Periodistas en Michoacán, bajo la amenaza del narco
MORELIA, Mich., 8 de diciembre (apro).- El clima de violencia que se respira en esta entidad desde hace al menos tres años a consecuencia del narcotráfico, alcanzó ya al gremio periodístico.
Sobre todo, los reporteros que cubren permanentemente la “nota roja” que han dejado de hacer investigaciones periodísticas por su cuenta ante el riesgo de formar parte de las estadísticas criminales.
O, como dicen ellos mismos, “ponerse la cruz en la frente”.
En un encuentro con directivos de Reporteros sin Frontera, y del Comité de Protección a los Periodistas, directores, editores y reporteros de los principales diarios que se editan en esta entidad afirmaron que el crimen organizado “mató el espíritu del periodista en la entidad”.
Abundaron:
“En este estado ya no se puede hacer periodismo de investigación, so pena de muerte. También la sociedad se ha quedado sin el derecho de denuncia, pues hacerlo es ponerse la cruz en la frente”, agregaron los comunicadores.
Mike O’connor, del Comité de Protección a los Periodistas (CPP), con sede en New York, y Balbina Flores, de Reporteros sin Frontera, se encuentran en Michoacán, para conocer los avances de las investigaciones por el secuestro de la reportera del Diario de Zamora y corresponsal de Cambio de Michoacán, María Esther Aguilar Cansimbe.
Además, visitaron redacciones de los diarios más importantes de cada región, donde los periodistas les comentaron que en la entidad se trabaja bajo dos fuegos: “Las amenazas del crimen organizado y las de autoridades policíacas y judiciales encargadas de proveer protección y justicia a los ciudadanos”.
Los reporteros locales aseguraron a Flores y O’connor que en Michoacán se quedaron “sin el derecho de denunciar robos, secuestros, extorsiones o amenazas, so pena de amanecer sin vida. Quien hace una denuncia en las agencias del Ministerio Público amanece muerto”.
Eso, añadieron, está comprobado, pues la mayoría de elementos de la policía, de todas las instancias, “es parte del crimen organizado”.
Según los periodistas michoacanos, cuando se hace la denuncia (los policías) se la guardan en el bolsillo y pasado un tiempo avisan a los encargados del crimen organizado de la plaza. Un día después del aviso “aparece ejecutado el que hizo la denuncia”.
Luego de señalar que cada día se sienten perseguidos y amenazados, dieron a conocer que en tan sólo 15 días renunciaron ocho reporteros que cubren la fuente policiaca y ahora ya nadie quiere cubrirla.
“Ellos (la delincuencia organizada) saben todo de nosotros, y lo más grave es la guerra que hay entre dos bandos: Los Zetas y La Familia, quienes obligan a que se publiquen los cartelones o mensajes o que no se publique nada, y hablan a nuestros celulares de manera amable, sin palabras altisonantes, pero sabemos que son gente de cuidado y cómo actúan, por lo que muchos compañeros prefirieron renunciar”.
Los periodistas michoacanos afirmaron que “es tan complicada la situación, que quedamos en medio de la guerra del narco. Si no les gusta una publicación, la misma policía viene y nos amenaza personalmente”.
Según los reporteros, cuando hay una ejecución con letrero, “quien primeramente nos recibe en el lugar de los hechos es un elemento de la Policía Federal, el cual nos conduce a donde están los cuerpos y nos advierte: ‘que salga bien el mensaje’”.
Al preguntarles qué hacen ante esa situación, los periodistas respondieron: “Ser lo más objetivo posible, narrar los hechos, pero aun así hay problemas. Si Los Zetas matan a uno y hay mensaje, nos llaman los de la Familia Michoacana. Si es la propia Familia quien deja el mensaje, nos hablan Los Zetas, para saber por qué publicamos el mensaje o bien por qué no se publicó.
“Tratamos de no magnificar los hechos. Cuando son ejecuciones, decapitados o descuartizados, tratamos de apegarnos a la realidad, pero siempre con temor, porque esta gente está muy bien informada de todo lo que pasa”.
Y relataron que el hecho más reciente lo vivieron el mes pasado, cuando se publicó una nota y al otro día le hablaron al reportero para decirle: “Nosotros no venimos a negociar. Venimos por la plaza, o se alinea o ya sabe”. Al otro día el reportero renunció, y con él otros tres más.
En Zamora, la situación es más delicada, pues los periodistas locales no “alineados” reciben amenazas de abogados cuando se señalan los errores de la autoridad municipal (PAN), como fugas de agua, falta de servicios o el hundimiento del “Titanic”, como se denomina al Centro de Regional de las Artes de Zamora, obra con la que Martha Sahagún de Fox quiso consagrarse en su tierra.
Cuando se señalan esos errores, viene directa la amenaza: “Más vale que publique una nota aclaratoria de su texto o ya sabe lo que le va a pasar”.
Al que lanza la amenaza, el reportero le pregunta si es la autoridad municipal la que se va a enojar, pero del otro lado le responden: “Usted ya sabe, así que no le haga al héroe”.
De acuerdo con Reporteros sin Frontera, “hasta ahora el Estado ha sido incapaz de detener los crímenes contra periodistas y de garantizar el derecho a la vida y a la libertad de expresión contenidos en la Declaración Universal de los Derechos humanos, que cumple 61 años”. Y añade que tan sólo en 2009, 12 colegas han sido asesinados, sin que uno solo de los autores haya sido castigado.
Los periodistas que se reunieron este martes con Flores y O’connor dieron a conocer que realizarán un mitin de protesta, el próximo jueves 10, a las 10.30 horas, en la entrada principal de la Procuraduría General de Justicia, para exigir al procurador general de la República, Arturo Chávez Chávez, que cumpla con su trabajo y realice acciones concretas y efectivas para evitar más crimenes en el gremio.
El mismo día, a las 12.00 horas en punto, se hará una concentración para anunciar la creación de una red nacional en defensa del periodismo, en el monumento a Francisco Zarco, donde estará presente el periodista Miguel Ángel Granados Chapa.
“No podemos seguir ejerciendo nuestra profesión en un entorno de temor, intimidaciones, amenazas y agresiones, mientras campea la impunidad”, señalaron los organizadores.
De acuerdo con informes recabados por Reportes Sin Frontera y el CPP, en la lista de desaparecidos y asesinados figuran: el caricaturista y actor Luis Cornejo; el articulista Francisco Javier Muñoz; Cristián Axel López Cruz, de proyecto 40 (México); el fotógrafo Jaime Arturo Olvera Bravo, y el periodista Israel García Pimentel.
También, Mauricio Estrada de Zamora, Miguel Ángel Villagómez Valle, Rafael Pérez, María Esther Aguilar Cansimbe y Jesús Lemus Barajas.