni mucho menos de los gobiernos federales y estatales. La Comisión de Auditoría podrá investigar a las corrientes cuando lo desee.
Asimismo, aprobaron crear esos comités de base seccionales, sectoriales y de afiliados al partido que tomarán decisiones por mayoría; discutirán la línea política del partido, participarán activamente en campañas electorales, se harán cargo de las actividades del perredismo en su territorio, apoyarán movimientos sociales y populares, gestionarán políticas públicas en los gobiernos estatales.
Se derogarán las funciones y acciones de la Comisión Política Nacional; el consejo consultivo nacional se convierte en Comisión Consultiva Nacional integrada por la presidencia y secretaría general, las coordinaciones de los grupos parlamentarios del Congreso de la Unión, gobernadores y exgobernadores, expresidentes nacionales y un representante de cada corriente, como estaba construida la CPN.
Desaparecerán el Secretariado y se regresa a la figura de Comité Ejecutivo Nacional, en el que participan el presidente, el secretario general, los coordinadores parlamentarios y se disminuyen de 15 a 10 secretarías que se elegirán por medio del voto libre, directo y secreto, mediante planillas y representación proporcional.
Se eliminará que la Comisión Consultiva Nacional sancione a los militantes que violen los documentos básicos del partido.
El congreso nacional será integrado por mil doscientos delegados elegidos por votación y 900 de representación proporcional y los 320 miembros del Consejo Nacional, más 72 invitados, la mitad externos; las consejerías eméritas y los integrantes del consejo nacional elegidos por representación proporcional se derogan. Ya no se realizarán congresos estatales ni congresos en el exterior ni los congresos municipales.
El plebiscito, el referéndum y la revocación de mandato sólo podrán convocar una vez transcurrida la mitad del periodo para cual fue electo el dirigente partidario en el cargo. Los consejos del partido podrán llamar a referéndum. Las resoluciones y acuerdos al congreso nacional no pueden someterse a referéndum ni los nombramientos de los candidatos a cargos de elección popular.
Mientras tanto, la corriente de Ebrard, MEC por las siglas de su nombre, entró con poder dentro de la Comisión Consultiva Nacional, pues tiene un lugar dentro del CEN y está formada por setenta delegados y está encabezada por Alejandra Barrales, presidenta de la ALDF.